La inflación se estabiliza en Almería pese al fin de las ayudas a la electricidad

La vida sigue igual. La provincia cerró el mes de enero con una inflación del 3,7%, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística en la mañana de este jueves. El primer mes del 2024 se cerró de igual forma que lo hizo el último de 2023, por lo que el fin de parte de las rebajas de impuestos a la electricidad no ha sido un hándicap para que el IPC se mantenga sin cambios bruscos en Almería.

Es la electricidad una de las responsables de que se haya producido en el arranque del año el primer repunte de los precios a nivel nacional desde el mes de septiembre. Tanto la luz como el gas han pasado de soportar un IVA del 5% a duplicarlo hasta el 10%. La inflación en el conjunto del país se sitúa actualmente en el 3,4%, tres décimas más que en diciembre. La comparación entre los dos datos, el de Almería y el de España, es agridulce. Pese a que la provincia se resiste a las subidas, vivir en ella sigue siendo más caro que en otras zonas del país.

Aunque el coste de la vida parece haberse quedado estancado en la provincia, queda aún trabajo por hacer. El Banco Central Europeo fijó en un IPC al 2% la barrera para dar por superada la crisis inflacionaria que atenaza al viejo continente desde hace más de dos años, agravada con la invasión rusa a Ucrania hace ahora dos años. Los datos indican que la provincia tiene una vida que es el doble de cara de lo recomendado por las autoridades monetarias.

La subyacente es la esperanza. La tasa que excluye las bebidas energéticas y los alimentos frescos es la que ofrece una visión más estable del mapa de precios y la tendencia sigue siendo decreciente. En este caso no se ofrecen datos desglosados por provincias por lo que el único medidor de referencia es el dato nacional, que indica que en enero se situó en el 3,6%, cuatro puntos porcentuales menos que en el mismo período del año anterior.

Los alimentos siguen disparados

Llenar la cesta de la compra sigue siendo aún un suplicio para las familias. Si se toma solo la categoría de alimentación el IPC asciende hasta el 7,4%, una décima más que en el mes de diciembre, cuando creció el consumo a causa de las celebraciones navideñas. La subida se materializa pese a que los descuentos en los impuestos a los productos básicos se mantienen rebajados hasta, por lo menos, el mes de junio.

El rey en la subida de precios es el aceite de oliva, que no toca techo, ascendiendo un 69,2% en la comparación interanual durante el mes de enero. En tres años su coste ha crecido un 176,5%. Las legumbres, que ascendieron un 15,2%, y las frutas frescas, que lo hicieron un 13,7%, cerraron, estando pese a todo a una diferencia considerable, la tabla con las mayores alzas en los productos alimenticios. Y para acabar con buen sabor de boca, una bajada en el precio, la del transporte público urbano, que cayó durante el primer mes del año un 5,2%, la más significativa disminución en las tablas difundidas por el INE.