“Estamos en condiciones de soportar los incrementos de los tipos de interés”
Finanzas
En el turno de preguntas y respuestas, el gobernador del Banco de España pide no alarmar a la sociedad ante las actuaciones del BCE, puesto que éstas ayudarán al crecimiento y beneficiarán a los más vulnerables
Defiende un pacto de rentas y más Europa para lidiar con la elevada inflación
–¿Existe una importante morosidad con los préstamos ICO?
–Afortunadamente no es así y aquí tenemos un representante de una entidad bancaria que puede acreditarlo. La evolución de la morosidad de los préstamos ICO está siendo positiva. Publicamos regularmente en nuestro Informe de Estabilidad Financiera las cifras, el último correspondiente al mes de mayo y volveremos a actualizar en noviembre, y hasta el momento la tasa de morosidad no nos hace estar especialmente preocupados.
–Para llegar a una inflación del 2%, ¿a cuánto Christine Lagarde tiene que subir los tipos de interés?
–Ésa es la pregunta del millón. Como decía en mi intervención inicial, no hemos comunicado hasta dónde va a llegar el proceso de normalización. Aumentarán los tipos de interés hasta que logremos que haya una convergencia sólida hacia el objetivo del 2%. En este contexto macroeconómico, queremos ir paso a paso. Ésta es la comunicación pública que hemos hecho. Ahora bien, es verdad que el mercado hace un pronóstico diario, una lectura de los datos macros y de la función de reacción nuestra.
–Según sus propuestas, los colectivos vulnerables deben de tener una mejora salarial. ¿Estaría de acuerdo con la subida del SMI en nuestro país?
–La discusión del salario mínimo interprofesional, en esta ocasión, tiene que hacerse en el contexto del pacto de rentas. Si estamos abogando por un pacto de rentas que supone el reparto de las pérdidas que generan la crisis energética para nuestro país, que necesita de la misma y que al no tenerla, encarece todos los productos de consumo y servicios, también hay que incorporar a este colectivo tan importante, que supone un 10% del total. Es un colectivo más vulnerables, con salarios más bajos, y hay que buscar un equilibrio. Incremento del SMI excesivos, por encima de la productividad, pueden generar efectos nocivos en el empleo y eso queremos protegerlo.
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España
"La discusión del salario mínimo, en esta ocasión, tiene que hacerse en el contexto del pacto de rentas”
–Permítame que abunde sobre el pacto de rentas, ¿está cerca, lejos, a medio camino...?
–Sinceramente no lo sé. Las principales fuerzas políticas, el Gobierno también, lo están defendiendo; patronal y sindicatos así lo quieren, pero lo difícil es concretarlo, llegar a los términos necesarios para el acuerdo. No sé cuánto de cerca puede estar.
–¿Son conscientes desde el Banco Central Europeo del sufrimiento que van a provocar con esta subida de tipo de interés tan intensa?
–Lo que estamos convencidos desde el BCE que la inflación muy alta, es muy negativa para el crecimiento económico, es generadora de desempleo y es particularmente negativa para los que menos ganan, para los que menos renta tienen. Por tanto, que el BCE se tome muy en serio la lucha contra la inflación es muy positivo a medio plazo para los colectivos más vulnerables y para el crecimiento económico.
–Aunque ha presentado un discurso muy fundamento en criterios científico-técnicos, ha mostrado que con respuestas en el medio-largo plazo desde los Bancos Centrales la ideología juega un papel fundamental en la economía. ¿Está preparada la eurozona para ser dirigida desde otra ideología que no sea la del libre mercado?
–Discrepo completamente del planteamiento de la pregunta. Los Bancos Centrales tenemos el marchamo de independencia y así nos lo han otorgado los parlamentos porque se piensa que es la mejor forma de estar alejados de la ideología. En las sociedad avanzadas, hemos querido dejar al margen a la política monetaria de la presupuestaria, pensando en que la independencia es la mejor manera de contribuir al bienestar de los ciudadanos a través de la estabilidad de precios.
–¿No cree que el aumento de los tipos de interés es un receso en la economía del país?
–No. Éste va a generar una reducción de la demanda, que pensamos que es necesaria para lograr el objetivo de inflación a medio plazo, que pensamos que es absolutamente fundamental para el crecimiento económico. La inflación genera un mal funcionamiento de la economía, la inflación elevada es un distorsionador del funcionamiento de la economía y generan desigualdades. El Banco de España presentó en su informe anual cómo las familias están sufriendo la inflación de forma muy heterogénea. Si a uno le preocupa la desigualdad, tiene que buscar que la inflación se reduzca.
