La subida de costes toca los huevos

Víctor Compán cuenta con una explotación de unas 2.500 gallinas camperas para puesta en Almócita, solo el aumento del precio del pienso le supone un incremento de 1.100 euros al mes en gastos

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Explotación avícola para puesta de huevos camperos de Víctor Compán en Almócita

Almería/Los elevados costes de la alimentación animal, entre otros, lastran la rentabilidad de las explotaciones ganaderas, entre ellas, las avícolas. Testigo de ello es Víctor Compán, un joven avicultor que regenta una explotación de gallinas camperas en Almócita, cuyos huevos comercializa con la marca que lleva su nombre.

Víctor tiene 35 años. En septiembre de 2019 se hizo cargo del primer lote de gallinas; antes se dedicaba a la agricultura, “pero en esta zona el sector agrícola es muy estacional, de abril a octubre, por ello lo

Huevos de Víctor Compán que comercializa en Almería capital, en municipios de Río Nacimiento, Alpujarra y Poniente almeriense / Javier Alonso

compaginaba con la aceituna durante el invierno”. El interés por esta actividad se despertó en él gracias a un curso sobre avicultura destinado a mujeres que realizaron su tía y su madre. Su idea inicial era montar una granja de puesta campera algo más pequeña, de 200 o 300 gallinas, pero, según explica, por temas legales y sanitarios, así como para que funcionase de manera óptima, lo oportuno era contar con una explotación mayor.

Ahora posee unos 2.500 animales, divididos en dos lotes. En cada lote echa unas 1.283 gallinas, el número autorizado por los metros, número de bebederos, comederos, etc., que dispone. Sus instalaciones están así conformadas por dos partes que incluyen, respectivamente, terreno y nave para alimento, agua y puesta de las gallinas. El reparto no es al azar, en una parcela están las jóvenes y en otra las mayores, no se pueden juntar.

Con dos lotes de gallinas, Víctor Compán señala: “Ahora estoy ganando lo mismo que cuando empecé con un lote”

La diferencia, como detalla Víctor, entre la explotación ecológica y campera radica principalmente en el pienso que comen los animales; en el primero de los casos debe contar con el certificado ecológico, así otros detalles como el espacio permitido para las gallinas en la nave también se tienen en cuenta, mientras en eco se permiten seis cabezas por metro cuadrado, en el caso de las camperas se autorizan nueve. Por otro lado, la finca de Compán dispone de un parque para los animales que posibilita cuatro metros de terreno por gallina, incluso esta tierra es ecológica, pues dispone de este sello por los olivos que posee para la obtención de aceite eco; además, en las naves dispone de placas solares fotovoltaicas para autoconsumo.

En su explotación tienen cabida gallinas rubias y blancas. ¿Alguna diferencia entre los huevos blancos y morenos? Víctor Compán aclara que la única es el color de la cáscara. Actualmente, en su granja cuenta con el 30% de gallinas blancas, “el consumidor ha estado más acostumbrado al huevo moreno, pero yo los mezclo porque mi idea es representar un gallinero tradicional. Si bien las características de ambos huevos son similares salvo por la tonalidad exterior, el ganadero sí describe algunas diferencias en cuanto al animal, “la gallina blanca es más nerviosa y más ligera que la rubia. El peso de la blanca ronda los 1,7 kilos en adulta, mientras el de la rubia llega a los 2,2 kilos. Además, dicen que funcionan mejor mezcladas, porque la rubia relaja a la blanca y rebaja la agresividad”.

Víctor Compán echa algo de verduras a las gallinas por la tarde, una vez ya han comido su pienso / Javier Alonso

Víctor Compán obtiene de su explotación avícola aproximadamente unos 2.200 huevos diarios, “las jóvenes están a un 93% mientras las más adultas a un 75%. Si algo ha cambiado en el último año es el hecho de que los costes de producción se han disparado. “El pienso ha subido más de 100 euros la tonelada”, apunta el ganadero, un asunto que no es baladí si se tiene en cuenta que en la finca las gallinas consumen casi 10.000 kilos al mes, o lo que es lo mismo, unas 10 toneladas, por lo que solo el gasto en alimento de los animales se traduce en un aumento de unos 1.100 euros. No ha tenido más remedio que incrementar el precio del huevo, “pero no llega al 50% la diferencia entre subida de precio y costes, habré recuperado en torno a 500 euros”. Pero no es solo el cereal, como apunta, el cartón ha subido un 30% en enero, también los combustibles y la factura eléctrica, si bien respecto a lo último cuento con energía solar y ahorro en electricidad”. Víctor Compán resume el balance económico de manera sencilla: “Ahora estoy ganando lo mismo que cuando empecé con un lote, pero más gasto porque debo viajar más para vender el doble de huevos”. Respecto a el futuro más próximo expone que se espera que a partir de abril baje algo el precio del cereal pero no va a volver a lo de antes, “el que yo compro ahora vale unos 450 euros la tonelada, que además es algo más caro porque es especial para invierno”. En esta línea detalla, que el pienso con el que alimenta en esta época del año a las gallinas tiene un poco de más grasa para que el animal afronte el frío y no caiga la puesta, “éste vale dos o tres céntimos más el kilo de pienso”.

La gallina se mantiene en la explotación hasta que tiene unos 22 meses, después se manda a matadero. Cuando esto sucede, Víctor limpia las instalaciones donde ha estado ubicado dicho lote, las desinfecta y las pinta para acoger a los nuevos animales que llegan con unas 18 semanas de vida, edad a la que empiezan a poner huevos.

Víctor Compán clasifica los huevos con una calibradora para luego envasar según su tamaño / Javier Alonso

Víctor lleva solo su granja avícola así como se encarga también de la confección y comercialización de los huevos. Sobre las ocho de la mañana llega a sus instalaciones, saca a las gallinas, revisa los bebederos y que no haya fallos en la nave. A continuación, inicia la ruta de reparto, que abarca establecimientos de la Alpujarra, el poniente almeriense, la zona de Río Nacimiento y Almería capital. Sobre las cuatro de la tarde regresa a la explotación, suele echar algo de verdura a los animales en el exterior y entonces marcha a sacar los huevos de la nave a través de una cinta transportadora que conduce hasta la calibradora. Con esta los clasifica por tamaños y los envasa de acuerdo a los pedidos, bien en estuche para tiendas o en cartones para restauración, y los carga en la furgoneta para el reparto al día siguiente.

El precio de los huevos sube pero lejos de la escalada de los costes

El precio de los huevos en España subía un 26,9% a cierre del pasado año respecto al anterior hasta situarse en los 111,93 euros el kilo, según un informe elaborado por Plataforma Tierra de Cajamar, si bien siguen estando un 23,8% por debajo que la media en la Unión Europea. Pero la tendencia alcista y volatilidad en las cotizaciones de los cereales y oleaginosas mantienen el aumento en los costes para elaborar los piensos compuestos para el sector avícola. Asimismo, también el aumento de costes de la energía (+297,47% en un año) empieza a afectar negativamente a la rentabilidad de las explotaciones avícolas de ponedoras. En este sentido, el documento indica que la variación de coste del pienso es de un +38,1% respecto a la media de los cinco años anteriores. Finalmente, el informe expone entre los retos controlar las medidas de bioseguridad en las granjas para controlar los brotes de gripe aviar en España.

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