Los centros agrícolas se enchufan al sol

Almería/El número de instalaciones en autoconsumo conectadas a red, es decir, de consumidores de la red eléctrica que generan su propia electricidad a partir de energía solar para autoconsumirla y reducir su factura eléctrica, se estima para Almería que supera las 2.293 con una potencia instalada de más de 31,28 MW (megavatios) a fecha de 30 de junio del presente ejercicio según datos de la Agencia Andaluza de la Energía, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que seis meses antes eran 1.312 instalaciones de autoconsumo con una potencia instalada de más de 23,581 MW. Y es que el autoconsumo energético está dejando de ser una opción y se ha convertido en una necesidad para hacer frente a dos desafíos: la lucha contra el cambio climático y la dependencia energética, que ha llevado los precios de la electricidad a máximos históricos.

Uno de los sectores que está pujando por generar y consumir su propia energía es el sector hortofrutícola. Si bien es cierto que los invernaderos de esta tierra, gracias a su ubicación, son conocidos como invernaderos solares aprovechando cada rayo de luz solar, ahora esto también se traslada a los centros de oficinas y manipulado.

A finales de abril, empresarios, regantes, ecologistas y banca sellaban un manifiesto para el impulso del autoconsumo energético mediante renovables en Almería. En el marco de esta alianza, Luis Miguel Fernández, gerente de Coexphal, exponía que más de la mitad de las empresas de la asociación almeriense, que son más de 80, cuenta ya con proyectos de autoconsumo en algunos de sus centros y el resto de organizaciones de productores esperaba a los fondos operativos del próximo año para implantarlos; “en menos de tres años las instalaciones están amortizadas”, apuntaba Fernández.

Francisco Ibáñez, responsable del Área de ingeniería de Proyecta Ingenio S.L., ve en el autoconsumo energético una solución rápida y eficaz para amortiguar los incrementos de costes del último año y es que, centrándose en el sector agroalimentario y hortofrutícola y cercando al campo, solo el gasto en energía ha aumentado un 221% interanual a fecha de mayo, como explicaba durante su intervención en una jornada divulgativa enmarcada en el manifiesto de los distintos agentes para el impulso del autoconsumo. Para Ibáñez el objetivo es que entre el 70% y 80% de energía que consuma un centro venga del autoconsumo, “esto nos lleva a un ahorro sobre el consumo de energía de entre el 25% y 40%, que incide en la reducción de gases de efecto invernadero y tiene unos plazos de recuperación de la inversión en el entorno de los 4 o 5 años”, si bien hay que elaborar previamente un perfil de consumo teniendo en cuenta tamaño del centro, turnos de trabajo, iluminación, etc. Este experto en energías renovables mira hacia las comunidades energéticas como una opción para la producción y consumo compartido de energía renovable.

Como ejemplo de caso de real de autoconsumo en el sector agrario, el responsable de Proyecta Ingenio citaba Vicasol. Desde el 2020 la cooperativa viene haciendo una apuesta muy clara por la energía fotovoltaica para autoconsumo en sus tres centros, así a la instalación fotovoltaica en Vicasol 1 en Puebla de Vícar con 615 KW (kilovatios) sumaba dos más: “Puso en marcha dos instalaciones que concluyeron en 2021. En Vicasol 2 en La Mojonera se instaló una planta de 615 KW en enero del pasado año en cuya recta final acabó otro proyecto de características similares en Vicasol 3 en El Ejido. Estas tres instalaciones en conjunto suman 1,85 MW de potencia instalada. Ello ha supuesto un ahorro sobre el consumo de entre el 30 y el 35% y en equivalente ha dejado de emitir 631 toneladas de CO2”. Pero Vicasol no se frena aquí, de este modo tiene ampliaciones en marcha del orden de 450 KW más en Vicasol 1 y 2 y de 250 en Vicasol 3, lo que le llevaría a una potencia total proyectada de casi 3 MW. “Una vez finalizadas estas actuaciones, estarán terminadas para fin de año, esperamos producir entorno al 50% de la energía eléctrica que consumimos, lo que supone un ahorro importante en la factura eléctrica”, señala el gerente de Vicasol, José Manuel Fernández.

Por otro lado, desde la cooperativa también invitan a sus agricultores a sumarse al autoconsumo energético: “En Vicasol también estamos animando a nuestros agricultores a que inviertan en instalaciones fotovoltaicas. Si están bien dimensionadas la recuperación de la inversión es relativamente rápida. Los ahorros que puede tener el agricultor son considerables. Es esta una actuación que se está generalizando y que los agricultores de la Organización de Productores Vicasol pueden financiar mediante su inclusión en los programas operativos que desarrolla la cooperativa”.

Las comunidades de regantes tampoco se quedan atrás y ahora darán un nuevo impulso gracias al plan de modernización de regadíos contemplado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Tomando como referencia los datos de la comunidad de regantes Tierras de Almería, en julio de 2020 su factura de electricidad ascendía a 50.000 euros, ahora es de medio millón de euros. Otro dato: extraer agua del pozo costaba antes unos 7 céntimos, el pasado mes de agosto en torno a 70 céntimos.

Para intentar paliar los costes energéticos, los regantes han encontrado camino en las energías limpias. Desde hace dos meses esta comunidad cuenta con una planta fotovoltaica para autoconsumo de 100 kilovatios con la intención de contar con todas las que puedan según les permita el precio del suelo. Pero no es solo esta comunidad, otras como Sol y Arena o Solponiente están inmersas en el mismo camino.

Del mismo modo que ya están haciendo a título privado las comunidades, desde la Federación de Regantes de Almería (Feral) demandan, desde años atrás, a las administraciones que las desaladoras funcionen con renovables aprovechando fondos como los Next Generation, lo que abarataría el precio del agua desalada. En este caso, su presidente, José Antonio Fernández, recordaba recientemente a Diario de Almería que la del Poniente ya contempla un huerto solar; “con ello se generaría un 30% de la energía que consume la planta lo que conllevaría un precio del agua sin subvención de entre 35 y 45 céntimos por metro cúbico”. También comunicó Aqualia una instalación renovable para Mar de Alborán.