Hollywood se viste con sombreros 'made in Retamar (Almería)'

Moda

Desde su pequeño taller, Alejandro Mateo exporta su composiciones a todo el mundo

Crea entre 25 ó 30 al mes, con pelo de conejo o castor que compra en Portugal

Cosa Nostra: el emprendedor, el más pequeño de la familia

Alejandro Mateo crea sombreros en Retamar que exporta a Hollywood / Redacción

Made in Almería, leen en la etiqueta del sombrero que acaban de adquirir por redes sociales actores de Hollywood, artistas europeos, ciudadanos de Kazajistán o famosos españoles como Alejandro Sanz o Miguel Poveda, entre otros. Sí, de Almería, concretamente de Retamar. De un pequeño taller, convertido en centro artesano de esta prenda de vestir, que aporta elegancia a quien la porta.

Alejandro Mateo es un artista, tanto dentro como fuera del ayer. Su pasión por viajar le hizo conocer una industria que históricamente siempre ha contado con grandes artesanos en España, pero que se han ido perdiendo por la propia evolución de la sociedad. A principios del siglo pasado era habitual ver a los ciudadanos con sombrero, aportaba distinción, refinamiento. Hoy la moda ha cambiado, por lo menos en España, pero este creador almeriense supo ver más allá de nuestras fronteras y entró en un sector productivo que se ha convertido en su vida.

Y eso que Alejandro venía de un mundo totalmente distinto. Lo suyo eran las sartenes, la cocina. Precisamente como cocinero en aviones de alto standing pudo conocer mundo y en un viaje a México, conoció un oficio que le iba a servir al principio de entretenimiento, de simple hobbie. Hasta que vio que tenía madera y decidió emprender una nueva aventura laboral.

"Las redes son mi único escaparate, el 100% de las ventas es por Instagram, Tik Tok...” — Alejandro Mateo - Sombrerero

¡Cuál iba a ser su sorpresa cuando empezó a colgar sus primeros ejemplares en redes sociales que le comenzaron a llover los pedidos! “No tenía pensado hacer de esto mi vida hasta ese día que vi que mis composiciones gustaba. Mira por dónde, decidí emprender, reciclarme o morir y me salió bien la jugada”, asegura el almeriense en su pequeño pero coqueto taller mientras aprovecha estos días veraniego para trabajar con afán.

Plancha, máquina de coser, incluso fuego. Alejandro es autodidacta y precisamente su libertad a la hora de diseñar le dan un toque especial a sus sombreros, que tanto están triunfando. “Hago un tipo de sombrero que me gusta a mí. De fieltro rígido, parecido al que tenemos todos en mente que usan los cowboys, de ala ancha, cultura americana, western”, dice explicando que su principal nicho de mercado está en América: “Mi clientela es principalmente de Estados Unidos, perocada vez me abro más paso en otros mercados como distintos países de Europa, Emiratos Árabes, Malasia, Kazajistán...”. La normalidad con la que lo dice demuestra la altura de miras de este pequeño empresario que sin tienda física, sabe buscarse las habichuelas por las redes sociales.

Las redes sociales, su escaparate

“Son mi único escaparate: Instagram, Youtube, Tik Tok... Ahí cuelgo vídeos y fotografías y se ven por todo el mundo”, lo que le obligan a ser algo más que un simple creador de sombreros, es también un creador de contenido: “Esto también es marketing, las redes me permiten llegar a millones de personas y mediante vídeos que edito, soy capaz de promocionar mis productos. Aunque tengo página web, que permite acceder a una pasarela de pago segura, te digo sin temor a equivocarme que el cien por cien de mis ventas proceden de las redes”.

Ventas que no son pocas. Alejandro tarda entre uno o dos días en hacer sus sombreros. Normalmente él se encarga de diseñarlos, pero hay clientes que también lo personalizan con plumas, nombres, grabados... El almeriense llega a fabricar unos 30 sombreros al mes, que vuelan por mensajería prácticamente sin tiempo de que cojan polvo en su taller. Los precios, como todo buen producto artesano, no es el de las tiendas de Todo a Cien de toda la vida. “Yo trabajo con los mejores materiales, hago un sombrero artesanal y de calidad. Antes compraba en Estados Unidos, pero hace poco descubrí una fábrica en Portugal que me suministra fieltro de conejo o de castor, y le compro a ellos. Normalmente un sombrero de conejo ronda los 400 euros, mientras que el de castor se sube a 750 aproximadamente”, indica consciente de que cliente potencial es “sofisticado”, normalmente del mundo del arte al que le gusta el “look único”, como los ya citados Alejandro Sanz o Miguel Poveda, además de Antonio Carmona o Don Omar que ya le han pedido. ¿Y en Hollywood también? “Claro, actores de series famosas también llevan mis sombreros”, como el que ahora mismo perfila con su máquina de coser.

Posiblemente bohemio, soñador, lo que está claro es que Alejandro no le teme a emprender, no le teme a las aventuras. Ahora mismo no porque el verano es una época fuerte, pero cuando baje el calor en la Península Ibérica, el almeriense echa unos días el candado a su taller y se va a recorrer mundo. No sólo sirve para desconectar, sino que su buena visión empresarial le permite culturas y darle una vuelta a su negocio para abrir nuevas oportunidades. “Siempre me compro algo de artesanía y busco cómo sería capaz de adaptar mis prendas a esa cultura, a ese estilo de vida”.

Lo que Alejandro tiene muy claro es que su éxito está en la calidad de sus sombreros y en la exclusividad de los mismos. Hace algunos años trabajó mano a mano con un compañero, pero él necesita sentirse “libre” para que el ingenio creador fluya. “Mi proyecto es artesano, pequeño, con vida, sentimiento. No me interesa crecer e industrializarme”, asegura rotundo mientras hace los pliegues de la copa de su último sombrero que marcha destino a París. ¿Será para Mbappé?  

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