La CUCN celebra la puesta en marcha de la balsa número 8
Día Mundial del Agua
Para verano de 2026 llegarán las balsas 9 y 10, ahora en licitación

La protagonista de este ‘Día Mundial del Agua’ para la CUCN es la balsa número 8, la nueva joya de la corona, que ha empezado a hacer su trabajo en estas semanas de tan intensa lluvia. “Estamos almacenando un agua que se hubiera perdido si no la tuviéramos”, explica Antonio López, el presidente de esta comunidad de regantes. Ubicada en el Paraje del Jabonero, está asentada sobre un hexágono irregular de 13 hectáreas de superficie y con 14 metros de profundidad. 2.500 regantes se van a ver beneficiados por esta nueva infraestructura hídrica del Campo de Níjar.
Por ahora, la balsa, que el pasado mes de febrero visitaba la vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, está almacenando el agua que excede de la producción de la desaladora de Carboneras, por lo que los agricultores no están notando en exceso su implementación. Su puesta en marcha será aún más celebrada entre agosto y octubre, cuando, hasta el año pasado, el déficit hídrico había provocado problemas para garantizar los cultivos.
Sobre la visita de la dirigente socialista, solo buenas palabras. “El Gobierno sigue apretando para que podamos almacenar más agua, es fundamental para nosotros”, asegura. Su visita se repetirá el próximo 17 de mayo, cuando está prevista la inauguración oficial de la balsa.
BALSAS 9 Y 10, LA CULMINACIÓN DE LA APUESTA POR EL AGUA
Con la balsa 8 ya convertida en una realidad, ahora es el turno de la 9 y la 10, las dos nuevas instalaciones que llegarán en el verano de 2026 y que se encuentran este mes en fase de licitación. Por ahora, tienen no pocos pretendientes. “Hay muchas empresas interesadas en hacer las balsas 9 y 10”, celebra. Estas infraestructuras permitirán asegurar recursos hídricos en la comarca y contribuirán a la recuperación de los acuíferos. Su coste estimado asciende a los 13 millones de euros. La 9 y la 10 tendrán una capacidad de un hectómetro cúbico cada una.
Una instalación que permitirá contribuir al Medio Ambiente, pues se podrá garantizar el trabajo para recuperar el acuífero. “Con estas tres balsas, en principio, más las que teníamos, podemos trabajar para recuperar para el acuífero”, explica López, quien no pierde de vista sus objetivos. “El Campo de Níjar, independientemente de los cultivos, tiene una obligación y es recuperar el acuífero. Necesitamos mucha agua desalada”, defiende.
Después de años sufriendo los envites de la sequía, el futuro parece esperanzador. “El agua ya no es nuestro problema, es nuestra bendición. Nos mantiene vivos”, asegura, recalcando que “el futuro que empieza ahora es espléndido”. Adiós al mal trago de verse sin agua en una zona tradicionalmente afectada por la desertificación. “De ser la zona más desértica de España a ser los que menos problemas de regadío tengamos”, celebra el dirigente comunero, que recalca que lo que está por venir, será mágico para la comarca y su sector productivo.
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