El campo de Dalías planta su pimiento temprano

Agricultura

Los agricultores de la zona más occidental de la provincia ponen sus primeras plantaciones, que comienzan a recoger en agosto

El agua de riego de la zona le dan un sabor y un grosor especial

'Biofábricas’ de enemigos naturales para invernaderos

Jerónimo Barranco muestra algunas de las matas de pimientos recién plantadas en su invernadero. / Rafael González

Dalías/La mañana era ciertamente calurosa. No tanto como en los meses en los que se empiezan a coger los primeros pimientos en Dalías Dalías(finales de agosto y principios de septiembre), pero hacía bochorno. Bochorno que, en consonancia con las nubes que empezaban a bajar desde el Arroyo de Celín, amenazaban lluvia.

“La lluvia viene realmente bien para el campo y ayuda a que se recarguen los acuíferos, que han sufrido mucho durante todos estos meses”, comentaba el agricultor daliense Jerónimo Barranco, pero como en todo, hay un pero: “Aunque nos ha venido muy bien todas las lluvias de las últimas semanas, ahora necesitamos que pare para no tener que volver a blanquear el invernadero”, decía mirando las amenazadoras lluvias.

Y es que sus tres invernaderos están ya sembrados de pimientos california rojos y amarillos. Son los famosos pimientos tempranos de Dalías, los primeros que se plantan en la provincia de Almería y que marcan el comienzo de la nueva campaña.

La mata de pimiento, recién sembrada. / Rafael González

Son dieciocho mil metros de tierra los que tiene Jerónimo en el campo de Dalías, seis mil en la zona de El Llano y doce mil en La Vega. Las tormentas de las últimas semanas le han retrasado la siembra, que ha completado esta misma semana. Mientras que en la mayor parte agrícola del poniente (y de la provincia) todavía están recogiendo melón y sandía, o ya arrancado, en Dalías está todo preparado para que comience el ciclo de los pimientos.

“Ése es uno de nuestros ‘secretos’, junto con el agua y el clima. En primer lugar, yo pondría al agua, que tiene una conductividad de 0,3 y es perfecta para nuestro pimiento. Viene del Arroyo de Celín y se nota muchísimo en el desarrollo de la planta”, apunta este productor, que continúa con su explicación: “Igualmente, aquí el clima es muy bueno, suele hacer dos o tres grados menos que en El Ejido y en invierno algo más de frío, lo que evita que la planta se pare o tenga excesiva necesidad de agua. Y finalmente, el que todos los agricultores de la zona arranquemos a la vez y sembremos en torno a la misma semana, ayuda a que la proliferación de plagas no sea tan grande como en lugares donde unos plantan mientras otros arrancan”, puesto que la planta todavía está tierna y cuando se arranca mata infectada, los bichos buscan acomodo en otros invernaderos.

La pasada campaña, más corta a causa del clima

Al tratarse de un pimiento de ciclo largo, normalmente su plantación se realiza por estas fechas (finales de mayo, principios de junio) y se arranca en marzo. Sin embargo, este año se adelantaron las fechas a causa del calor. La campaña arrancó con mucho calor en sus primeros meses, lo que llevó a un exceso de producción inicial y a que la planta se agotase antes de lo habitual. Pese a ello, el ejercicio fue bueno para Jerónimo y el resto de agricultores de la zona. A partir de noviembre, los precios subieron y vendieron buena parte de su producción por encima de los tres euros, una cantidad interesante que permite salvar los sobrecostes derivados de la inflación de este año. “El plástico ha estado muy caro, el abono salía por casi el doble de precio, el producto para desinfectar antes nos costaba 800 euros por hectárea y ahora necesitas tres bidones de 800 euros para una hectárea...”, son algunos de los ejemplos que destaca el agricultor daliense. Frente a ello, los buenos precios le han permitido no perder la sonrisa y afrontar con optimismo la nueva campaña.

En breve, Jacinto comenzará con la lucha biológica, echará cable para la mata, aumentará el riego, el abono... El ciclo largo de la planta le permite tener un mismo cultivo desde finales de este mes de mayo posiblemente hasta marzo del año que viene, aunque esta campaña anterior fue rara “por el intenso calor”, lo que provocó mucha producción al principio y que la planta se viniera abajo antes de lo normal. En tres semanas, las plantas empezarán a coger altura y si todo sigue el orden establecido, Jerónimo y su mujer empezarán a coger los primeros frutos para agosto. “Producimos un pimiento muy bueno, sobre todo a partir de septiembre que es cuando coge el mayor sabor. Es un pimiento que se puede comer crudo o asado y que cuando lo pruebas, sabes que es de Dalías”. Razón no le falta.

El nuevo trips, una amenaza ante la que estar alerta

El campo almeriense está alerta durante todo el año ante la proliferación de plagas, sobre todo en estos tiempos de calor y cambio climático. En la última campaña saltó la alerta de un nuevo trips, el parvispinus, que causó estragos en las cosechas de pimientos.

Se trata de un insecto que tiene su origen en el sureste asiático. La primera identificación en Andalucía fue en plantas ornamentales en 2018, en la costa de Granada. A Almería llegó en 2020 en ornamentales y también en otros cultivos como pimiento, pero de forma muy esporádica. Al inicio de la pasada campaña de pimiento se produjo su punto de inflexión en cuanto a su incidencia, detectándose en mayor número de parcelas y con más frecuencia.

Los síntomas son placas decoloradas marrones-plateadas con puntitos negros y tejidos suberificados en hojas y brotes. Deformaciones, escotaduras en el borde de las hojas desarrolladas, suberificaciones y escoriaciones en el envés de las hojas junto a la nervadura. También provoca aborto de yemas y flores, deformación de brotes y emergencia de brotes laterales cuya yema terminal está dañada. Aparte de los daños físicos, la planta queda parada y no recupera con facilidad el crecimiento normal.

Para comprobar que sus fincas están sanas, Jerónimo cuenta con las instrucciones del ingeniero agrícola de Campoejido, Germán Ayala, que revisa la plantación y comprueba con esmero las tiernas hojas de las matas de pimiento. Están limpias, de momento no hay nada que temer, aunque no hay que bajar la guardia. “Estamos asustados con el nuevo trips, el año pasado ya nos hizo mucho daño. La lucha biológica es fundamental para controlar estas plagas, yo voy a trabajar este año con dos tipos de bichos para intentar que si entra, pueda controlarlo a tiempo”, asegura.

Como ocurre con todas las plagas emergentes, la incidencia inicial, así como los daños que produce en el cultivo suelen ser importantes, ya que se desconoce la estrategia más adecuada para su control. Una vez puesto a punto el protocolo de actuación, se consigue una estabilización de la plaga. No obstante, es necesario seguir de cerca la evolución de esta nueva especie de trips en las condiciones tan especiales que tiene la provincia de Almería. Por eso, mantener limpia la finca y contar con el asesoramiento de profesionales es fundamental.

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