Fran García, agricultor: “Una Inteligencia Artificial te puede ayudar pero no con todo, hacen falta manos”
El personaje
Charla con un joven productor que lleva la técnica en una finca que controla todo a través de móvil
La tecnología, aliada clave para el futuro de la agricultura
–¿Hasta qué punto tenéis todo optimizado en la finca?
-Aquí las aperturas y cierres de los invernaderos son todos automáticos con controles de clima pero aquí se podría instalar aún el tema de calefacción, lo tenemos pero como es un alquiler y los anteriores dueños lo dejaron y se quedaron obsoletas.
El control del clima lo tenemos automatizado, tenemos una estación inteligente dentro del invernadero, que es la zona más representativa, y ponemos las pautas para que se vaya regulando. El porcentaje ideal en este momento es un 65% de apertura y una temperatura de 25 grados centígrados. Ese es el óptimo que nosotros buscamos y en función de eso ya se va regulando. Eso lo hace directamente el programa.
–Veo las líneas llenas de ‘llaveros’, ¿Para qué los usan?.
-Los estamos usando para rendimiento. Lo implantamos hará cuatro o cinco años porque queríamos optimizar. En Almería ha llegado un punto que a la mayoría de las fincas tienes que buscarle el rendimiento máximo, casi que al céntimo. Hay mucha competencia y gastos y tienes que cuantificarlo todo. Si no llevas un control diario de la mano de obra, las recolecciones, el transporte... puedes perder bastante a final de la campaña.
–¿Y habéis notado que se ha optimizado todo desde que usáis estos sistemas?
-En un primer momento, cuando son fincas tan grandes y con tanta gente, la gente se vuelve un poco reacia con la instauración del programa informático por ese control que supone pero desde un primer momento la gente se acostumbró a ello. Ahora cada uno lleva un terminal móvil que le facilita la empresa y se ha cogido ya como una rutina más. Ellos tican y tienen su ficha donde van poniendo cada tarea realizada. Yo eso lo controlo, miro esos tiempos de rendimiento y veo en qué lo puedo optimizar. A lo mejor las recolecciones podemos necesitar una caja más grande y que no haya que hacer tantos cambios porque sea un envase pequeño. Puedes ver hasta si te merece la pena limpiar algunos tomates de los ramos o no.
–¿Y puede ver si es más rentable plantar cherry o calabacín? Le sería de gran utilidad para próximas campañas.
-Eso ya es independiente. En el calabacín tengo tareas que no tengo con el tomate. En el tomate tengo un sistema de descuelgue de perchas con el que vamos bajando el tomate durante todo el recorrido y son ciclos de muchos meses. En ese tomate hacemos tareas como deshoje pero en el calabacín no se hace. Con la informática puedes separar esas tareas y ver cuánto gastas y cuánto ganas, así sacas la rentabilidad. Aparte puedes ver dónde son más rentables tus trabajadores.
–Cuénteme más
-Sí. Puedes ver quién es mejor cada tarea. Cada persona tiene una habilidad. Hay gente que es más rápida en cada cosa. Puedes elegir a qué se dedica cada miembro de tu personal. Hay gente que ‘vuela’ recolectando y su tarea principal, en la medida de lo que se pueda, va a ser la recolección. Yo tengo un hombre que lía las plantas y va rápido con el carro. Con la aplicación se que es así y es beneficio para la empresa.
–¿Cuánto notáis que ha mejorado?
-Eso tendría que cuantificarlo pero cuando empezamos vimos que el rendimiento mejoraba un 20%. Nosotros ya tenemos objetivos por hora y sabemos cual es la media. No puedes exigir al 100% porque somos personas pero sabemos que por hora podemos hacer unas 350 plantas e intentamos mantener el ritmo. Si vamos más lento, analizamos por qué. Sabes qué pasa y el rendimiento ha mejorado.
–Le veo muy claro en cuanto al personal.
-Es que ahora sé cuanta gente necesito. Lo planificas todo mucho mejor. No tengo que ir ni con falta de gente ni con un excedente. Yo necesito ocho personas a ese ritmo y son ocho personas. Yo tengo las mediciones y sé lo que hace falta. Puedo optimizar todo lo necesario, esto es una pequeña empresa y la agricultura es inestable. Lo vas ajustando todo.
–Con los virus del tomate, ¿tenéis apps que os ayuden?
-Claro. Mis trabajadores, que son los que están aquí todo el día, tienen que reportar en la plataforma si ven alguna planta afectada. Se le hace una foto y me llega una notificación a mi móvil. Las decisiones se agilizan. Tenemos registradas ya las plagas más comunes, como es el pulgón. Me identifican hasta qué plaga es.Puedes ver el invernadero que es y la línea. Yo visualizo la incidencia y veo qué respuesta es la mejor.
–Hay quien le preguntaría si lo necesitan.
-Cuando tienes una finca tan grande (tiene once hectáreas), a una persona sola no le da tiempo a visualizar todo. Los trabajadores están allí. Antes tenías que decírselo al jefe e irte a buscar la planta y ya ni te acordabas, porque la habías visto extraña. Aquí directamente lo localizas.
–¿Hasta dónde llega el límite de la optimización?.
-En mi generación usamos la tecnología para todo y una IA te puede ayudar con la planta pero no lo hace todo. Nunca hay un máximo para optimizar.
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