Sequía: Almería supera el envite de las restricciones de agua este verano

Déficit hídrico

La provincia afronta otro verano con el suministro garantizado pese a que los cortes se generalizan en Andalucía y España

Desalación y regeneración son sus dos principales ‘fuentes’, así como la concienciación de la sociedad

La lista de municipios de Andalucía con restricciones de agua crece constantemente

La Mesa del Agua denuncia la rebaja de suministro desde la desaladora de Carboneras

Unos bañistas se limpian la arena en la playa, acción restringida en algunos municipios.
Unos bañistas se limpian la arena en la playa, acción restringida en algunos municipios. / Efe

Es un tema habitual cada verano y no por ello deja de sorprender a propios y extraños. En un 2023 de acuciante sequedad por la falta de precipitaciones caídas, España vuelve a teñir su mapa de municipios con restricciones de agua. En éste, pese a su aridez, no hay ninguno de Almería. Ni color tenue, ni color vivo; la provincia, de momento y todo parece indicar que hasta el final de esta estación, se libra un año más de los problemas derivados por el déficit hídrico.

Sorprende que en una provincia tan árida como Almería, que registra tan pocos días de precipitaciones a lo largo del año, el agua no sea un problema veraniego. Es una preocupación, puesto que lo embalses estaban al 15% en junio, pero el almeriense ha interiorizado la situación de esta tierra y sabe convivir con ella.

No sólo con no derrocharla, sino que hay un trabajo importante por parte de las administraciones para hacer de la necesidad, virtud. En una entrevista concedida a Europa Press antes del comienzo de la campaña veraniega, la delegada de la Junta de Andalucía en Almería, Aránzazu Martín, señalaba que el Gobierno andaluz no preveía que pudieran producirse restricciones en el suministro y abastecimiento de agua en la provincia ante el “buen trabajo que se ha venido haciendo” para contar con nueva infraestructuras que proporcionan recursos hídricos alternativos, sentido en el que aseguró que “el futuro pasa por la desalación y por las aguas regeneradas”.

Agua corriente en Paterna, de las obras recién finalizadas de la adaptación de la Estación de Tratamiento de Agua Potable.
Agua corriente en Paterna, de las obras recién finalizadas de la adaptación de la Estación de Tratamiento de Agua Potable.

Ahí es donde tiene la provincia dos de sus fuentes más importantes: en las plantas desaladoras y en las estaciones de tratamiento para regenerar el agua. Son muchos años de déficit hídrico estructural en Almería, por lo que gobernantes, empresarios y agricultores decidieron ponerse a la vanguardia nacional de las aguas alternativas y han conseguido paliar el grave problema que, sin ir más lejos, afecta a más de un centenar de la comunidad autónoma andaluza.

El nivel del agua acumulada es muy bajo en la provincia: los embalses estaban en junio al 15%

Esta apuesta, esta filosofía de supervivencia hídrica necesita del entendimiento entre administraciones, que doten de presupuestos las obras que hacen falta. Así, por ejemplo, Diputación ha culminado recientemente los trabajos que garantizan el abastecimiento de agua potable a los vecinos de Paterna del Río durante los 365 días del año. Por delante, otras muchas y de vital importancia, como la desaladora del Bajo Almanzora, destruida en septiembre de 2012 por una riada, y que el Gobierno prevé que vuelva a funcionar el próximo año. El suministro de la misma será vital para los regantes del Almanzora, que quedaron en una situación de extrema vulnerabilidad ante el recorte del trasvase Tajo-Segura.

Estampas tan habituales en verano como una ducha en la playa para quitarse la arena, las fuentes funcionando o lavar los platos después de cenar, son un lujo que de momento los almerienses y los turistas que llegan a la provincia van a seguir haciéndolo. Eso sí, con conciencia, como hasta ahora.

El campo se tensa por la zona levantina

Los meses veraniegos son los más complicados para uno de los motores de la economía provincial almeriense, la agricultura. Con los cultivos invernales recién puestos, es momento de demanda importante de agua para que las plantas agarren y soporten las altas temperaturas que se viven tanto bajo plástico en los invernaderos, como en los cultivos al aire libre de la zona levantina.

Precisamente por Levante es por donde se están viviendo los principales problemas derivados del agua. La pasada semana, la Mesa del Agua de Almería envío un comunicado de prensa denunciando la rebaja de suministro desde la desaladora de Carboneras a los regantes de Níjar. En ella expresaba su “máxima preocupación” ante un hecho que está poniendo en riesgo los cultivos de más de 7.000 hectáreas de cultivos bajo plástico en los términos municipales de Níjar y de Almería.

La Comunidad de Usuarios de Aguas de la Comarca de Níjar está recibiendo un 30% menos del agua que tiene asignada de la desaladora de Carboneras para sus comuneros, según informaba la Mesa del Agua, por un “disparado consumo” para abastecimiento al Ayuntamiento de Vera, a través de CODEUR. Al municipio turístico almeriense se le están suministrando 14.000 metros cúbicos por día en la actualidad, en vez de los 2.200 metros cúbicos por día asignados, indicaron en su denuncia informativa los miembros de la Mesa del Agua.

La preocupación y el enfado de los regantes de Níjar es importante, situación que se repite en la Cuenca del Almanzora. El trasvase del Negratín sigue sin aportar agua y cada vez llega menos del Tajo-Segura, por lo que los agricultores se han visto obligados a seguir reduciendo sus hectáreas de cultivo, entre un 30 y 40%.

“Hasta que el Negratín no coja el nivel correspondiente para poder enviar algo de agua, no hay solución. Veremos a ver cuándo empieza a llegar de las desaladoras de Villaricos y del Bajo Almanzora”, apuntaba José Antonio Fernández, presidente de Feral, que también se refería a lo que ocurre en Níjar: “Vamos a informar a los agricultores de la situación porque estos años atrás ya faltaba agua en otoño y en primavera en momento puntuales”, además de haber solicitado reuniones con Acuamed y a la delegación territorial de Agricultura de la Junta en Almería.

Finalmente, en el Poniente la situación hídrica es de tranquilidad y el agua está asegurada para el riego.

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