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¿Qué sector almeriense se ha convertido en objeto de deseo para los fondos de inversión?
Tejido empresarial de Almería
Les deja márgenes mucho mayores comparados a los de la industria o los bonos del Estado
En el último lustro han sido varias las Sociedades Anónimas y Limitadas que han dejado entrar a grupos en su accionariado
El campo almeriense viene viendo pasar un fenómeno que se está convirtiendo en ciertamente recurrente y del que poco o casi nada se habla, como es la incursión de fondos de inversión en el seno de empresas productoras y comercializadoras de la provincia, donde entran acaparando como mínimo el 51% de su accionariado y, por tanto, tomando el control de las mismas.
Diario de Almería ha ahondado sobre este fenómeno del que no se pueden establecer registros exactos, ya que un cambio en el accionariado solo debe notificarse a la hora de solicitar una subvención como un trámite más y tampoco tienen porqué trascender este tipo de operaciones, quedando en la privacidad de la compañía, aunque en la mayoría de los casos terminan trascendiendo este tipo de operaciones en este, un sector almeriense, en el que al final todos se conocen.
Por poner ejemplos: Magnum, que adquirió la mayoría del capital social de Agrupapulpí; Abac, que entró en el capital de Agroponiente; Nazca; que adquirió una parte importante de la firma dedicada a las hierbas aromáticas Herbex; o Aurica en el accionariado de Agrosol-Export, son algunos de esos ejemplos de fondos de inversión que en estos últimos años han entrado a formar parte de la comercialización de la provincia.
Fuentes cercanas a la administración en el ámbito de la agricultura confirman que este fenómeno es un hecho constatado. Estos grupos se han fijado, casi obcecado, con las empresas que tienen como figura jurídica una SA o una SL, ya que en el modelo cooperativista, el más extendido en la provincia de Almería, no tienen posibilidad de acceso. Es más, afirman que “no hay empresa en la provincia de Almería que no haya recibido al menos una proposición de compra, pero en la mayoría de los casos han sido directamente ofertas en firme”, aseguran.
Por tanto, al estar tan extendido el modelo social en muchas firmas del agro almeriense, el círculo se estrecha bastante. Y es que también hay interés con medianas empresas.
7-9%. Beneficio
Es el margen en el que se mueven cada año, sobre el papel, las empresas agrarias
Sin duda, el interés real de estos fondos por entrar en el accionariado del agro almeriense no viene más que por los números. Una rentabilidad que casi roza el 10% no hay sector en el que se pueda alcanzar. Sabedores de eso, esta estrategia no solo se da en Almería, sino que se ha extendido ya por todo el mundo. Brasil o Argentina ya han visto cómo sus empresas dentro del sector primario han crecido exponencial por esta incursión.
En cuanto a procedencia, la mayoría son europeos y americanos, entrando cada vez más asiáticos y árabes. Sin embargo, también es cierto que estos fondos de inversión suelen ser muy heterogéneos, con integrantes de procedencias de todo el mundo, incluyéndose en algunos de ellos incluso a estados.
Cabe recordar como este tipo de grupos comenzó a llegar a la provincia fijándose más en la industria auxiliar, y ahora eso ha cambiado por la producción, además de todo lo que incluye a energía renovables, donde prácticamente toda infraestructura y explotación de presente y a futuro ya tiene este origen.
La evolución de modelo almeriense ha sido meteórica en los últimos setenta años. De estar circunscrito a un ámbito muy pequeño, ha ido evolucionando a convertirse una potencia mundial, y ahora la paradoja es que el sector ve cómo un jubilado noruego o alemán se lucra de la actividad más importante para la economía almeriense. Y es que un fondo de inversión en realidad está compuesto por mucha gente, al igual que pasa con la bolsa, donde hay millones de personas dentro y en estos grupos también pueden estar incluidas incluso varios miles.
“Vender es una apuesta arriesgada, tal y como está diseñado el sector”
Al preguntar si existen riesgos a medio o largo plazo sobre la presencia de estos fondos de inversión extranjeros en las empresas almerienses, fuentes cercanas al sector agrícola almeriense confirman que sí, que “no es el mejor escenario sobre el papel”. Y es que la propia concepción de un fondo de inversión es la de obtener beneficios por encima de todo. “El agrícola es un sector que en Almería necesita de muchísima especialización y al final los fondos de inversión lo único que ven es el número final de rentabilidad a final de cada año, y cuando no les interese estar aquí y se exprima todo el beneficio posible, se van a otro sitio. Por lo tanto, se corre el riesgo de que no se cuiden bien nuestros procedimientos, donde prima la calidad en el cultivo, algo que conlleva unos costes muy importantes, cada vez mayores, para alcanzar la diferenciación y podrían desaparecer empresas pasados unos años. Eso siempre es una posibilidad. Lo que está claro es que vender es una apuesta muy arriesgada tal y como está conformado ahora el sector”.
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