Baja la importación de tomate marroquí, pero sube el calabacín

Hasta el 31 de mayo, está abierto el período de exportación de tomate de fuera de las fronteras de la Unión Europea, que comenzó el pasado 1 de octubre. El contingente total autorizado para la presente campaña es de 285.000 toneladas, más lejana de alcanzar este año que el pasado, principalmente por la bajada del volumen vendido por Marruecos, principal país suministrador.

En el informe hecho público estos días por el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía se observa que el contingente de tomate marroquí exportado a la Unión Europea es, hasta la fecha, un 2% inferior esta campaña. De hecho, en las cifras totales y del mes a mes se observa claramente esta diferencia. El volumen total de tomate marroquí importado, en esta semana 10 de campaña, es de 195.533 toneladas, cuando hace un año era de 200.182.

Este descenso se ha fraguado sobre todo en los dos últimos meses del año, de descenso de la importación tras mantener unas cifras estables de octubre a diciembre. Sin embargo, en enero Marruecos vendió a la Unión Europea algo menos de 3.000 toneladas menos (46.714 por 49.507) y en febrero 1.600 menos (45.647 por 47.200). No son unas cifras que hablen de un cambio de tendencia, pero sí que llaman significativamente la atención, sobre todo porque España no ha recuperado su fuerza productiva de antaño y Holanda todavía está bajo los efectos del frío y no está metiendo volúmenes importantes en los mercados.

Varias son las razones de esta situación, según pudo conocer ayer Diario de Almería. Por un lado, la virosis ya hizo estragos el año pasado en Marruecos (rugoso principalmente) y fueron muchas las hectáreas que decidieron cambiar el tipo de cultivo. Ello parece explicar que si la importación de tomate ha bajado, la de calabacín ha subido en casi 500 toneladas esta campaña. Además, Reino Unido también está comprando mucho más volumen de tomate a Marruecos, por lo que el contingente destinado a la Unión Europea puede verse resentido.

Esta bajada de las toneladas de tomate marroquí en el mercado, unido a la inestabilidad meteorológica en España y en Holanda, ha provocado que haya poca oferta, por lo que la demanda ha hecho subir considerablemente los precios. Así, los precios están más alto, sobre todo en rama, pera rojo y redondo, doblando casi el valor en las dos primeras variedades con respecto al año pasado.