Frutas Ojeda, el gran 'mercado' de las fruterías
La firma lleva casi 30 años abasteciendo de productos hortofrutícolas a las tiendas especializadas Comercializan hasta 6.000 kilos en un solo día

Frutas Ojeda nació hace casi tres décadas. Corría el año 1985 cuando el fundador, Miguel Ojeda Peláez, comenzó a desarrollar su actividad como intermediario. Desde entonces, la empresa ejerce de enlace entre el campo y las tiendas especializadas en fruta y verdura frescas (mercados de abastos, pequeños comercios de alimentación, fruterías) o las de restauración.
Su ritmo de trabajo se asemeja al de las panificadoras. La mayor parte de su actividad se desarrolla en plena madrugada. Desde la tarde, sobre las 17:00 horas, empiezan a recepcionar la mercancía hasta las 2:00. Prácticamente todo lo que entra sale hacia su destino en apenas unas horas. El índice de rotación es muy alto y cada día mueven entre 4.000 y 6.000 kilos de productos, dependiendo de la temporada. En los meses de verano es cuando se produce el pico de ventas.
La clasifican en diferentes espacios refrigerados para conservarlas en perfectas condiciones organolépticas, porque hay algunas variedades que no pueden ponerse en el mismo espacio.
Y no se trata de 'leyendas urbanas'. Los gases que emiten o volátiles hacen que, por ejemplo, "si juntas en una misma cámara kiwis y manzanas, los kiwis maduran rapidísimo, y lo mismo pasa con chirimoyos y plátanos", explica Jesús Ojeda Álvarez, actual gerente de la firma junto a su hermano Miguel.
A las 4:00 comienza la venta, una especie de subasta en la que los precios varían dependiendo de la oferta y la demanda. Los fruteros más madrugadores van llegando a comprar sus productos para tener todo esté listo en las estanterías de las tiendas cuando abren las puertas a la clientela.
Desde hace unos años añadieron una segunda tanda de venta por la tarde para aquellos a los que "no les gusta tanto madrugar", adaptándose así a una evolución del mercado.
El 100% de sus ventas son locales, como la mayor parte de sus productos. "Tenemos todo lo que puedas encontrar en un mercado y cuando aquí no hay, lo traemos de fuera". La variedad es enorme: hasta quince tipos de manzanas, acelgas, patatas de Francia, apio, naranjas tradicionales y ecológicas de Antas y Gádor, mandarinas de la zona del Andarax, boniato de Cádiz, peras conferencia de Bélgica, aguacates y mango de Motril...
También sirven, bajo pedido, todo tipo de frutas tropicales, hierbas aromáticas y productos menos usuales en los mercados.
Las instalaciones de la empresa, en las que trabaja una plantilla de once personas, se ubican en calle de Castro de Filabres (carretera Sierra Alhamilla).
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