Sector turístico: oxígeno económico y ágil vacunación para salir del ‘coma’

Exceltur prevé un primer semestre de 2021 incierto y complejo

Las empresas llevarán, a mitad de año, 15 meses de continuos descensos de facturación superiores al 70%

Algunos hoteles llevan un año con las persianas bajadas / Erasmo Fenoy

Almería/Acelerar al máximo el ritmo de vacunación, la posible extensión de los ERTE hasta final de año adecuándolos al incierto escenario turístico y ayudas directas para cubrir gastos operativos no reajustables son las medidas de urgencia que pide la asociación Exceltur, formada por más de una treintena de las más relevantes empresas de toda la cadena de valor turística, para asegurar la supervivencia del mayor número de empresas turísticas viables.

Exceltur publica este mes un informe sobre la valoración turística empresarial de 2020 y las perspectivas para este ejercicio. En lo que respecta al año recientemente dejado atrás, en que la COVID-19 y las reacciones para frenar la expansión del virus han sido las protagonistas, ha cerrado con un desplome turístico sin precedentes. La actividad, o lo que es lo mismo, el producto interior bruto (PIB) turístico en España ha caído en 106.000 millones de euros, un 69% menos respecto a los niveles máximos de 2019. Estos datos sitúan en el 4,3% el peso del turismo sobre el conjunto de la economía española frente al 12,4% que representaba en 2019. Como expone Exceltur: “La actividad turística en 2020 se ha retrotraído a los valores de hace 25 años”. Esta situación tiene su impacto directo en el empleo y afecta en España a 728.000 trabajadores al cierre del año, 435.000 en situación de expediente de regulación de empleo (ERTE) y 293.000 personas que han perdido sus trabajos o no han sido contratados en relación a diciembre de 2020, así la caída del empleo en las ramas turísticas fue del 38,1% a diciembre del último ejercicio. De este modo, a la conclusión de año el 64% del empleo impactado por la pandemia en el total de la economía española es turístico, además, los subsectores turísticos concentran en diciembre el 85% de la caída interanual de los afiliados a la Seguridad Social y el 56% de los afectados por ERTE.

La actividad turística en 2020 se retrotrae a los valores de hace 25 años, según Exceltur

Como señala la asociación para la excelencia turística, a diferencia de en otros muchos países europeos, las medidas aplicadas por el Gobierno español no han estado a la altura de la profundidad de la caída de actividad experimentada por las empresas turísticas, ni de la aún prevista para este año. Más allá de las medidas de apoyo del Gobierno central en marzo y abril aplicadas para todos los sectores de la economía y en especial los ERTE, el resto de iniciativas se han limitado básicamente a préstamos avalados que, dada la larga duración de los efectos de la pandemia sobre el turismo, supone trasladar al futuro los problemas presentes de liquidez, tornados en caídas de solvencia. Por contrastar con otros países del entorno, en Italia, por ejemplo, donde el turismo supone el 13% del PIB, se financia a las empresas a fondo perdido con un 20% de la caída de ingresos cuando la facturación no exceda de 400.000 euros en el último período impositivo, con un 15% cuando sea de entre 400.000 y un millón de euros y con un 10% cuando sea de entre 1 y 5 millones; además en agosto se introdujo una subvención a fondo perdido con 2.000 euros por empresa, se habilitó el bono turístico de 500 euros para reactivar el turismo dentro del país desde el inicio del verano, se suspendió el pago de retenciones, contribuciones a la Seguridad Social y primas de seguro obligatorio para las empresas de la cadena de valor turística; además, se suprimió a nivel nacional el impuesto municipal específico sobre hoteles y crédito fiscal en la renovación de alojamientos y, desde noviembre, las empresas de los sectores sujetos a las nuevas restricciones (incluidas las turísticas) reciben aportaciones a fondo perdido en función de la caída de la facturación, incluyendo empresas con un volumen en ventas superior a los 5 millones de euros. En Reino Unido incluso, donde el turismo supone el 3,2% del PIB, se han habilitado subvenciones de 25.000 libras para cada inmueble (hotel, comercio minorista, ocio, etc.) con un valor imponible de entre 15.000 y 51.000 libras y de 10.000 libras para los que cuentan con un valor de 15.000 libras o menos; otra ayuda de 1.000 libras por cada tres semanas que su empresa esté cerrada para locales con un valor imponible de menos de 51.000 libras, siendo de 1.500 libras la subvención si la propiedad tiene un valor de tasación superior a las 51.000 o más; también una bajada del IVA del 20% al 5% para hoteles y restaurantes; añadiendo desde octubre otra ayuda de 3.000 libras al mes para los negocios que tengan que cerrar.

El caso es que si 2020 fue nefasto, 2021 también estará marcado por una extrema volatilidad e incertidumbre según el documento de la patronal turística. El ejercicio turístico vendrá marcado por el ritmo y eficacia de vacunación, la rápida implantación de normativas internacionales homogéneas de control sanitario, movilidad y apertura de fronteras, capacidades de supervivencia empresarial y las económicas de familias y empresas para viajar.

