La CUCN pide más agua ante el riesgo de desabastecimiento: "Las plantas no se van de vacaciones"

Antonio López, presidente de la CUCN, dice que no parará hasta que no solucionen el problema en el suministro de agua derivado de una avería en la desaladora de Carboneras. Si no se arregla, en septiembre habrá serios problemas de falta de agua. “Ahora hay poco consumo pero ya hay dos días sin agua por cada dos que sí”, explica preocupado.

Este lunes reunía a sus comuneros en la sede que tienen en Níjar para explicarles la magnitud del problema que se avecinaba, un encuentro en el que estuvo flanqueado por el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, y el presidente de SEIASA, Francisco Rodríguez Mulero. Pese a la convocatoria, no se queda de terminar tranquilo. “Los agricultores no están concienciados, el problema de la desaladora es grave, es por envejecimiento y hasta octubre no van a arreglar el primer bastidor”, detalla. Resume con un “no saben el problema que tienen”, una frase que habla sobre una reunión “light”, así la define.

Aunque el descanso estival no haya activado aún la voz de alarma en el Campo de Níjar, es precavido. “La cosecha puede ser dramática”, advierte. Urge a tomar una solución, aunque es un clamor que nadie recoge. Cuenta que hace unas semanas, el 18 de julio, solicitó una reunión con Ramiro Angulo, secretario general del Agua de la Junta de Andalucía, pero esta aún no se ha producido. La idea era dar luz verde a la entrega de agua desde los regantes de Cuevas del Almanzora para salvar la campaña mientras llega la nueva balsa y se arreglan los problemas en la desaladora.

En este momento, las reservas de agua acumuladas en las balsas se encuentran bajo mínimos, con un volumen de 87.000 m³ frente a un consumo de 60.000 m³. Para acabar con la problemática, se ha llegado a un acuerdo con la Comunidad de Regantes de Cuevas de Almanzora, cuya planta produce aproximadamente 20.000 m³ diarios. Otra de las soluciones parciales propuestas por la CUCN es la redistribución del agua del trasvase Tajo-Segura, aprobado para abastecimiento

Desde el lunes, sigue esperando una respuesta. “Nada ha cambiado, por mucho que se les diga no entienden el peligro”, confiesa. El peligro es real, pues, explica, si falta el agua durante diez días en la cosecha, ya no se podrá hacer nada por recuperarla, lo que generaría un efecto devastador no solo de cara a este año sino a los próximos, por las consecuencias que las perdidas provocarían para los agricultores. “Una cosecha que se pierde entera puede suponerle a un productor no volver a levantar cabeza en años”, afirma tajante.

El silencio es el peor amigo. “Igual están trabajando (en la Junta) pero yo no lo sé”, dice. La relación con las administraciones controladas por el Partido Popular, todas salvo el Gobierno de España, es compleja. En la reunión de esta semana no mandaron representación, pese a que tienen el poder en el municipio. “No vino nadie del PP, ni a esa ni a ninguna, no sé si es que les asusta o les da asco”, clama con un tono ácido. Centra su mirada en el primer edil, José Francisco Garrido. “El alcalde no vino y sus agricultores están sin agua. Le llamé pero no me lo cogió y luego le mandé un mensaje”, recuerda. Lo mejor es no esperar, pues “las plantas no tienen vacaciones”, un mensaje que ha convertido en su ‘leit motiv’.