Investigan los efectos del boro del agua desalada en los suelos
Científicos del Cebas-CSIC investigan si el alto contenido en este elemento puede tener un efecto negativo en la productividad vegetal
La necesidad de agua en las zonas áridas españolas es un hecho. Más aún cuando además coinciden con aquellas que cuentan con una agricultura intensiva, caso de Almería y Murcia, donde cada gota es vital. En este sentido, la desalinización se entiende como la única vía para la supervivencia de este modelo productivo y económico, y que aquí es un referente continental. Se pide a la Administración el abaratamiento de los costes de producción para hacerla sostenible en aras de la viabilidad para los productores y la competitividad para el sector. ¿Pero que se sabe del agua desalada? ¿Cuál es su impacto? Aquí es donde entran investigadores del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (Cebas-CSIC), ubicado en Murcia, que desarrollan un novedoso estudio, financiado por el Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2017-2020, para descubrir ese posible impacto que ocasiona el riego con agua marina desalinizada en el ecosistema de los suelos de cultivo de las regiones mediterráneas.
Los investigadores principales del estudio, Felipe Bastida y José Luis Moreno, pertenecientes al grupo de Enzimología y Biorremediación de Suelos del Cebas-CSIC, consideran que el proyecto, cuyos primeros resultados se conocerán a mediados de este año, “tendrá un gran impacto científico, económico y social, dado que a pesar del coste económico que conlleva la desalinización de agua de mar, su impacto en agroecosistemas es escasamente conocido”. El agua producida mediante ósmosis inversa en las plantas desalinizadoras presenta un escaso contenido mineral por su baja concentración en calcio, magnesio y sulfatos, por lo que el agricultor “se ve obligado a incrementar su contenido en el suelo mediante la fertirrigación”.
Además, los científicos del Cebas-CSIC destacan “el alto contenido en boro característico del agua desalinizada. Es conocido que el boro puede tener un efecto negativo en la productividad vegetal en el sureste español y, sin embargo, no se conocen sus efectos en la calidad del suelo, el soporte fundamental para la agricultura”.
Los objetivos de este proyecto, que se inició a principios de del pasado 2018 y tendrá una duración de apróximadamente tres años, se alcanzarán combinando diversos estudios tanto de campo como en el laboratorio.
Estudio con metodologías de nueva generación
El estudio incluye metodologías de nueva generación a nivel mundial para evaluar cambios en la diversidad y funcionalidad de la comunidad microbiana y en la fertilidad del suelo, así como parámetros físicos, químicos y bioquímicos, que son esenciales para evaluar la fertilidad del suelo. Los experimentos se centran en hortícolas, limoneros y albaricoqueros. Sólo en la Región de Murcia se encuentran más de 30.000 hectáreas de estos cultivos. Los resultados del proyecto tendrán gran relevancia a nivel socio-económico dada la importancia del sector agronómico en las regiones mediterráneas españolas sometidas a un estrés hídrico, sobre todo bajo el panorama actual de cambio climático.
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