Desde Exceltur se espera un primer semestre de 2021 aún muy incierto y complejo. Las actuales y previsibles nuevas medidas de restricción a la movilidad impuestas, tanto por los países emisores como por las propias comunidades autónomas españolas, conllevan en enero un 85,9% de la demanda turística a España bloqueada, de ahí que los empresarios turísticos prevén nuevas caídas del 79% en sus ventas, solo en el primer trimestre.

Al acabar el primer semestre de 2021, el sector turístico llevará 15 meses de continuos descensos de facturación superiores al 70%, que tan sólo se han cubierto provisionalmente con la ayuda y compensación de algunos costes de la Seguridad Social de los trabajadores en ERTE y el acceso a una financiación preferente con garantía ICO. Medidas de carácter general y en su momento acertadas, pensando que los efectos de la pandemia iban a tener una corta duración. Se trata de premisas temporales que, de acuerdo al documento, son aún erróneas para el turismo y, en el caso de los préstamos, con la remora que, a pesar de prorrogarse sus plazos de carencia y devolución, devienen en unas cargas financieras cada día más inasumibles para el futuro y que además afectan a la solvencia empresarial.

Exceltur insiste en que, para evitar que la situación del primer semestre se alargue más, es imprescindible que se acelere al máximo la vacunación para alcanzar inmunidad de rebaño, prioritariamente antes del verano, de forma que, junto con los necesarios requisitos o protocolos sanitarios para viajar (pasaporte sanitario u otros y el salvoconducto temporal de permitir los test antígenos frente a solo PCR) homologables a la brevedad posible para toda la Unión Europea y Reino Unido, se pueda aspirar a una demanda extranjera y su imprescindible movilidad fronteriza. Por todo ello, liquidez a fondo perdido, ERTE flexibles a lo largo del año e inmunidad de rebaño son los únicos elementos clave de un plan de apoyo para que el sector turístico español sobreviva.

El 64% del empleo que ha sufrido el impacto de la pandemia en el total de la economía española es turístico

Para el sector turístico español se hace urgente conciliar cuanto antes el binomio salud-negocio y por ende procurar la máxima aceleración del ritmo de vacunación para alcanzar la inmunidad de rebaño antes del verano. En esta línea, desde la patronal aconsejan implicar a la sanidad privada en el proceso de vacunación, incorporando masivamente a hospitales, aseguradoras y compañías sanitarias privadas, mutuas e incluso grandes empresas capaces de gestionar la vacunación de sus empleados; priorizar la vacunación, tras los grupos de riesgo, de los trabajadores del sector turístico, para trasladar a los mercados una imagen de compromiso con la seguridad en todos los diversos equipamientos e instalaciones turísticas españolas, esta anticipación va a ser determinante en el inicio de la reactivación y puede diferenciar a España de sus competidores; aprobar unos protocolos sanitarios digitalizados homogéneos para favorecer los viajes internacionales, esto, al menos, en el seno de la UE y con Reino Unido debe ser una prioridad para cerrarlo durante el primer trimestre de 2021. Además, debería mantenerse para poder viajar y como salvoconducto temporal y alternativo a la vacunación, la aceptación generalizada de los tests de antígenos frente a los PCR solamente. En este caso, la patronal considera que España debe liderar su impulso y rápida aprobación tanto en la UE como en la OCDE, al ser el país que turísticamente más se la juega frente a la disparidad de restricciones unilaterales internacionalmente aún hoy vigentes.

En cuanto al plan de rescate económico desde Exceltur insisten en ayudas directas institucionales de 5.316 millones de euros a fondo perdido y durante seis meses a empresas turísticas, basado en la cobertura de gastos operativos no ajustables a la caída de ingresos, para poder garantizar su supervivencia, ante la casi nula actividad prevista para el primer semestre de 2021 por las restricciones de movilidad, situación que se superpone a las ya muy graves dificultades financieras, que vienen arrastradas del ejercicio 2020. De ellos, 2.008 millones de euros serían para alojamientos turísticos, 1.498 para restauración que es turística según el Instituto Nacional de Estadística, 1.020 millones para el ocio de interés turístico y 790 millones para empresas de rent a car y transporte discrecional turístico por carretera. Este plan está inspirado en lo que ya han hecho otros países europeos como (Países Bajos, Austria, Noruega, Dinamarca) y debería cubrir un porcentaje de los costes de las empresas turísticas afectadas por nuevas y presumibles caídas en ventas.

La recuperación para 2023 de no haber sorpresas

Las estimaciones de Exceltur para 2021 anticipan que el PIB turístico español puede alcanzar un valor de 96.369 millones de euros al cierre del año, basándose en un primer trimestre de baja actividad, una suave recuperación de la demanda española en el segundo trimestre, un verano sustancialmente mejor que el de 2020 por mayor impulso de los españoles y una notable reactivación de los extranjeros. Ello supondría la recuperación de 48.000 millones de euros de actividad turística respecto de la caída de 106.000 millones en 2020 y elevar el peso del turismo sobre la economía española al 8,2% del PIB. De no haber sorpresas, como las que ya está habiendo por el suministro de vacunas, los empresarios no esperan alcanzar la recuperación de sus valores de actividad de 2019 hasta el segundo semestre de 2022 (para un 31,6% de los empresarios) o primer semestre de 2023 (38,3% ) o incluso en años posteriores (13,6%).

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