Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Política decente
Economía
La oferta de pisos de alquiler de temporada se ha disparado para rehuir de los efectos de la Ley de Vivienda, según los datos presentados por el portal inmobiliario 'Idealista'. El stock de inmuebles disponibles para pasar un espacio limitado de tiempo ha crecido un 178% en los últimos tres meses. Este tipo de contrato no tiene ningún tipo de restricción a lo aprobado por el Gobierno antes de las elecciones del 23 de julio. La norma, llevada a cabo por la exministra de Derechos Sociales Ione Belarra, entró en vigor poco antes del inicio de las vacaciones estivales. La norma, muy criticada por las inmobiliarias, regula el límite que los caseros tienen para subir el coste de la vivienda a sus inquilinos, siendo el alza máxima permitida de un 3%.
El caso almeriense es particular ya que, a diferencia de lo que sucede en buena parte del territorio español, crece, aunque a un ritmo más lento, la oferta de alquileres de forma permanente, ascendiendo un 41% la posibilidad de los almerienses de acceder a un hogar en el que vivir de forma permanente. El sector inmobiliario redobla la presión y señala, en palabras del portavoz de Idealista, Francisco Iñareta, de "lo pernicioso de legislar sin contar con el mínimo consenso de los actores implicados y sin tener en cuenta que los propietarios, lejos de ser el problema son una parte muy relevante de la solución".
Uno de los portales inmobiliarios con más visitas se suma a las críticas contra la ley, a la que acusa de "contener medidas punitivas y coercitivas contra los propietarios". La norma, uno de los proyectos estrella de Podemos durante la pasada legislatura, permite, además, la posibilidad de una prórroga anual para el arrendatario una vez haya finalizado el contrato, la protección ante los desahucios para las personas vulnerables o recargos fiscales a aquellos arrendadores que tengan la vivienda vacía durante más de dos años si quién la deja sin ocupar tiene más de cuatro inmuebles en su propiedad.
"Como ya se vaticinó, el efecto final de la aprobación de la Ley de Vivienda es perverso y justo contrario al deseado: menos producto en el mercado, precios más altos y mucha más presión y dificultad en el acceso a la vivienda", asegura Iñareta. "Una vez aprobada la Ley, lejos de retornar al mercado de alquileres permanentes, un número cada vez mayor opta por pasarse a los arrendamientos de temporada que, si bien tienen claras limitaciones, ofrecen al propietario un entorno menos rígido y perfectamente legal", añade Iñareta.
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