El campo almeriense se anima con la primavera: "Hay muchísima sandía plantada"

Agricultura

Las previsiones apuntan a un crecimiento importante de la superficie cultivada tras un otoño-invierno de mucha virosis

Almería prevé un 25% más de melón

Raúl Gómez, agricultor de La Mojonera, muestra las primeras flores de sandía de la temporada.
Raúl Gómez, agricultor de La Mojonera, muestra las primeras flores de sandía de la temporada. / Javier Alonso

La primavera ha alterado la sangre del campo almeriense. Mejor dicho, los cultivos del ciclo primavera-verano han animado a los productores de la provincia después de pasarlo realmente mal por las plagas esta campaña. Han sido meses duros, de llegar una mañana sí y otra también al invernadero, y ver al dichoso trips o al indeseado virus del rugoso campando a sus anchas y destrozando el trabajo y las ilusiones de la campaña.

Ahora, ante la inminente llegada de la estación primaveral [será el próximo jueves 20 de marzo], el campo almeriense parece haber retomado los ánimos, da la sensación de que este año se esperaba como agua de mayo [o de marzo, en este contexto de sequía estrema la lluvia viene bien en cualquier momento] el comienzo de las plantaciones de melón pero, sobre todo, de la sandía. De hecho, son muchos los agricultores que ya arrancaron las matas del cultivo de otoño y ya tiene sembrado y los abejorros echados para empezar a recoger, si todo va bien, para mitad de abril.

“En condiciones normales para el 15 de abril se deben empezar a ver las primeras sandías. Es verdad que el tiempo que hemos tenido esta semana no ha sido bueno, sobre todo para quien ya ha puesto las colmenas, que son muchos agricultores almerienses”, puesto que con la lluvia el abejorro no trabaja y, por lo tanto, no poliniza y se desperdicia la flor. “En cuanto salga el sol y se recupere el ritmo de maduración y de crecimiento, volverá la normalidad”, apunta Andrés Góngora, secretario provincial de COAG Almería, que hace hincapié en el mes de mayo como el más importante para la producción de sandía: “En abril habrá, pero no suele haber tanto volumen como veremos en mayo”.

Las primeras sandías almerienses llegarán a las cooperativas en torno al 15 de abril

El volumen de producción que se espera este año es importante, quizás de las más destacadas de las últimas campañas. Aunque hablar y hacer cábalas en la agricultura es muy complicado, puesto que hay mil factores que pueden echar abajo las plantaciones, lo cierto es que las previsiones son halagüeñas. Sin ir más lejos, Góngora habla de un “avance importante” en la superficie plantada de sandía, en torno al 10%, que puede llegar a significar tener cultivadas unas 10.000 hectáreas de invernadero. “Es muchísimo, no metemos prácticamente en un tercio de la superficie invernada de la provincia”, asegura dejando claro que no son estadísticas oficiales, sino que la percepción que los miembros de las organizaciones agrarias tienen fruto del día a día con los agricultores.

Sandía rayada.
Sandía rayada.

Como cualquier decisión que se toma en el campo, son varios los factores que se toman en cuenta a la hora de decirse y arriesgar el capital para iniciar una plantación. Andrés Góngora cree que en esta campaña el tema de las plagas y la virosis ha afectado de sobremanera a los cultivos de otoño. “El Parvispinus ha provocado que agricultores que se dedican fundamentalmente al pimiento, con ciclo largo, este año no hayan podido terminarlo y hayan tenido que dar por finalizada la campaña antes de tiempo. Ante esto, no les queda otra que irse a un segundo cultivo y, de forma bastante generalizada, apuestan por la sandía, sobre todo en el poniente”, indica el secretario de COAG, que también apunta a que otro cultivos, como el calabacín o el pepino, también han sufrido con las plagas y este 2025 ha sido práctica común entre los invernaderos de la provincia apostar por la fruta de verano por antonomasia, la sandía: “Habrá que ver luego cuántas toneladas somos capaces de producir, cuánto rendimiento sale de cada estadía, pero sí que hemos visto ese avance importante, incluso ya con sandía muy temprana”.

El agua, factor fundamental

Lo cierto es que la tormenta, sobre todo con el agua caída estos últimos días sobre la provincia, parece perfecta. A la necesidad de tener el invernadero en funcionamiento, se le unen las lluvias de los últimos días que han llenado balsas y han servido para paliar parte del problema estructural que tiene todo el sureste español con la sequía. Aunque en lugares de la provincia sí ha caído con más virulencia, sobre todo en Sorbas el pasado miércoles, esta borrasca ha servido para darle un buen remojón a todo el campo y hasta poblar las cumbres de nieve, algo que los acuíferos demandan y necesitan.

“El factor del agua siempre es fundamental, sobre todo en los cultivos de primavera. La sandía, principalmente la tardía, así como el calabacín, son cultivos que consumen mucha agua. Las temperaturas ya son muy altas, los días son más largos y la finca demanda bastante agua. Parece que en este año hemos sido capaces de solucionar algunos problemas y eso también ha animado a algunos agricultores a sembrar”, decía Góngora, que ponía como ejemplo a la CUCN y su nueva balsa, que va a servir para que todo el Campo de Níjar tenga agua cuando la demanda del agricultor sea más alta y la desaladora de Carboneras no sea capaz de suministrar todo lo que se necesita.

Sandía temprana: mucho trabajo y poco precio

Tradicionalmente, las primeras sandías que llegaban a los lineales de los supermercados eran las almerienses. Los invernaderos de la provincia surtían a toda Europa de esta fruta a mediados de abril, puesto que la climatología aquí ya permitía llevar a las cooperativas los primeros kilos de la temporada. Sin embargo, Góngora denuncia que esta situación ha cambiado, perjudicando al producto almeriense, y que la sandía temprana ha perdido su valor por culpa de la importanción de terceros países: “ Históricamente hemos tenido la percepción de que la sandía temprana era un valor seguro. Llevamos unas campañas que ya no es así, que pronto los precios se vienen abajo y valen más en mayor que en abril. Nuestra percepción es que se está importando desde países como Senegal, de mucha menor calidad, y esto nos ha hecho perder la exclusividad”, critica.

Andrés quiso también acordarse de la sandía y los cultivos del levante almeriense, al aire libre la mayoría. “Ha llovido bastante por esa zona y creo que eso va a animar bastante a los agricultores para que pongan sus cultivos. Por Cuevas, Villaricos, Huércal-Overa o Pulpí, la sandía y el melón es un poco más tardío que en la zona del poniente o de Níjar. Todavía les queda mucho por sembrar, la situación del regadío es cierto que en esta zona está comprometida, pero se van dando pasos con las aguas alternativas. Creo que es fundamental que finalice la obra de reconstrucción de la desaladora del Almanzora cuanto antes”, pedía.

Con todo el campo ya sembrado o en visos de ir al semillero a por la planta, ahora los agricultores esperan que los precios acompañen y que la ilusión con la que han afrontando esta plantación, se torne en beneficios. “La sandía es el producto cuyo consumo más relación tiene con el clima. En Centroeuropa, incluso en España, cuando viene un fin de semana soleado después de mayo, el consumo se dispara. Y eso el supermercado le gusta”, y a los clientes les gusta el frescor y el sabor tan agradable que deja esta fruta que, estos días, aún depende del trabajo del abejorro. ¡Manos, o aguijón, a la obra!

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