El Ifapa analiza la importancia de la higiene en hortícolas en el invernadero

La sanidad de la semilla y de la plántula continúa siendo una demanda de primera necesidad, según el 48% y 40% de los expertos

Un investigador del Ifapa realiza trabajos de laboratorio.
Elio Sancho

01 de septiembre 2019 - 05:03

Siguiendo el método Delphi se ha constituido y consultado a un panel de expertos sobre el estado de higiene de los cultivos hortícolas en invernadero, con especial interés en los problemas derivados de inputs y el manejo propio de los cultivos. A partir del cuestionario diseñado, se ha buscado la opinión sobre los problemas experimentados en los cultivos hortícolas en invernadero, que pueden tener su origen en las semillas, en los virus transmitidos por semillas y/o contacto, y en cómo se confirma la etiología de estos problemas. Se ha preguntado sobre las prácticas de manejo del cultivo que pueden estar relacionados con estos problemas; la profilaxis y el control de enfermedades transmitidas por contacto; y sobre productos y técnicas de desinfección en invernadero.

Así lo recoge la web del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa), en un documento publicado en agosto, titulado ‘Cultivos Hortícolas en Invernadero: Importancia de la Higiene y la Profilaxis’.

Las principales conclusiones del documento recogen que, según el 80% de los expertos participantes, los problemas fundamentales con los que se enfrenta el productor, y además frecuentemente, son de origen biótico, y son los derivados de plagas y enfermedades.

A ello se une la sanidad de la semilla y de la plántula, libre de patógenos como los virus, sigue siendo una demanda de primera necesidad, según el 48% y 40% de los expertos, respectivamente.

De los virus que son transmitidos por semilla, contacto y/o mecánicamente, el de mayor importancia es el Pepino mosaic virus (PepMV), seguido de Cucumber green mottle mosaic virus (CGMMV) y Tomato mosaic virus (ToMV).

Por último, los expertos también abogan por una mejora de las medidas profilácticas y protocolos de trabajo.

Para llegar a estas conclusiones, se envió el cuestionario a 52 personas que formaron el panel de expertos en la primera interación. Una vez recibidos los cuestionarios cumplimentados, se envió el resumen al panel, invitando a los expertos a contestar de nuevo el cuestionario considerando las opiniones recibidas. En la segunda vuelta del estudio colaboraron 25 expertos.

El éxito de la horticultura protegida depende de la medida en que el productor logra optimizar sus recursos bióticos y abióticos. Entre los primeros están las propias semillas y plántulas del cultivo, organismos de control biológico, polinizadores, etc. Y en los segundos se encuentran desde la propia instalación del invernadero, con o sin sistemas de exclusión de insectos y control climático, el tipo de suelo/sustrato, el manejo de la fertilización, etc. Ambos recursos pueden verse afectados y causar daños al cultivo.

Los expertos opinan que ocasionalmente ocurren problemas de origen abiótico, y que pueden ser derivados del riego, de la fertilización, o de las temperaturas y humedades extremas, etc. En cambio, los principales problemas con los que se enfrenta, y además frecuentemente, el productor, son de origen biótico, y son los derivados de plagas y enfermedades.

De los virus que son transmitidos por semilla, contacto y/o mecánicamente, se relacionan la incidencia de los siguientes virus en orden de importancia, de mayor a menor: Pepino mosaic virus (PepMV) > Cucumber green mottle mosaic virus (CGMMV) > Tomato mosaic virus (ToMV) > Pepper mild mottle virus (PMMoV) > Tobacco mosaic virus (TMV).

El 73% de los expertos opinan que son los asesores técnicos de las empresas comercializadoras, o de los almacenes de insumos (68%), los que generalmente alertan al agricultor de la presencia de una patología que se transmite por contacto. También los asesores independientes tienen un papel importante en el traspaso de información al productor, según el 42% de los expertos.

Los laboratorios de la administración pública (21%) o independientes (10%) diagnostican la presencia de este tipo de patologías. Un 68% del Panel de Expertos opina que solo ocasionalmente se realizan análisis para diagnosticar el posible patógeno.

Las resistencias a químicos en mosca blanca y trips, punto de inflexión en la forma de producir

El rápido desarrollo de la horticultura invernada de Almería ha pasado por importantes innovaciones: mejores estructuras de invernaderos, innovadoras técnicas de fertirrigación, y cultivares más adaptados a las condiciones de Almería, han sido fundamentales para entender el éxito productivo y económico de este sistema de agricultura, tal y como recoge el estudio.

Igual de importantes han sido las amenazas en los cultivos por plagas y enfermedades. El mero hecho de instalar ventanas provistas de mallas antiinsectos ha permitido evitar la entrada de pulgones y dejar de tener que asumir las perdidas por virus transmitidos por pulgón durante los años 80. La aparición de resistencias a pesticidas en mosca blanca y trips, y la aparición del virus de las venas amarillas (CVYV), inició un cambio radical en la forma de producir, con la introducción de técnicas de control biológico, prestando atención a la compatibilidad de tratamientos químicos con enemigos naturales de plagas, llevando a lo que es el llamado control biológico, como parte del control integrado: la revolución verde. Actualmente, el control integrado se usa en 25.715 hectáreas de invernaderos.

Los problemas más importantes para los productores son principalmente los derivados de los bajos precios de la producción (93%) y la subida de los costes de la misma (83%). Pero seguidamente (71%), para los productores, los problemas causados por plagas y enfermedades son lo más importantes.

La primera medida para evitar la entrada de enfermedades transmitidas por contacto estaría dirigida hacia las semillas y plántulas, unas de las posibles vías de introducción de patógenos. Seguidamente, la profilaxis y el control de estas enfermedades, entre ellos los virus transmitidos por semilla y por contacto, dependen mucho del manejo de los cultivos, las herramientas utilizadas y los movimientos de personas.

La desinfección de útiles de trabajo es uno de los componentes más importantes en el manejo integrado de cultivos de invernadero. Son múltiples las labores culturales que se deben practicar en un cultivo hortícola de primor, tales como siembra, injertado, plantación, poda, entutorado y recolección. Para la realización de las mismas se considera de vital importancia el uso de un desinfectante adecuado de herramientas, en caso de que se detecte una enfermedad que se transmita por contacto, tal como ocurre con algunos virus vegetales.

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