Un artesano de Alboloduy transforma calabazas en utensilios cotidianos que son obras de arte

Artesanía

El material fue clave antiguamente en las casas y cortijos del Andarax y algunas de sus calabazas tienen más de 100 años

La apicultura de Almería, en 'jaque': precios bajos, sequía y falta de compradores para la miel

Exposición de utensilios hechos con calabazas.
Exposición de utensilios hechos con calabazas. / D.A

Lámparas, relojes, jarrones, y hasta un juego de café son algunos de los utensilios que se pueden hacer con un material tan antiguo como es la calabaza, que desde tiempos inmemoriables se utilizaba en algunas zonas de la provincia de Almería como la comarca del Andarax para elaborar utensilios cotidianos.

Allí, en el municipio de Alboloduy, Manuel Ayala conserva una impresionante colección de objetos que él mismo talló a mano en la década de los 70, y que hoy se ha convertido en una verdadera exposición de lo que supuso este material. “cuando llegó el plástico a nuestras vidas fue eliminando a la calabaza, que era lo que se utilizaba antes en todo los cortijos y en las casas”.

Aunque hoy en día se utilizan principalmente con fines decorativos, las calabazas han sido un elemento funcional en la vida cotidiana durante siglos. Antiguamente, se usaban para transportar agua y vino debido a su capacidad de conservación. Los pastores y agricultores las empleaban como recipientes naturales, y con el tiempo adquirían un característico color dorado si estaban en contacto con el vino.

De hecho, algunas de sus calabazas -talladas y sin tallar- tienen más de 100 años porque son heredadas de su abuelo. “Para que se conserven tanto tiempo es muy importante limpiarlas bien y darle un tratamiento porque si no se apolilla, igual que ocurre con la madera”, explica.

Poco a poco, a modo de hobby, va ampliando esta colección que adorna su casa del pueblo como si de un auténtico museo se tratase. “He dejado de hacerlas porque ya no tengo sitio para meter tanta calabaza”, apunta Manuel, quien de vez en cuando talla alguna manera puntual, sobre todo cuando encuentra inspiración en alguna calabaza que ha conservado a lo largo de los años.

Manuel Ayala con uno de sus últimos trabajos elaborados en agosto de 2024.
Manuel Ayala con uno de sus últimos trabajos elaborados en agosto de 2024. / D.A

El proceso artesanal comienza con la llegada del mes de marzo, que justo acaba de comenzar, cuando empieza la época de siembra de la calabaza. “Las semillas deben plantarse según las tradiciones antiguas el primer viernes de cuaresma para alinearse con las fases lunares”, una cita a la que Manuel no podía faltar. Él mismo se encargaba de cultivar sus propias calabazas para cosecharlas en el mes de Noviembre, cuando la planta ya está seca. Después se cuelgan, a esperar que estén listas para limpiar su interior extrayendo la pulpa.

Cuando las tiene listas, llega la parte más difícil del proceso, elegir la calabaza adecuada para el utensilio que va a elaborar. “La forma te la da la naturaleza, y una vez que la tienes empiezas a pensar qué objeto se puede hacer con ella o qué calabazas necesitas para elaborar lo que tienes en mente”, explica Manuel, quien asegura que “no hay dos piezas iguales porque es imposible, cada calabaza tiene una forma y un tamaño único”.

Después, con mucha paciencia y precisión, dibuja el diseño en el vegetal, y poco a poco va tallando con la ayuda de un limatón y, posteriormente, un soldador para quemar la superficie y resaltar los dibujos.

Así, poco a poco, ven la luz estas creaciones que ahora son ahora elementos decorativos de su vivienda, pero que tienen una labor muy importante: que este cultivo tan importante para la comarca no caiga nunca en el olvido.

Exposiciones para darles valor

El artesano compartido su arte con el mundo a través de exposiciones en Sevilla, Torremolinos, la Biblioteca Villaespesa de Almería y otros espacios culturales, donde sus piezas han sido admiradas y puestas en valor. En estas muestras, no solo exhibe sus creaciones, sino que también comparte anécdotas sobre el proceso artesanal, la historia del uso de la calabaza en la vida cotidiana y la importancia de preservar este oficio.

En los años 70, incluso tuvo la oportunidad de presentar su trabajo en programas de televisión como Gente Hoy de Televisión Española, lo que le permitió dar a conocer su talento a nivel nacional. Manuel Ayala mostró en directo algunas de sus técnicas de tallado y decoración, explicando la dedicación y paciencia que requiere cada pieza.

stats