El campo de Almería siempre responde: ¿por qué se produjo la falta de abastecimiento?
Agricultura
El suministro a Europa, principalmente a Reino Unido, vuelve a su rutina tras la caída productiva debido a causas diversas
La provincia ya trabaja en el cultivo primaveral: melón y sandía
La bonificación del agua desalada, "seguridad y estabilidad" para los regantes de Almería
Hace unas semanas se daba la voz de alarma: algunas cadenas de supermercados británicas habían comenzado a racionar hortalizas españolas ante la falta de suministro. Era algo que podía ocurrir, el comportamiento inusual de la campaña, con un comienzo muy productivo, y un repentino impás producto del cambio de temperatura.
En Almería nadie se rasgó las vestiduras, no hubo una palabra más alta que otra, sólo un mensaje de los productores llamando a la calma. A trabajar se ha dicho. Los profesionales del sector hortofrutícola sacaron lo mejor de sí, para sobreponerse a las circunstancias y tras las semanas de frío, volvió la calidez al invierno y se recuperó en parte la producción que había faltado entre la semana quinta y la séptima, cifrada en torno al 20% en tomate, pimiento, pepino o calabacín.
Los suministros vuelven a estar en tiempo y forma. El campo almeriense ha sabido responder como lo suele hacer, con eficiencia, y cumplirá con sus clientes. Juan Carlos Pérez, codirector de la Cátedra Coexphal-UAL, lo explicaba para Diario de Almería. “Poco a poco se ha ido recuperando la normalidad, se ve en los precios cómo han caído desde la octava semana. La bajada brusca de las temperaturas de esta última semana también puede afectar próximamente, pero será algo coyuntural. Ahora ya estamos produciendo las nuevas cosechas de primavera y comenzarán las exportaciones de melones y sandías. Por parte de Almería no va a haber ningún tipo de problemas”, aseguraba Pérez, que quería puntualizar que la provincia tiene la cuota máxima de mercado en calabacín, pepino, pimiento, melón y sandía, pero no así en tomate, que ha sido uno de los productos que más notaron en el resto de Europa su falta de suministro.
“¿Quiénes son los principales suministradores del Reino Unido? Almería es muy representativa en cuanto a pimiento, calabacín, berenjena, o productos de los cultivos de primavera. Sin embargo, en el caso del tomate, Almería (10%) ya no es el principal suministrador, tiene un porcentaje residual, sino que son Holanda (35%) y Marruecos (35%). En los últimos años ha cambiado el panorama completamente”, aseguraba el codirector de la Cátedra, que indicaba que el descenso en la superficie de tomate en Almería en los últimos años es patente, como consecuencia del aumento paulatino de los costes, que ha provocado una auténtica asfixia en los agricultores.
Entonces, junto a las olas de frío de las últimas semanas, también hay que mirar a otros mercados productores, que han dejado de cumplir con sus compromisos. “Para llegar a esta situación, confluyeron varias causas de forma genérica en el mismo momento. La principal está claro que fue el tema meteorológico, con una caída brusca de los termómetros. Nuestros productos son muy sensibles a estos cambios. Tanto aquí como en el norte de África produjo desajustes entre oferta y demanda”, a lo que hay que unir a la inflación que está viviendo Marruecos: “La gente se está empezando a quejar y parte de la producción que se llevaba a los países limítrofes, se la están quedando en Marruecos, lo que ha provocado que caiga la oferta para intentar contener el aumento de precios de alimentos tan importantes como son las hortalizas”, explicaba Pérez.
¿Recuperará Almería su liderazgo en la exportación de tomate?
Son ya ocho campañas en las que Almería cae en el cuota de mercado del tomate. Marruecos, entre otros, ha aprovechado para quitarle el liderazgo a la provincia, que poco a poco parece ir conteniendo su bajada. “Nos vamos estabilizando, aprovecharemos el eco y ciertas variedades que tenemos, además del mercado interior. El porcentaje del destino nacional está aumentando, estamos mejorando las variedades de sabor, que tienen más recorrido a nivel nacional y esto hará que lo que perdamos en exportación, se compense con el mercado español. Espero que terminemos por establecer un mínimo basal, que será parecido al que tenemos ahora: hemos exportado 382.000 toneladas y en la última campaña 385.000”.
Al investigador almeriense le llama la atención que la falta de suministro haya sido con el Reino Unido y de otros mercados no se haya escuchado nada. “Todo se ha focalizado allí, es un país que tiene unas características muy concretas. Seguramente haya habido interfases coyunturales en otros puntos. Ya sabemos que Alemania representa el 35% de los envíos totales de Almería, pero no se ha notado. Tampoco se ha escuchado nada de Francia, por ejemplo. Reino Unido era un mercado muy apetecible para el exportador almeriense, pero en los últimos años ha primado el precio y la relación de largo plazo se ha ido perdiendo”.
Los cultivos de primavera ya están puestos y hay incertidumbre en el productor después de que el año pasado, la meteorología jugara una mala pasada. “Esperemos que no sea como hace justo un año, cuando hubo unos desajustes enormes por cuestiones meteorológicas, lo que provocó una caída de la producción de en torno al 30-40%, fue una bajada increíble. A veces, aunque suban los precios, no compensa con el ingreso que recibes. Esperemos que esta primavera no sea tan pronunciada”, y se viva un final de campaña tranquilo para salvar un año que ha resultado singular.
Precios altos animan a pensar en otra campaña muy positiva
Después de un comienzo de campaña irregular, marcado por una pronta producción y precio bajo, la cosa cambió tras la Navidad. Con el fin de los cultivos en el norte de Europa y la llegada del frío, los precios subieron súbitamente. “En la semana cinco se estaba buscando producto y no se encontraba. Esto hizo sobrecalentar el mercado en origen. Realmente, el precio al que se estaba pagando la hortaliza en origen, no representaba el valor real. Esto es típico, en cuanto hay una mínima carencia, se sobrecalienta el mercado”, comentaba Juan Carlos Pérez, explicando esa subida tan destacada que sufrieron la mayoría de los productos de la huerta almeriense.
Aunque han bajado ligeramente, los precios se mantienen altos y esto anima a pensar que la campaña puede ser nuevamente muy positiva, pero no hay que olvidar otras variables, como los altos costes de los insumos. “Hablamos de un incremento de precios en torno al 16%, un descenso de la cantidad de comercialización de un 5% y un incremento del valor del 10%. Ahora hay que tener en cuenta el incremento de los costes, a los que también les hacemos un seguimiento y rondamos el 15% de incremento. Hay que estar pendientes también de la primavera, que será la que marque si se salva o no la campaña”.
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