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Almería/Pasar el tiempo en otro planeta parece ahora ciencia ficción, pero puede que en 20 o 30 años sea una realidad. La NASA planea enviar humanos a Marte en la década de 2030 y ya se trabaja en la producción de alimentos en destino, ya que la exportación tendría un coste elevadísimo. En el último podcast de la cooperativa de segundo grado Unica, Nahúm Méndez autor del blog y libro Un geólogo en apuros Un geólogo en apuros deja claro que el invernadero solar es el mejor campo de pruebas en la Tierra para cultivar en Marte, e incluso en la Luna.
En la Estación Espacial Internacional se están llevando a cabo experimentos para el cultivo de verduras en condiciones de microgravedad. “Por lo que sabemos, hasta ahora, son viables y seguras para el consumo humano. Una de las últimas pruebas ha sido con pimiento, algo que se pensaba que era muy complicado”, explica Méndez, quien detalla que la mayor preocupación era el crecimiento de alguna bacteria peligrosa para el ser humano, pero esto se descartó. Y es que las plantas adquieren relevancia fuera de este planeta no solo como alimento, también porque, según están constatando, su aroma y su simple presencia contribuyen al bienestar de los astronautas.
Tal y como se narra en el podcast, Almería, según la NASA, es uno de los entornos en la Tierra que más se parece a Marte por sus condiciones climáticas. En este sentido, el invernadero solar se erige, según Méndez, como el mejor ejemplo para imitar en Marte con diferencia. “La duración del día en Marte es similar a la Tierra, solo unos 40 minutos más, por lo que las plantas dependientes del ciclo día y noche van a encontrar en esos invernaderos, en los que entra la luz solar directamente, un entorno de iluminación muy similar”. Nahúm Méndez también destaca el grado de optimización en el proceso productivo y de cosecha de estos invernaderos con el fin de maximizar la producción, “algo fundamental para misiones de larga duración”.
En cuanto a dónde radicarían las principales diferencias entre las instalaciones invernadas en Marte y en la Tierra, el protagonista de la entrevista de Unica se refiere al sistema de protección de los invernaderos respecto al exterior, que debería ser más grueso porque la atmósfera en Marte es más tenue, mientras el interior debería estar presurizado. Además, habría que fabricar plásticos que otorgasen mayor protección frente a la radiación ultravioleta, mucho más intensa que en la Tierra al carecer Marte de capa de ozono.
Méndez pone en valor la tecnología de vanguardia implantada en los invernaderos solares almerienses, además de la cantidad de expertos que pueden contribuir a los avances del futuro no muy lejano en el espacio.
Nahúm Méndez también visualiza los trabajos para cultivar en Marte en su retorno a la Tierra. Así, detalla que la tecnología a implantar en el otro planeta debe ser más resiliente para aguantar sus duras condiciones, de este modo, debe ser más ligera y de menor dimensión para transportarla hasta Marte. Para Méndez, estos avances revertirán en una tecnología más eficiente en los invernaderos terrestres protagonizando una nueva “revolución tecnológica”, que, además, tendría su impacto en la minimización de la huella ecológica.
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