ECCO2, una fórmula que promete: menos contaminación y más producto saludable
Para Antonio Cambil, CEO de Sistemas de Calor, firma que participa en el proyecto de economía circular junto a LafargeHolcim y Carbon Clean, la fertilización carbónica es una de las palancas para que la agricultura almeriense aumente la productividad
ECCO2 pretende que la aplicación de CO2 en invernaderos esté al alcance de los productores
Almería/La iniciativa ECCO2, un ejemplo claro de economía circular, estará en marcha el próximo año. Un proyecto que ha sido seleccionado por la Junta de Andalucía para acelerar su tramitación y que afronta dos retos de máxima actualidad: evitar las emisiones de CO2 a la atmósfera dándole salida en los invernaderos para aumentar la productividad de hortalizas saludables.
“Conociendo muy a fondo los beneficios que aporta la fertilización carbónica, es decir, el enriquecimiento ambiental con CO2 dentro del invernadero, empezamos a plantear y analizar de qué manera podríamos aplicarla a invernaderos no tan altamente tecnificados y con una inversión inicial muchísimo más baja, ya que el CO2 está demostrado que aumenta la productividad y la calidad, es decir, mejora los ratios de eficiencia del cultivo”, expone Antonio Cambil, CEO de Sistemas de Calor y uno de los promotores de la iniciativa, en la que también participan LafargeHolcim y Carbon Clean.
Sistemas de Calor ya tiene experiencia en esta labor. La firma realiza instalaciones tanto de calefacción para aprovechamiento del CO2 como sin calefacción; este tipo de instalaciones de alta tecnología requieren de una gran inversión e invernaderos tecnificados. Pensamos que para que la inversión inicial por parte de los productores fuera más baja, lo idóneo era comprar el CO2 líquido y con un tanque de regasificación en zonas próximas a los invernaderos hacer fertilización carbónica. “El problema, ¿de dónde sacamos el CO2? Viene de lejos, es caro y hay que sumar el inconveniente del transporte”, dice Cambil. La conclusión fue disponer de CO2 local a través de la alianza con LafargeHolcim.
La idea de ECCO2 es capturar las emisiones en la chimenea de la cementera antes de que alcancen la atmósfera. Los gases, a continuación, pasan por una serie de etapas de filtración en las que se le aplica frío, calor, un proceso de depuración, etc. Una vez generado CO2 puro, se comprime y se pasa de estado gaseoso a líquido, así se puede almacenar y transportar de manera sencilla hasta descargarlo en tanques cercanos a los invernaderos, tanques que pueden pertenecer a un invernadero o grupo de explotaciones bajo plástico; desde ahí se inyecta por unos evaporadores y se convierte en gaseoso. A través de una red de tuberías de dosificación, tipo a las de riego por goteo, se aplica en el invernadero. De otro modo, si el CO2 se consumiera cerca de la planta, a través de un ceoducto se podría aplicar a invernaderos cercanos o parques de colindantes.
Concretamente, una vez en la explotación agrícola, en cada líneo discurriría una tubería de CO2. Las sondas que miden los niveles de dióxido de carbono y la estrategia de cada agricultor determinarán la dosificación o no. Aún así, Cambil señala que las influencias son claramente la radiación solar, sin ella la planta no va a consumir CO2; el nivel de apertura o cierre de ventilación, si hay momentos en que hay que ventilar y las ventanas están muy abiertas no conviene dosificar mucho; y el estadio de la planta. “Hoy en día cualquier control de clima que hay implantado en el mercado incorpora ya la gestión del CO2”.
Las mediciones del CO2 en un invernadero muestran que en las horas de radiación está alrededor de 200 partes por millón cuando en el exterior está en 400 o 430 partes por millón; con ECCO2 se podrá corregir ese empobrecimiento carbónico, puesto que la masa vegetal consume mucho, y equiparar al ambiente exterior. “Son técnicas muy estudiadas y avaladas por los propios centros de investigación de Almería, no sólo en Holanda o invernaderos de alta tecnificación. La cuestión es cómo implementarlo para que sea rentable para al agricultor y no suponga un gran riesgo. Por eso ECCO2 está basado en que suponga una muy baja inversión inicial para el productor y conseguir un coste del CO2 económico”.
Como detalla el CEO de Sistemas de Calor, el sector agrícola de Almería ha sido un milagro: “De la nada ha conseguido un milagro económico, se ha trabajado en la gestión del agua, en la lucha integrada, se ha llegado a un punto de innovación, de esfuerzo y trabajo buenísimo pero, realmente, el crecimiento que está teniendo el sector en los últimos años ya casi que es vegetativo y es complicado crecer en superficie y explotación de recursos naturales. Creemos que la estrategia es crecer en productividad y calidad”. Para Cambil, las ratios de productividad por metro cuadrado son un talón de Aquiles de la agricultura almeriense, “me deshago en halagos hacia el sector, pero si queremos crecer debe ser en productividad”.
Para el promotor de ECCO2 no hay duda: entre las palancas para crecer en productividad interviene la fertilización carbónica, tras mejorar y tecnificar las estructuras de invernaderos: pasar de los raspa y amagados sin ventilación ni control de clima a raspa y amagados mejorados o multitúneles con ventilación automatizada, control de clima para poder aplicar calefacción, fertilización carbónica, etc.
Este proyecto contribuirá a mejorar, además, la imagen de sostenibilidad de la agricultura almeriense que, según Cambil ya es técnicamente muy sostenible. “Esto es una razón más para decir: no solo hemos reducido la temperatura donde hay invernaderos por el efecto albedo, somos eficientes en el uso de recursos hídricos y, además, estamos absorbiendo CO2, que es el principal problema que está generando el calentamiento global y el cambio climático, convirtiéndolo en producto saludable”.
El plan de negocio de ECCO2, que prevé una inversión de 25 millones de euros se realiza sin contemplar incentivos aunque de llegar serán bienvenidos, si bien Cambil cree que lo interesante sería sería que la Consejería de Agricultura ayudara al productor al máximo para poder implementar esta técnica, “sería una apuesta decidida por el medioambiente y la agricultura; eso sería reforzar internacionalmente nuestro sector”.
Impulso para modernizar los invernaderos
Para 2023 se prevé que esté operativa la primera fase de ECCO2 con la captura de 50.000 toneladas de CO2, mientras su capacidad total se estima en 600.000 toneladas para implantar la fertilización carbónica en el Sureste español, estamos hablando de unas 45.000 hectáreas. “Si hablamos de capacidad de absorción del campo hablamos de cifras estratosféricas, normalmente para corregir el empobrecimiento carbónico e inyectar un CO2 que sea rentable para el agricultor podemos estar hablando en números redondos de 100 toneladas de CO2 al año por hectárea”. Según Cambil, actualmente la superficie tecnificada supone el 5%, además, mientras la superficie general va creciendo en torno al 1,5% anualmente, la tecnificada va creciendo sobre el 6,5%, “estamos en un proceso incipiente, pero claro, de modernización y tener este proyecto palanca va a servir para acelerar esa modernización”.
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