Productos de alto valor añadido, llave para entrar en el mercado chino

Rubén García-Quismondo, socio director y economista de Quabbala Abogados y Economistas, quien ha participado en IMEX-Andalucía en Almería, explica cómo abordar el comercio en China

Rubén García-Quismondo, socio director de Quabbala, Abogados y Economistas / Diario De Almería

Almería/En el primer cuatrimestre del año, Almería exportó productos a China por valor de 5,74 millones de euros, lo que supone un crecimiento interanual del 9%, si bien la balanza comercial de esta provincia con el país asiático es negativa (-42 millones de euros) y es que la importaciones ascendieron a 47,2 millones de euros, un 32,5% más que en el mismo periodo de 2020.

¿Por qué no se termina de entrar en este país y cuáles son las herramientas para hacerlo? Rubén García-Quismondo, socio director de Quabbala, Abogados y Economistas y experto en la introducción de empresas españolas en los mercados de la República Popular China y Asia Pacífico, quien participaba esta semana en la Feria IMEX-Andalucía, da algunas de las claves tras sentenciar la lejanía y dimensión del país chino, que al igual que Estados Unidos, no se puede abordar como un todo, sino que hay que focalizar en una provincia, después de hacer muchos deberes en España relativos a estudios de mercado, entre otros.

En hortalizas frescas existe una barrera no arancelaria sobre la que el Gobierno debe trabajar

Actualmente, China vive una crisis energética e inmobiliaria, pero independientemente de esos problemas estructurales de sus economía, que comparten otros países, “es cierto que es un país muy interesante para exportar o instalarse”, dependiendo de los casos. Generalmente se comienza con la exportación, para ello, lo recomendable es hacer los deberes en casa asesorándose a través de agentes especializados en la internacionalización como pueden ser la Cámara de Comercio, la Agencia Andaluza de Promoción Exterior-Extenda o el ICEX y mediante la elaboración de estudios de mercado. Según la evolución, “un siguiente paso puede ser tener un agente comercial o distribuidor en destino o establecer una franquicia; otro es, si estoy exportando, llegar a un acuerdo de joint venture con una empresa local”, explica García-Quismondo, quien sugiere como opción también interesante acudir a ferias sectoriales para hacer contactos de manera directa.

Hay productos que tienen el camino de la ‘conquista’ del mercado chino más allanado que otros. Tal y como expone el socio director de Quabbala, todo lo que sea exportar tecnología, y en ello entra todo lo relacionado con la mejora de procesos incluidos la producción de alimentos como puede ser lo relacionado con la industria auxiliar del agro, tiene cabida. En el ámbito agroalimentario, García-Quismondo insiste en el valor añadido, así como en lo envasado o embotellado que va a superar la ausencia de un protocolo de comercio con este país en cuanto a la exportación de hortalizas frescas, por ejemplo, y va a contribuir a un mejor posicionamiento.

Respecto a los productos agroalimentarios frescos, España, a través de distintos protocolos sanitarios firmados con China, puede exportar algunos como cítricos, uva de mesa o productos de porcino. Entre ellos no se encuentran los protagonistas de la ‘huerta de Europa’, “hasta que no haya ese protocolo hay un gran problema a efectos de entrada”, dice el experto, quien añade que la firma de estos protocolos son complejos y llevan tiempo. “En buena medida lo que está haciendo la República Popular China es proteger el mercado interior a través de una medida no arancelaria”. El socio director de Quabbala detalla que no tiene sentido que las frutas y hortalizas de Almería se consuman en toda Europa y se piense que el nivel higiénico en China es superior, “lo que sucede es que ellos protegen su mercado mediante una normativa, son barreras no arancelarias difíciles de suprimir pero, el Gobierno español debe hacer un esfuerzo ya que este país tiene un déficit gigantesco con la República Popular China. Nosotros tenemos una tasa de cobertura exterior por las importaciones de China que andará por el 25% y esto no tiene ni pies ni cabeza”.

Y es que, salvando el problema logístico actual, técnicamente es posible llevar los productos al país asiático: “Tenemos hoy en día trenes que salen de España a China que llegan en cuestión de 15 días y también la posibilidad de exportar a través de contenedores refrigerados. Ahora bien, a medida que el precio del transporte y logístico es más elevado, exportar un producto que no tiene tanto precio ni valor añadido deja de ser rentable”.

No se puede afrontar en conjunto la República Popular China, hay que focalizar en provincias

Para la entrada de productos agroalimentarios García-Quismondo explica que la empresa exportadora no puede pensar en mercados genéricos, sino más bien en el canal Horeca y comercios de alto nivel, “en China hay que intentar enviar un producto con elevado valor añadido porque la distancia es muy grande y también el coste es alto”. En casos, si la compañía no tiene tamaño ni capacidad para instalarse en destino, es necesario buscarse socios locales, pero siendo estrictos en la selección para proteger el valor añadido que tenga el producto y la relación sea ventajosa para ambas partes.

Entrar en China es complicado pero no misión imposible, de hecho hay productos nacionales posicionados como el jamón ibérico, “esto se ha logrado a base de mucho esfuerzo, se trata de una política de comercialización sostenida en el tiempo y de valor añadido, asociándose el producto a la calidad y no a la cantidad”. En este sentido, García-Quismondo hace hincapié en que hay que seguir trabajando mucho en España como exportador de productos de alto valor añadido.

Por la dimensión de China, en muchas de sus zonas, España se desconoce como tal siendo Europa el referente. Dicho esto, en los lugares que tienen mayor conocimiento del Estado español, “España tiene una imagen como país europeo positiva, no como pueda tener Francia, Alemania o Italia, si bien se ha trabajado mucho en los últimos 25 ó 30 años en determinados sectores como la moda por ejemplo, con lo cual la imagen que se asocia al producto”. Así a la hora de contactar por primera vez en lugares en que España es desconocida, el experto aconseja posicionarse como europeo.

Las peculiaridades de la ‘isla’ de Hong Kong

Dentro de China, hay mercados y mercados. El de Hong Kong, con 7,3 millones de habitantes y un nivel de vida muy alto con un PIB per cápita de aproximadamente 42.000 dólares, tiene una normativa agroalimentaria completamente diferente al resto de la República Popular China. Según explica el socio director de Quabbala, que cuenta con oficina en este mercado: “Su normativa de importación es más laxa, pero es un mercado muy desarrollado manejado por ‘x’ cadenas de distribución en las que hay que entrar, porque sino es imposible competir”. De acuerdo a Rubén García-Quismondo, Hong Kong es un territorio de consumidores, ellos no producen, por lo tanto es un mercado interesante por su tamaño y óptima logística, pero es necesario entrar en sus cadenas de distribución, ¿y cómo? “El producto tiene que tener una presentación excelente, una trazabilidad completa que garantice una seguridad alimentaria perfecta y que, por otro lado, sea gourmet, sino no tendría sentido adquirir a 11.000 kilómetros de mi casa un producto que no es muy especial”.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último