Toda una vida dedicada al campo y a Agrupalmería

Cuando corren tiempos en los que tener un trabajo es tener un tesoro, y permanecer en la misma empresa durante años se ha convertido en un ejercicio de equilibrismo, hay que quitarse el sombrero ante perfiles laborales como el de Juan Becerra Rodríguez.

Este almeriense ha dedicado toda su vida al sector agrícola de la provincia, con especial hincapié en Agrupalmería, a la que ha visto nacer y crecer hasta convertirse en lo que es hoy, una de las principales empresas comercializadoras de tomate almeriense, y un referente en los mercados nacional en internacional en esta materia.

Juan Becerra Rodríguez se jubiló hace ya casi ocho años. Su tesón, esfuerzo y dedicación a Agrupalmería acaban de recibir su justa recompensa en forma de un más que merecido homenaje.

Hace sólo unos días, el pasado 10 de octubre, como guinda al acto de reapertura y remodelación por parte de Agrupalmería de las instalaciones que posee en La Cañada, los que han sido sus compañeros y amigos en la empresa le tenían reservada una sorpresa.

"No sabía que me iban a hacer un homenaje, fue una gran sorpresa. Me emocioné mucho porque no me lo esperaba, por eso no pude hablar", recuerda Juan el momento en el que recibió, de manos del presidente de Agrupalmería, Francisco García Quero, así como de la gerente, Rosa Belmonte, una placa-homenaje y un reloj como reconocimiento a los 37 años que ha trabajado en la firma del levante almeriense. "Es una gran satisfacción porque la empresa me ha mostrado su agradecimiento por estos años y porque yo también le estoy muy agradecido a ellos", afirma.

Juan Becerra ha trabajado en la agricultura toda su vida. Comenzó con 17 años y ha permanecido al pie del cañón nada menos que 55 años, hasta jubilarse a la edad de 72.

"Entonces no había otra cosa", recuerda. "Había que hacerlo todo a mano, no es como ahora". Reconoce que los tiempos han cambiado mucho. "Antes el género apenas podía salir de España porque no llegaba en condiciones, no es como ahora que los camiones son frigoríficos. Entonces se enviaba en tren con frío, pero aún así era muy complicado que llegase en buenas condiciones", apunta con nostalgia.

Juan Becerra rememora que en aquella época las campañas eran mucho más cortas y se terminaba en marzo, mientras que ahora hay producción durante todo el año. "Cuando terminábamos la campaña, recuerdo que íbamos a Granada a comprar madera para fabricar envases para poder enviar en ellos el producto en la campaña siguiente", asegura.

Sus tres hijos continúan con la tradición familiar agrícola de Juan Becerra. El menor es uno de los responsables de Ventas de Agrupalmería y los otros dos son broker.