Almería recupera un arte milenario de pesca: la moruna de revés
Pesca
La Junta responde favorablemente la solicitud de Pescartes para que pescadores de Cabo de Gata y Villaricos puedan calar en otoño
Pescadores y ecologistas, en el mismo barco para preservar Cabo de Gata
Los pescadores de Cabo de Gata y Villaricos recibieron esta semana una gran noticia para su desarrollo profesional: la Junta de Andalucía respondía favorablemente a la solicitud presentada por la Asociación Pescartes y varias décadas después de que este arte de pesca milenario del Mediterráneo dejara de practicarse, volverá a calar las costas almerienses.
De toda Andalucía, el único lugar costero donde se conserva este arte de pesca, de carácter altamente selectivo, es Almería. Más concretamente, sólo hay postas autorizadas en el litoral de la capital (en la Reserva Marina de Cabo de Gata) y en el levante (Villaricos, en Cuevas de Almanzora). De esta manera, la flora artesanal almeriense volverá a practicar un arte que requiere de unos conocimientos muy específicos y que corre el riesgo de perderse, si no se produce un relevo generacional en esta pesquería.
¿En qué consiste la moruna?
El arte se cala desde tierra y llega hasta una profundidad de unos quince metros. Su estructura la forman las siguientes partes: una red desde la costa (rabera de tierra) con otras dos redes que forma dos círculos (caracoles), un cajón (copo) donde se cogen las capturas y otra red hacia afuera (rabera de fuera o cobacho). Se cala tanto de derecho en primavera (cuando las especies entran en el Mediterráneo) como de revés en otoño (cuando salen hacia el océano).
Este arte milenario se utiliza para capturar especies migratorias, interceptando el paso de las mismas a través del Estrecho en dirección hacia el Mediterráneo o de regreso al océano. Es un arte demasiado débil para la captura de atún, pero sí es capaz de atrapar en su laberinto otras especies de alto valor gastronómico, como la lecha, bonito, melva, palometón o espetón. Este arte se ha calado tanto de derecho en primavera, cuando las especies entran en el Mediterráneo, como de revés en otoño, cuando salen hacia el océano. En las últimas décadas había dejado de calarse en el paso de otoño por ser menos rentable.
Sin embargo, la observación de los pescadores de los cambios en el comportamiento de la especies hicieron pensar que recuperar las capturas de otoño podía ser una oportunidad para diversificar la actividad pesquera en los artes menores, reduciendo el impacto sobre las especies locales (jibias, salmonetes...) y ampliando la oferta.
Pescartes, la asociación de pecadores profesionales de artes menores que aglutina a todas las embarcaciones con manejo de morunas, trasladó a la Dirección General de Pesca de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía la solicitud, que ha sido respondida favorablemente: “Teniendo en cuenta que puede resultar de interés la diversificación en la actividad de las embarcaciones de artes menores, esta Dirección General solicita a AGAPA, la realización de un estudio piloto en colaboración con el armador solicitante, en la posta y periodo solicitado, que permita valorar la posibilidad de autorizar en posteriores convocatorias, el calado de revés de las morunas en la provincia de Almería [...]”.
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