Unos dulces para todos los paladares: "Aquí todo el que viene, prueba"

Repostería Saludable

Mari's Bakery, en la calle Ángel Ochotorena, es el primer obrador adaptado para todo tipo de intolerancias alimenticias

Mari's Bakery, el sabor de la pastelería artesanal libre de gluten

Maritza posa delante de su obrador. / Javier Alonso
Carlos Javier Lillo

28 de enero 2024 - 06:00

Es una mañana fría, invernal como pocas en Almería. Cae una llovizna, menos de lo que tanto necesita el planeta, pero eso no supone un freno para quienes desayunan en una cafetería cercana. Sus verborrea llega en forma de ruido a la puerta de Mari’s Bakery, un obrador recién abierto en la capital. En la puerta espera este reportero a su compañero fotógrafo, resguardado en uno de los soportales. Ya ha realizado la que llaman la comida más importante del día pero eso dará igual dentro de poco.

“Aquí todo el que viene prueba lo que estoy haciendo”, cuenta Maritza, maestra pastelera. Habla con el periodista mientras tiene, y no es una metáfora, las manos en la masa. Se respira en el local de la calle Ángel Ochotorena un ambiente familiar. Madre, hijo y amiga se metieron en la aventura de la repostería hace tiempo y acaban de mudarse, en verano fue, desde la calle Mirlo. Quien tomará la voz cantante será la madre, Maritza, aunque todos posarán para la cámara de Javier Alonso. Incluso este cronista deberá hacer sus pinitos como actor.

Madre e hijo posan con los dulces que están preparando por San Valentín. / Javier Alonso

Es un negocio innovador en su concepto. La idea, dar una opción a las personas que tienen un problema alimenticio que les impide comer el resto de dulces. Aunque la inclusión cada vez es mayor dentro del sector gastronómico, faltaba el postre. Celíacos e intolerantes tienen en este espacio de la gran ciudad su peculiar ‘Meca’ a la que peregrinar.

Su postre más esperado es la tarta de zanahoria aunque sobre la mesa hay un sinfín de dulces. “Cada vez me llamaba más gente, se fueron sumando intolerancias a la lista”, añade. Desde que tiene este obrador pionero en la capital tiene que tomar los recaudos posibles para evitar a la tan temida contaminación cruzada, dos de las palabras que los intolerantes más deben explicar y que es clave para evitar la intoxicación. Puede sonar lógico, pero una persona no puede comer un alimento que se haya hecho en el mismo lugar que otro que produce esa intolerancia. Maritza lo ha entendido bien y ha tomado todas las precauciones. “Yo no como nada con gluten porque luego me lo puedo llevar en el móvil o en algo que toque y que alguien se contamine”, cuenta. Su vida es como la de los clientes que buscan en ella a la autora de manjares deliciosos. Lo lleva bien.

Bodas, bautizos y comuniones, el siguiente reto de Maritza. / Javier Alonso

Sanidad tiene bajo el radar a los locales que venden productos para personas con algún problema alimenticio. Todos lo entienden, se trata de salud. “A nosotros nos hicieron una inspección y se llevaron nuestro producto”, explica. Cumplieron. “Yo tengo mis proveedores fijos y sé que la materia prima no lleva gluten”, detalla. El aceite lo aporta ella. Tiene una finca y produce, de manera ecológica, el que ahora más que nunca es oro líquido. En Canjáyar, municipio con el que tiene una relación especial, detalle que no pasa por alto la canjilona de la redacción, Macarena González, compañera de estas páginas.

En su mesa, muchos corazones. Hablará Maritza en las próximas líneas de su relación con el amor y analizará las de este periodista. Los corazones son, en realidad, por trabajo. Cada vez más personas le pedían dulces especiales por San Valentín y, pueden estar tranquilos, ya casi están en el horno. Ya piensa en el futuro, en los dulces que hará para las personas veganas. No todo son intolerancias, también hay espacio para quienes deciden no comer carne animal o para quienes optan por llevar una vida más saludable. Una opción que muchos echaban en falta.

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