–¿En qué elementos objetivos se sustenta la independencia del BCE respecto al poder político?
–En el Tratado de la Unión Europea, que garantiza la independencia del BCE con una serie de cláusulas, entre las que está el mandato que garantiza que la actuación del BCE es independiente del poder político. Diría que en el caso europeo, el marchamo de independencia está incrustrado en nuestra legislación incluso en mayor medida que en otras jurisdicciones.
–Si el origen de la crisis está en la oferta, ¿no deberían ponerse más políticas de seguridad energética?
–Sin duda, el argumento que más he enfatizado es que a una perturbación de oferta, la mejor respuesta son políticas de oferta, que traten de desplazar esa curva de oferta a la derecha. Sabemos que reformas estructurales hacen falta y necesitamos una política ambiciosa en esa dimensión, incluido por supuesto en el término de autonomía energética.
–El aumento de los tipos de interés va a afectar gravemente a los más necesitados y la clase media, ¿cuál es la receta del BCE para ayudar a autónomos y más vulnerables?
–La economía española está en condiciones de soportar los incrementos de tipos de interés y no creo que haya que alarmar a la sociedad con el posible impacto. Eso no quiere decir que habrá efectos negativos en la demada, precisamente por eso se toman estas decisiones, para garantizar la estabilidad de precios en el medio plazo. La política presupuestaria puede ayudar, pero de una forma totalmente distinta a la que fue la respuesta de política económica que todos defendimos durante la pandemia. Entonces estaba justificado una actuación generalizada de sostenimiento de la renta de las familias y las empresas, pero en esta ocasión un impulso fiscal generaría más inflación, más problemas de sostenibilidad de las finanzas públicas. Lo que nosotros defendemos desde el Banco de España, pero también lo defienden muchas otras instituciones, es que el apoyo a las familias y las empresas se concentren en los colectivos más vulnerables.
–¿Qué perspectiva puede tener un sector como el agro de Almería ante este incremento de la energía? ¿Puede ser una oportunidad para el invernadero solar frente a la producción centroeuropea?
–En general, es evidente que los sectores más intensivos en energía, sobre todo energía fósil, van a tener más dificultades. Publicamos una distinción por sectores y por renta sobre cuáles iban a ser los más afectados por esta crisis. Aquellos que más nos preocupaban eran los que tenían una dependencia energética en sus procesos productivos, combinado con que no se había recuperado totalmente de la crisis pandémica. Es una oportunidad, y en eso tenemos alguna ventaja, para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, que en cualquier caso sabíamos que iba a ocurrir en la lucha contra el cambio climático. Estamos en una situación casi privilegiada para hacer la transformación hacia las energías verdes. En este sentido, Almería es una provincia en la que esto puede ser muy positivo.
–Las previsiones del Banco de España acerca del SMI eran bastante catastrofista respecto al impacto en el crecimiento económico, pero éstas no se cumplieron. ¿Han pensado en contener los beneficios que prevé el pacto de rentas?
–El Banco de España ha publicado distintos informes sobre los potenciales efectos del incremento del SMI y todos ellos han venido a coincidir en las conclusiones. Existían efectos negativos sobre el empleo, que eran de una magnitud acotada, pero lo más importante es que éstos se concentraban en unos colectivos que nosotros pretendíamos proteger con el incremento del SMI. Al final se trata de una decisión política, nosotros lo que enfatizamos ahora es que efectivamente esos incrementos del salario mínimo sabemos que pueden provocar algunos efectos negativos sobre determinados colectivos, por lo que es muy importante que las políticas de formación acompañen para que esos trabajadores que pudieran perder su empleo, se mantengan en el mercado de trabajo.
–En el improbable caso de una resolución favorable y rápida en Ucrania, ¿qué dicen las simulaciones al respecto y qué plazo se estima para una normalización de la situación económica?
–Sería el mejor de los mundos, evidentemente todos los nubarrones que tenemos tiene que ver con la situación geopolítica y especialmente con la guerra de Ucrania. Una resolución rápida eliminaría muchos elementos de desconfianza que tenemos ahora mismo, por supuesto reduciría el incremento de los precios energéticos y los alimentos. Es lo que todos deseamos, pero por desgracia no está en nuestras manos.
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