La DANA arrasa invernaderos en el Poniente almeriense pero no provocará desabastecimiento en los mercados

Las cosas ya se veían de forma distinta en el día de ayer. Después de la desesperación del martes por los múltiples destrozos provocados por el granizo en el Poniente y por el desbordamiento del río Almanzora, los agricultores almerienses ya están manos a la obra para tratar de darle la vuelta a una campaña que se les ha torcido. Y cuando la campaña se tuerce, sólo se pueden sacar fuerzas de flaqueza y mirar al futuro.

La potente DANA que azotó a la provincia de Almería dejó destrozos en mobiliario urbano, en viviviendas particulares así como en fincas de cultivo. En el Poniente almeriense, en torno a unas 4.000 hectáreas resultaron arrasadas por la fuerza de un granizo que ha echado abajo invernaderos o que ha destrozado los plásticos de los mismos. Igualmente, el desbordamiento del río Almanzora anegó muchos cultivos frutales a lo largo de su cauce.

La situación es caótica, con los seguros analizando y cuantificando los daños, pero el campo almeriense volverá a reponerse una vez más. La granizada afectó al mismísimo corazón del Mar de Plástico almeriense, principalmente a la zona de El Ejido, aunque también zonas de cultivo de Roquetas, Vícar o La Mojonera han tenido que ser arrancadas. El destrozo es grande para muchas familias que van a perder todas las ilusiones que tenían puestas en la campaña, pero el sector hortofrutícola almeriense va a ser capaz de afrontar el golpe sin que se produzcan situaciones de desabastecimiento.

Diario de Almería contactó ayer con las tres principales organizaciones agrícolas de la provincia y el mensaje iba en la misma línea: daños económicos para los pequeños productores, sobre todo para los que no contrataran seguros, pero los mercados pueden respirar tranquilos, no van a quedarse sin género en las próximas semanas. La gota fría, además, llegó en un momento de buenos precios para el campo, que se estaba aprovechando de que el clima había bajado los grados necesarios para que las producciones se frenaran y no hubiese un exceso de oferta.

En el Levante, por contra, la lluvia fue más beneficiosa ya que no vino acompañada de granizo. Aunque no cayó lo necesario para que cambie la situación de emergencia hídrica en la que se encuentra la zona, el incremento de volumen al que ha llegado el Pantano de Cuevas [ha pasado de 10,77 hectómetros cúbicos hace una semana a los 20,79 de ayer] va a permitir cierto alivio a los productores de la zona, que ya tienen plantados sus cultivos de lechuga y brócoli principalmente, además de frutales. En Los Vélez, por contra, las lluvias apenas han descargado en una comarca con penurias hídricas.