La balsa 8 de la CUCN recibe ya agua desalada para abastecer al Campo de Níjar
Agua
Cuenta con una capacidad de 1hm3 y ha sido construida gracias a la colaboración de SEIASA
La Junta, preocupada por la sequía en Almería: "No llegamos al 10% de capacidad"
El día tan anhelado por los regantes del Campo de Níjar se materializaba este viernes. La balsa número 8, ubicada en el paraje de El Jabonero, empezaba a recibir agua desalada, con la idea de garantizar el abastecimiento hídrico para los productores de la zona. Tiene una capacidad de un hectómetro cúbico.
Han sido muchos meses de trabajo por parte de la CUCN para que esta balsa número 8 fuera una realidad. Esta balsa, con una superficie de 13 hectáreas, incrementará notablemente la capacidad de almacenamiento de agua en la región, permitiendo disponer de 938.913 metros cúbicos de agua reservada y beneficiando a 2.500 regantes. La construcción de esta nueva infraestructura, la más grande hasta el momento, se ha financiado con fondos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación dentro del Plan de Recuperación, por lo que están cofinanciadas con fondos Next Generation de la Unión Europea, y cuentan con un presupuesto de 8,34 millones de euros.
El camino está claro. “La mejor forma de asegurar el agua es tener más balsas”, sentenciaba el pasado mes de mayo Francisco Rodríguez Mulero, presidente de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA). Sobre el resto de debates hídricos, una rotundidad aún mayor. “Todo lo demás es ruido, nosotros trabajamos todos los días”, concluyó.
Oro líquido para los agricultores, que han pasado un mal año por culpa de la sequía. La nueva balsa 8 está situada en el paraje de El Jabonero, un punto estratégico donde llegará el agua desalada de Carboneras para su almacenamiento, de la que se echará mano cuando los regantes necesiten un empujón hídrico extra por el momento del cultivo. Desde su cota de altura, superior a la mayoría de las fincas que riega la CUCN en el Campo de Níjar, la balsa podrá distribuir su hectómetro cúbico sin el miedo ni la agonía de estos pasados veranos y otoños, en los que muchos invernaderos tuvieron que restringir al máximo sus riegos.
“El futuro del Campo de Níjar es espléndido, pero la situación ahora es dura”, confirmaba en otoño Antonio López a este periódico.
La tormenta, por desgracia, ha sido perfecta este año: la rotura de un bastidor de la desaladora de Carboneras tuvo como consecuencia una menor aportación a las balsas de la CUCN, que tienen que compartir en verano y principio de otoño el agua con el abastecimiento humano en el levante, al que se une el turismo.
Tener una mayor cantidad de agua embalsada es fundamental para que los agricultores de la comarca puedan hacer frente a las necesidades de riego en sus cultivos.
Además, el proyecto se completa con tres pequeñas estaciones fotovoltaicas flotantes que se traducirán en un ahorro energético para los regantes y en la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera.
Las balsas 9 y 10, el gran proyecto para el futuro
Si bien la balsa 8 comenzará su ejecución a principios del año 2025, empezando a recibir agua desde ayer, los embalses 9 y 10 estarían entre 2025 y 2026, después de que se aprobara su construcción por parte de la asamblea general a inicios del año pasado, con una inversión de SEIASAde once millones de euros.
Tan importante para los regantes es tener el aporte continuo de una instalación estratégica para el campo como la desaladora de Carboneras, como lo es poner almacenar el agua que ésta produce cuando se necesita menos riego.
Con este proyecto, la comunidad gozará de tres hectómetros cúbicos, que librará a los regantes nijareños de cualquier problema de riego.
Temas relacionados
No hay comentarios