Mantecados artesanos con aceite de oliva y sin manteca de San Ramón de Laroya

La panadería de la comarca del Almanzora potencia los productos artesanales

Laroya difundió sus productos gastronómicos y turísticos en 'Almería me gusta'.
Laroya difundió sus productos gastronómicos y turísticos en 'Almería me gusta'.

La Navidad ya está encima y, con ella, el consumo de mantecados se dispara. En la provincia aún se conserva la elaboración artesanal de estos productos. Uno de los lugares es en el municipio de Laroya, en la comarca del Almanzora. Allí se encuentra la panadería San Ramón de Laroya, que además de los mantecados típicos de las fiestas navideñas, elaboran y comercializan productos destacados en determinadas épocas del año como los roscos fritos de Semana Santa, y pan rústico todos los sábados, "cada vez más los clientes apuestan por lo natural"; este es el motivo de que este negocio prevea la elaboración de este tipo de pan otro día de la semana, aunque reconocen que es bastante laborioso.

La panadería San Ramón de Laroya no se limita a vender sus productos en su municipio, ya que al ser un pueblo pequeño también suministran otras zonas limítrofes como Olula del Río, Macael o Purchena, adonde van cada día a llevar pan.

El negocio elabora distintos tipos de dulces para Navidad, así roscos de vino, mantecado manchego, hojaldrina y el mantecado típico del pueblo: el que carece de manteca, pero contiene aceite de oliva y almendra.

Todos estos productos se elaboran de manera artesanal e ingredientes locales. En esta línea, la almendra es de variedad marcona, que para la producción del mantecado se pela y tuesta y se tritura un poco, ya que la idea es que también se perciba en la boca. "Los productos que se ponen a la venta como mucho tienen una semana, la demanda es alta", dicen desde la panadería, que comercializa sus productos en bandejas, debidamente envasados y etiquetados.

Además, sobre todo destinados a la restauración, la panadería produce mini mantecados, que se sirven como delicatessen. Estos mantienen los mismos ingredientes y sabor que los de mayor dimensión, si bien, son más trabajosos porque se presentan con distintas formas, como corazón o trébol, que se les da de manera manual, uno a uno, a través de moldes.

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