Carboneras se despide de la última caldera que quedaba en pie en la central térmica

Energía

Los trabajos de desmantelamiento están al 75% y concluirán, si nada cambia, en poco más de un año

Así ha sido, en imágenes, la desaparición de la central térmica de Carboneras

La última caldera desapareció a mediodía del skyline de Carboneras
La última caldera desapareció a mediodía del skyline de Carboneras / Javier Alonso

Carboneras/Carboneras veía, en el mediodía de este jueves, caer uno de los colosos que quedaban en pie, la última caldera de la central térmica Litoral del municipio. Endesa ponía así fin a más de cuatro décadas de una infraestructura que fue vital en los primeros años de la democracia para abastecer la creciente demanda eléctrica en la zona.

La caldera del Grupo 1, de más de ochenta metros de altura, entró en funcionamiento en 1985 y con su demolición en la jornada de este jueves pone fin a una de las tareas más laboriosas para la energética, pues su construcción, principalmente en metal, ha propiciado que se deban realizar análisis exhaustivos sobre las vibraciones que provocaría su caída, la secuencia de demolición, la dirección de caída, las medidas mitigadoras necesarias, o la puesta en seguridad de todos los elementos y estructuras circundantes.

Desde una plataforma privilegiada, un grupo de afortunados, expertos en la materia, pudo asistir a la seguidilla de explosiones provocadas por los 260 detonadores y 175 Kg de explosivo y 158 cargas de cortes lineales, que dejaron la estructura en un minúsculo esqueleto en menos de cinco segundos. Lo tuvieron que hacer a una considerable distancia, 400 metros, para evitar riesgos durante el proceso.

Esqueleto en el que quedó reducido la caldera.
Esqueleto en el que quedó reducido la caldera. / JAVIER ALONSO

Antes de la voladura, la responsable de los proyectos de desmantelamiento térmicos de Endesa, Beatriz Muñiz, aseguró que “tras la paulatina demolición a lo largo del pasado año de la otra caldera y la propia chimenea de la central, la voladura de hoy (por ayer) supone no solo un hito técnico, sino un cambio en el horizonte de Carboneras”.

El desmantelamiento estará acabado el año que viene

A preguntas de los periodistas, Muñiz quiso poner fechas para cuando se culminará el desmantelamiento de esta infraestructura. Será en el segundo trimestre de 2026, en poco más de un año, cuando acaben los trabajos que comenzaron una vez la central dejó de operar a finales de 2021. Esta fecha se enmarca dentro del plazo que se marcó la compañía una vez pulsó el ‘botón de apagado’ de la instalación, que contemplaba un desmantelamiento total en, a más tardar, seis años.

Será este el final de una época, tras haber producido durante sus cuatro décadas de vida 183.628 gigavatios hora (GWh), el equivalente a lo que consume toda Andalucía en cuatro años y medio. Si fue el contexto de una época el que la hizo necesaria, con la demanda de tener más potencia, es otra situación, la de conseguir una energía más limpia, la que ha acabado con ella.

¿Qué queda por desmantelar?

Tras esta última voladura de la caldera del Grupo 1, solo queda en pie la nave de tolvas y la cinta que un día transportó el carbón, para cuya demolición se analizará el método de ejecución más oportuno.

“La central arrancó en 1984 en medio de una crisis de petróleo y cuando el carbón tenía un papel fundamental. Ahora, el futuro es eléctrico y renovable”, dijo Rafael Sánchez Durán, director general de Endesa en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, a Diario de Almería en el momento en el que se materializó el principio del final.

El skyline de Carboneras cambia para siempre dentro del objetivo de lograr un escenario neutro en carbono en 2050, y al que Endesa se quiere adelantar en, al menos, una década. Esta no ha sido la única central que ha cerrado con el paso de los años, pues Endesa ha clausurado otras infraestructuras como la de ndorra (Teruel) o Compostilla (León).

La mano de obra de Almería, clave en el proceso

En un comunicado posterior a la desaparición de la caldera, Endesa ha recalcado su intención de apostar por el empleo local en la zona para acabar con la central térmica que tantos puestos de trabajo creó durante décadas. Así, la encargada de llevar a cabo esta labor está siendo la UTE Lecalde, formada por la empresa almeriense Caldererías Indálicas y la empresa vizcaína Lezama Demoliciones, especialista en desmantelamientos industriales.

Expectación frente a la caldera para verla caer.
Expectación frente a la caldera para verla caer. / JAVIER ALONSO

Para realizar estos trabajos, se está empleando a 170 personas, un equipo humano que “procede en su mayoría de antiguas empresas contratistas o de residentes de Carboneras y su entorno”, según destacan, lo que en porcentaje implica el 53% de mano de obra local. A su vez, más de 300 personas están recibiendo cursos en energías renovables.

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