Los costes marcan una campaña estable en producción y ventas
Análisis de la temporada hortofrutícola de Almería 2020-2021 de Cajamar
El informe de Cajamar señala una producción de 3.509.459 toneladas (+0,6%) que propicia unos ingresos de 2.295,5 millones de euros (+0,17%), mientras los gastos se incrementan un 3,3%
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Almería/“Las explotaciones agrícolas pierden rentabilidad y el reto está en mejorarla”. Esta es una de las reflexiones de Roberto García Torrente, responsable de Innovación Agroalimentaria de Cajamar, tras la presentación del Análisis de la campaña hortofrutícola de Almería correspondiente a la campaña 2020/21. El otro objetivo al que hace referencia es a la mejora de la sostenibilidad del modelo agrícola: “Estamos en el camino, el mejor ejemplo es el control biológico. Ahora hay que trasladarlo al manejo integral del suelo como ente vivo y, por otro lado, todo lo que era residuo transformarlo en otro producto”; García Torrente añade que hay que seguir avanzando en el desarrollo de nuevos alimentos que aprovechen todos los componentes de las hortalizas de destrío y en la introducción masiva de nuevas tecnologías digitales en el campo almeriense.
El impacto de la COVID y, con ello, la subida de los costes de producción son dos de los factores que han repercutido en la temporada agrícola 2020-2021 y llevan a la actual situación de incertidumbre. La pandemia irrumpía provocando un aumento del consumo de frutas y hortalizas, si bien este ha empeorado en la segunda mitad de año, según expone el director de Innovación Agroalimentaria de Cajamar. Respecto a los costes de producción se han incrementado un 3,3% de manera global; sobre todo, se ha encarecido el plástico, en un 12,5% pasando de los 2,7 euros el kilo en la campaña 2019-2020 a 3,04 euros de media en la pasada; la energía, en un 12%, si bien la subida mayor se generaba a partir de este verano y cómo afecta se vislumbrará en el informe del actual ejercicio agrícola; el agua, en un 1,2%; las semillas, en un 1,9%; los fitosanitarios, en un 1,7%; y los fertilizantes, en un 8,7% si bien esta temporada será peor, ya que según García Torrente, en este mes respecto al mismo de 2020 ya se han encarecido un 80%. En cuanto a la mano de obra, el aumento del coste ha sido menor que años anteriores, así del 1,8%, si bien hay que tener en cuenta que en tres años ha registrado un alza del 25% tras la subida del salario mínimo interprofesional que tuvo lugar en la campaña 2018/2019. “Parte de esas subidas ya se han trasladado al sector durante la primera mitad de 2021, pero durante los últimos meses el proceso se ha acelerado con un incremento del 44% desde el mes de junio”. Pero no solo el agricultor padece esta situación, estos incrementos se dan también en la manipulación y comercialización.
En términos generales, la campaña 2020-2021 cerraba con una marcada estabilidad en las principales cifras del sector en cuanto a volumen de producción, ventas y valor generado, aunque el comportamiento de los diferentes productos ha sido desigual en función del volumen de oferta disponible y del comportamiento de los mercados de destino en las diferentes fases de la campaña, y los precios medios han experimentado fuertes oscilaciones a lo largo del período.
En cuanto a la superficie crece un 1,6%, sobre todo en la zona de Levante, hasta las 32.554 hectáreas. Sin embargo, la superficie cultivada total, teniendo en cuenta de forma conjunta los ciclos de invierno y primavera, aumenta de forma significativa (+5,3 %), y alcanza las 64.672 hectáreas. Destacan fundamentalmente las nuevas plantaciones de sandía (+17,2 %) y melón (+16,2 %), impulsadas por los buenos resultados obtenidos en la campaña 2019-2020. Otros cultivos, como calabacín (+5,9%) y pimiento (+2,6%), también incrementan su superficie, mientras que cae la de berenjena (-4,8%), la de pepino (-1,3%) y continúa reduciéndose la extensión del tomate (-2,7%), aunque a menor ritmo que en campañas anteriores.
