David contra Goliat en las galerías comerciales: "Hay que luchar cada venta"

Negocios

Los espacios, algunos de ellos pioneros, se reinventan para competir contra la multiplicación de ofertas en las grandes superficies e Internet

Sumérgete en las históricas galerías de la ciudad

Antonio Gutiérrez posa en su tienda del Centro Comercial Oliveros. / Marian León
Carlos Javier Lillo

25 de febrero 2024 - 05:00

En un planeta que multiplica las ofertas comerciales hay quien resiste con su tirachinas ante la apertura de gigantescos espacios y la llegada de las grandes franquicias globales, que crean miles de puestos de trabajo pero desasosiego en las pequeñas y medianas empresas. Quienes resisten hoy, como David contra Goliat, cuentan en estas líneas cómo se ve la realidad desde una tradicional atalaya que resiste.

Son tres las principales galerías comerciales del centro de la capital, la del Paseo de Almería, la de Gregorio Marañón y la de Oliveros, ubicadas todas en enclaves estratégicos para el paso de peatones. Reciben la mirada indiscreta de miles de almerienses en cada jornada pero no siempre eso se traduce en ventas.

22 años abiertos

Natural Home en el Centro Comercial Oliveros. / Marian León

Atiende ocupado Antonio Gutiérrez, propietario de las tiendas ‘Natural Home’ y ‘Textura’, a este periodista, que casi nada ha debido desplazarse para realizar la entrevista. Son la redacción del Diario de Almería y la galería comercial de Oliveros vecinos. Una cafetería o un supermercado coronan un espacio en el que comienzan a brotar ya las franquicias internacionales.

“Las galerías comerciales tienen muchos locales cerrados pero no porque vaya a venir Ikea tendremos que cerrar, habrá que espabilarse”, expresa con contundencia Gutiérrez antes de defender que el paso de personas que circulen entre el paseo marítimo y el centro de la capital les pone en un lugar inmejorable. “Hacer ese nexo de unión le beneficia mucho, es un centro comercial pequeñito, tendrá ocho o nueve negocios”, cuenta.

De su propiedad son dos. Hace veintidós años llegó con Textura y en el último año ha abierto su hermano, Natural Home, que se sitúa enfrente. Tiene en su haber la trayectoria como para construir un retrato de cómo ha cambiado todo. “Ha cambiado mucho el consumo, antes despachábamos a la gente y ahora tienes que luchar cada venta”, asegura. Él ha visto desde su ventanal echar la persiana a numerosos negocios.

En pleno centro

Carmen de Juan posa en la galería comercial del Paseo de Almería. / Marian León

En un recoveco del Paseo de Almería se encuentra la galería comercial que une esta arteria fundamental para la vida comercial de la ciudad con la calle Reyes Católicos. En un lugar en el que cada día pasan miles de personas se encuentra un espacio en el que un nutrido grupo de locales, menos ahora que antes, buscan atrapar el interés de los clientes.

En el centro de ese pasadizo se encuentra Carmen de Juan, una emprendedora que llegó cuando la provincia portaba mascarilla, en noviembre de 2020. Se decantó por el lugar por los competitivos alquileres que ofrece, de entre cuatrocientos y quinientos euros, algo difícil de ver ya en el centro capitalino. A su tienda ‘Entrepitas’ le va bien, “no me puedo quejar”, aunque el diagnóstico global es agridulce. “El centro se lo están cargando poco a poco, hay muy pocas tiendas pero los centros comerciales no gustan a muchos por estar a las afueras”, explica.

Realiza ella un retrato sobre sus vecinos. Cuenta que en los últimos tiempos han abierto dos nuevos negocios pero que muchos siguen con la persiana bajada. “La tienda de enfrente cerró hace un año después de treinta años y no lo ocupa nadie”, explica a este periodista. Ante la cámara de Marian León posa ocupando el carril central del grande pero vacío pasillo comercial.

Sobre lo que está por venir, la palabra es ‘cambio’. “Cada vez tengo más clientes pero por la galería pasa poca gente, el edificio de oficinas nos salva un poco”, asegura. Internet es clave. “Las redes sociales y la compra online se imponen, mi hijo ya no va a las tiendas, la juventud lo compra todo por redes”, asegura.

Casi nadie

Vacía la galería comercial Altamira, pionera en la capital. / Marian León

El panorama es desolador si la caminata se realiza por el Centro Comercial Altamira, ubicado en la calle Gregorio Marañón, donde buena parte de los locales permanecen vacíos. Resiste aún la zona de juegos infantil, que muestra la galería a quienes pasan por la Carretera de Ronda, pero el ambiente es tranquilo. En el momento de la ruta nadie pasa por el lugar. Fue la primera galería comercial de la capital y hoy persiste como puede. Abierto en 1972 fue un reflejo de una Almería que se modernizaba.

Hay un cartel de ‘se vende’. Es por un local grande, de 110 metros cuadrados, que, de momento, no encuentra comprador, metáfora de la situación actual. Contactados por Diario de Almería, nadie quiso realizar declaraciones al cierre de este reportaje que ahora leen.

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