Almería tiene la inflación más baja de España

Los precios continuaron subiendo durante agosto en Almería, aunque lo hicieron a un ritmo más lento que en el resto del país. El Índice de Precios al Consumo interanual asciende en la provincia al 1,6%, la tasa más baja de todo el territorio nacional, mérito que comparte con Cádiz y Ceuta, que igualan sus resultados. Si se compara con lo ocurrido en el mes de julio, los precios se han encarecido en una décima.

Este dato, facilitado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística, pone a la provincia por debajo de la barrera del 2% interanual, el límite del Banco Central Europeo para dar por superada la espiral inflacionista. La inflación en Almería es medio punto menor que la andaluza (2,1%) y siete décimas más baja que la media nacional (2,3%). En ninguna otra provincia andaluza, salvo la gaditana, han crecido tan poco los precios como lo han hecho en suelo almeriense.

Lo destacable es el 'bajón' que anota la inflación interanual respecto al mes pasado. Si el IPC de julio estaba en el 2,3%, hoy se encuentra en el 1,6%. La tasa de inflación se obtiene haciendo una media de cómo ha sido el comportamiento de los precios en los últimos doce meses. Esta cifra ha ido disminuyendo durante los últimos cuatro meses a medida que se ha ido dejando de comparar con el inicio de 2023, que fue aún complicado para el 'coste de la vida', rozando entonces la barrera del 6% interanual.

Que la tasa de inflación sea siete décimas más baja en agosto que en julio no quiere decir que los precios hayan bajado en este tiempo, sino que su subida ha sido menor. Son claves para estos buenos datos del octavo mes del año los muebles, que han bajado su precio en una décima; el transporte, con una disminución del 2%; y la ropa y complementos, que apenas ha visto crecer su coste en una décima.

Peor es la situación en los productos que suponen un disfrute para los almerienses, ya sean más o menos sanos. El alcohol ha visto incrementar su precio un 4,3% en el último año, ligeramente por encima del ocio y la cultura, que ha disparado su coste en un 3,6% interanual, una de las cifras más altas en lo que va de 2024. Agosto es mes para viajar, pese a que el alojamiento no ha sido una ayuda, al incrementar su precio un 2,3% si se compara con lo ocurrido en agosto de 2023.

Vivir sigue siendo, igualmente, un sacrificio para el bolsillo. La alimentación sí que ha presentado una notoria mejoría, con un incremento interanual del 1,6%, la cifra más baja desde que arrancara la invasión rusa a Ucrania, en febrero de 2022, lejos ya de la barrera del 15,6% que se alcanzó en otoño de ese mismo año. Ha subido, sí, pero está lejos de los peores meses de la crisis inflacionista y en el último mes su coste apenas ha crecido cuatro décimas.

Comprar alimentos es un alivio, lo que no se puede decir de pagar una vivienda. El coste de tener un hogar sigue en datos altos, casi el triple que la tasa general de la inflación, al presentar un incremento del 3,8% en los últimos doce meses. La categoría que abarca el precio de la vivienda, agua, electricidad o el gas repunta respecto a julio en siete décimas, con un fuerte incremento del 4,8% en la comparación mensual. La reacción es más favorable si se recuerda que en la primavera de 2022 se llegó a superar el 30% de aumento.

Agosto de 2024 quedará para la historia de la economía almeriense como el mes con una inflación más baja desde que Vladimir Putin decidiera que sus tropas invadieran Ucrania y eso propulsara una crisis en los precios en los cinco continentes. Desde aquel momento no se había bajado nunca de la barrera del 2%, el máximo recomendado por el regulador europeo. Atrás quedan los meses con IPC que superaban el 10%. Dentro de un mes se podrá confirmar si este ha sido un dato anómalo y la inflación vuelve a repuntar o se confirma la tendencia.