La evolución dispar de los precios a lo largo de la campaña y las inclemencias meteorológicas puntuales han impedido que este crecimiento de las hectáreas en cultivo se traslade en igual medida al resto de variables del sector. Así, la producción global de la horticultura bajo plástico aumenta un 0,6% y suma 3.509.459 toneladas. Mientras que los ingresos totales obtenidos apenas suben un 0,17% y se sitúan en 2.295,5 millones de euros.
El aumento de la superficie destinada a cultivos explica el notable incremento del volumen cosechado final, como sucede con la sandía (+17,5%) y el melón (+16,2%), mientras que se reducen considerablemente las producciones de tomate (-7,3%), berenjena (-6,1 %) y pepino (-4,9%).
Todo ello ha influido en el valor final de la producción, que desciende en aquellos productos que han visto crecer su producción sin que le acompañen las cotizaciones medias durante el ciclo de primavera, como sandía (-18,2%) y melón (-15,4%); y crece ligeramente en aquellos otros que experimentaron cierta merma productiva en las primeras semanas de 2021 a consecuencia del frío, como berenjena (14,36%) y pimiento (8,8%).
En la pasada campaña se exportaban 2.740.895 toneladas de frutas y hortalizas desde Almería, un 0,6% más, casi el 80% del total de la producción, y se alcanzaba un valor de la comercialización de 2.937,9 millones de euros (+2,5%), lo que supone un nuevo máximo en la serie histórica. Con 578.281 toneladas, el pimiento sigue liderando las exportaciones almerienses con el 21,1% del total; mientras que el tomate, que ha llegado a representar más del 26% de las ventas al exterior, supone en la actualidad menos del 14%.
De los principales destinos de exportación para el sector, Alemania, Francia, Reino Unido y Países Bajos, eran precisamente las remesas enviadas al mercado británico las que experimentan un mayor crecimiento tanto en volumen (+4,9%) como especialmente en valor (25,8%), a pesar de la incertidumbre generada por el temor a las consecuencias de su salida de la Unión Europea. Centrándose en las ventas al grupo de la Europa Ampliada, subía un 9,2%, tras el retroceso sufrido en la campaña anterior, por ejemplo, Polonia y República Checa incrementaban sus compras en Almería un 6,2% y 2,6%, respectivamente.
Otra tendencia que se va consolidando es la progresiva ampliación de los calendarios de exportación, observándose los mayores crecimientos en los primeros meses de la campaña y al final de esta.
El control biológico se recupera
En la pasada campaña fueron 26.288 hectáreas de superficie cultivada con técnicas de control biológico, un 6,3% más, esto supone un dato significativo tras años de descenso. Según el informe de Cajamar, el 50,1 % de la superficie cultivada bajo plástico lo hace bajo los protocolos de control biológico; por cultivos, el pimiento se sitúa en el 99,6%, la berenjena, pepino y tomate están por encima del 60 % y calabacín, melón y sandía, por debajo del 20%. La mayor superficie cultivada con estas técnicas ha incrementado el coste medio por hectárea de esta partida en un 2,3 % respecto a 2019-20, con un gasto medio de 1.183 euros.
Empleo más continuo
El número de personas afiliadas en el sector agrícola almeriense continúa con la tendencia positiva iniciada años atrás. Durante 2020/21 el número total de trabajadores se ha incrementado en un 0,8 %, hasta los 74.084 trabajadores afiliados -según el promedio mensual durante 2020/21-, incremento muy similar al que tuvo lugar en la campaña anterior (0,9%). Según los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, se ha producido una mayor contratación en los meses de junio y julio, principalmente de aquellos contratados por cuenta ajena, por lo que la diferencia entre el mes con más y menos trabajadores es de 9.000 personas.
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