Charros Ovo Road Bar: De la Avenida Cabo de Gata a las puertas del Parque Natural

Hostelería

Las costillas más sabrosas de la gastronomía almeriense ahora se sirven en el Paraje del Huevo

El histórico bar del final del Paseo Marítimo emigró en septiembre de 2022 por las obras de ensanche de la ciudad

Los ‘Charros’ apaga sus brasas

Los Charros 365 Brasería, en imágenes
Pablo hace ahora las clásicas costillas del bar en la nueva parrilla del bar en el Paraje del Huevo. / JAVIER ALONSO

El Paseo Marítimo de Almería quedó huérfano de uno de sus símbolos gastronómicos en septiembre de 2022 y todavía lo añora. Ese fue el último fin de semana en el que las brasas del histórico Bar Charros saciaba el apetito de clientes, convertidos en amigos para los dueños, a base de costillas y alitas. ¡Aquellas paredes, además de olor a churrasco, emanaban historia a través de cada de los objetos marineros que decoraban el chiringuito!

El necesario ensanche de la ciudad se topó con aquella pequeña casetilla, con una barca en su puerta, que sólo abría los veranos. Pero una vez que abría, le faltaban horas al día para atender a todos los que allí querían tapear. Recuerda Isabel, la dueña, que cuando abrieron sus puertas a comienzos de siglo, las cañas de la vega eran aún el entorno que veían por las ventanas y que guiaban a los conductores por la Avenida Cabo de Gata hacia la Universidad y Costacabana. Lo que ha cambiado la cosa, hoy la Vega [ahora con mayúscula porque ha dejado de ser campo para convertirse en nombre propio de zona urbanística] es uno de lugares preferidos por la juventud almeriense para irse a vivir. Y precisamente por esa necesidad de urbanizar y darle un toque señorial al Paseo Marítimo y toda su zona aledaña, el Bar Charros fue expropiado. Una pala engulló su estructura, con la misma voracidad que sus clientes clavaban sus colmillos en esas costillas a la brasa, en cuya salsa estaba el secreto de su exquisitez.

"Mucha gente pasa y al ver el cartel nos pregunta si somos los de ‘Charros’ de toda la vida” — Isabela Herrada - Gerente

Ya se sabe, a rey expropiado... El Charros está de vuelta, con nuevo nombre y nueva ubicación, pero con la misma amabilidad y cariño con los que la familia Herrada trataban a su clientela. Como cada año, el Charros de la Rambla Alfareros era el refugio de invierno. Entre tapa y tapa, ración y ración, caña y caña, Isabel aprovechaba para encontrar el lugar ideal en el que reubicar el negocio veraniego. Y fíjate que tú que de la Avenida Cabo de Gata han pasado a las puertas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Concretamente al Paraje del Huevo, un cómodo y tranquilo rincón junto a Pujaire, donde había un local que se ha transformado en el Charros Ovo Road Bar.

“Cuando nos expropiaron, empezamos a buscar un sitio, que queríamos que estuviera cerca de la costa. Mira, encontramos este pequeño local, en mitad del campo, que tiene su encanto y es perfecto para nosotros”, reconoce Isabela, que ya conocía el paraje y lo ha estudiado bien antes de iniciar el traslado: “Aquí antes estaba el Bar Alameda de Hércules, era un lugar de parada para el autobús que iba a Cabo de Gata donde ponían desayunos, patatas, huevos conejo... Vamos, que antes las brasas no eran la especialidad y poco a poco nosotros lo vamos transformando”, dice satisfecha la propietaria.

Añoranza al pasar por el solar del viejo ‘Charros’

A toda la familia Herrada se le sigue haciendo un nudo en la garganta cuando pasan la rotonda de Nueva Almería y se dirigen adonde estuvo dos décadas su querido chiringuito. Es imposible que Isabel no vea feo un lugar que llenaba de vida su Charros. “Me da lástima cuando paso por el solar donde estuvimos trabajando tantos años. Para mí es como pasar por donde estuvieron las Torres Gemelas, hay un hueco que difícilmente podrá llenarse”, dice con respeto la almeriense, pero poniendo un ejemplo de la añoranza que siente su corazón. Por eso, por innovar y tratar de pasar página, Charros Ovo Road Bar tiene nuevas tapas como huevos con jamón o papas a lo pobre, además de tener muy claro que “no descartamos volver, pero ahora mismo estoy a gustico donde estamos”. Mucha suerte.

Este es su segundo verano en aquel Paraje del Huevo. Había una mezcla de expectación y miedo cuando abrieron sus puertas. No sabían si la fidelidad se iba a perder a culpa de los kilómetros. Pero ya se sabe que al olor de las sardinas... mejor, dicho de las costillas. “Nos fue sorprendentemente bien en 2023. La gente pasaba y nos preguntaba si éramos los mismos que el Charros de toda la vida y se paraban. Además, también hemos ganado nuevos clientes de toda la zona de Cabo de Gata y del camping”, asegura Isabel que ya pudo comprobar este viernes que la campaña que se avecina va a ser igual o mejor. Incluso con el subidón de la victoria de España ante Alemania, la gente aparcó las ganas de fiesta para primero frente al crepitar de unas brasas que han vuelto a encenderse como si las de un estadio olímpico se tratasen: “Este año se ha retrasado un poco la campaña de verano un poco porque es verdad que no terminaba de hacer calor. Ahora ya sí se ha metido y esperamos el tirón fuerte, porque también llegan los turistas y se produce el cambio de residencia vacacional de muchos almerienses”, que están invitados al Charros Ovo Road Bar: “Éste es un rincón para disfrutar, estamos muy tranquilos, cerca del Parque Natural y del mar, pero alejados del bullicio”. 

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