Las pizarras se ceban, otra Navidad más, con las hortalizas almerienses
Crisis de precios en el campo
Como ya pasara hace justo un año, los precios de los principales productos bajo plástico caen cuando deberían ser los mejores de la campaña al por falta de competencia
La eterna crisis, la historia interminable. Un año más, cuando mejor deberían ir las cotizaciones para el agricultor almeriense, en un momento en el que los principales países productores están bajo mínimos, se vuelve a repetir, y de manera incomprensible para ellos y las organizaciones que los representan, una bajada acusada de precios que para nada se corresponde con los costes para el consumidor final. Y si el año pasado fue el desplome para la berenjena y, sobre todo, el calabacín, en este final de año le ha tocado ‘la china’ al pepino, que ha visto como se situaba a finales del mes pasado en 40 céntimos el kilo, mientras que desde el 8 de diciembre el kilo se ha venido pagando a unos 20 céntimos.
De hecho, Coag Almería ha solicitado al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que convoque de “forma inmediata” al grupo de trabajo de frutas y hortalizas integrado por las comercializadoras y organizaciones agrarias para abordar la crisis de precios que están atravesando productos como pepino, calabacín, tomate, pimiento y berenjena.
Esta petición, realizada hace unos días mediante un escrito urgente, viene justificada por una crisis de precios que “no tiene justificación alguna teniendo en cuenta que por estas fechas debido al frío y a la Navidad es inusual que los hortícolas se estén vendiendo por debajo de los costes de producción”.
Además, llaman a no pasar por alto las cuotas de mercado que hay en la Unión Europea, donde se supera el 50%. En el caso del pepino se está por encima del 80%, calabacín y tomate 50-60%, en pimiento sobre el 70%, y berenjena casi en el 90% de la cuota de mercado”, analiza el secretario provincial de Coag Almería, Andrés Góngora, quien acusa a la par a las grandes superficies comerciales de presionar a la baja a las comercializadoras para vender hortalizas de primera calidad a precios por debajo de costes de producción y recolección; un chantaje al que las comercializadoras ceden una y otra vez en perjuicio directo de los agricultores.
El caso del pepino es especialmente virulento con precios que apenas alcanzan los 20 céntimos por kilo, cuando por debajo de los 35 céntimos ni siquiera se cubren los gastos de producción. De hecho, la diferencia con respecto a la misma semana en 2017, la 50, es de un 64,48% menos (de 0,76 a 0,27 céntimos).El calabacín también baja, y eso que ya vivió una intensa crisis a finales de 2017, siendo la actual muy similar, o incluso peor, ya que en la semana 47, comenzando el frío en el continente, se cotizaba a 0,40 céntimos el kilo. Mejoró algo, quizás por la presión de los productores, quienes se movilizaron y tiraron muchas toneladas. Pues bien, a semana 50 de la campaña actual, la pasada, cotizaba a 0,47 céntimos. Y por tanto, en valores similares a los denunciados hace ahora poco más de un año.
Poco, pero también, baja el pimiento en esta última semana (0,77 por 0,81 en 2017), aunque de manera circunstancial, ya que los valores se han mantenido semejantes y constantes, sin grandes fluctuaciones.
La berenjena se acerca al pepino en bajada drástica, contabilizando en la semana 50 (del 10 al 16 de diciembre) un valor de 0,64 euros/ kilo por los 1,45 en esta semana el pasado 2017, un 44% menos. Además, el limitado mercado de la berenjena lo convierte en un producto sensible que sufre considerables fluctuaciones del precio en origen ante pequeños incrementos de la oferta.
Y por último, el tomate, tampoco vive su mejor momento, moviéndose en 0,80 euros kilo de media en sus distintas variedades en el último mes, mientras que esas mismas semanas del pasado año, de la 47 a la 50, coqueteaba con el euro e incluso lo llegó a pasar.
Góngora acusa a las grandes superficies comerciales de presionar a la baja a las comercializadoras para vender hortalizas de primera calidad a precios por debajo de costes de producción y recolección. “Un chantaje al que las comercializadoras ceden una y otra vez en perjuicio directo de los agricultores”, advierte.
Desde la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía, y a través del Observatorio de Precios y Mercados, comunican en su último informe de seguimiento correspondiente a la semana pasada que la demanda de hortalizas no cubre las expectativas en un período tradicionalmente caracterizado por su elevada actividad comercial. Las protestas de los “chalecos amarillos” franceses continúan obstaculizando la circulación de los camiones andaluces por las carreteras galas, provocando retrasos en la entrega de mercancía que altera los pedidos realizados en estas fechas, y afectando a la disponibilidad de camiones para el trasporte de producto fresco que quedan retenidos a su paso por Francia. A esta coyuntura de dificultades en el trasporte, se suma un incremento de la oferta en origen que supera las cifras de la pasada campaña.
Igualmente apuntan desde la la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería (Coexphal), que agrupa ya a cerca de un centenar de empresas que representan un 70 % en exportación y el 65 % en producción hortofrutícola, pero además, al “exceso de oferta, propiciado por las altas temperaturas de este mes de diciembre, que está haciendo que la demanda de pepino no alcance las expectativas del sector. El punto de inflexión ha tenido su origen en el incremento de producción, respecto a la que se puede considerar normal para estas fechas”.
“Entre las semanas 48-50 se aprecia un incremento de producción que ronda el 15% respecto al mismo periodo del año anterior. Como consecuencia, los precios ahora mismo se sitúan por debajo de las medias de los últimos 4 años. En la campaña 2017/2018 las empresas asociadas a Aproa-Coexphal vendieron 29.000 toneladas de pepino en esas mismas semanas”, explican en un comunicado desde la Asociación.
De hecho, el pasado 21 de diciembre tuvo lugar un hito histórico, la retirada de producto por parte de las comercializadoras asociadas a Aproa-Coexphal y su correspondiente destrucción voluntaria de más de 100.000 kilos de pepino como llamada de atención ante la situación crítica que se está viviendo en las últimas semanas por los bajos precios de mercado de esta hortaliza. Una situación nunca antes vista, ya que siempre se había producido de manera aislada, individual, y no auspiciado por las propias comercializadoras.
Los agricultores almerienses siguen pidiendo medidas eficaces de gestión de los mercados ante situaciones concretas de crisis o sectores en riesgo como la actual. Solicitan más y más efectivos mecanismos de reacción que fijen unos niveles mínimos de estabilidad de precios en origen y rentas para todos los productores afectados apostando por la regulación de los mercados en dichos momentos puntuales de crisis a través de la retiradas, especialmente a las destinadas a distribución gratuita.
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