Camino de Santiago en Almería: Turismo inusual pero bienvenido para los pueblos de interior
Turismo
Dirección Granada (Mozárabe) o Murcia (Argar), cada vez es más habitual ver a peregrinos por la provincia
No es una mina de oro, pero sí dejan pingües beneficios y suponen un efecto llamada
“Gracias al Camino, en Japón conocen Alboloduy o Alsodux”
“Las dos rutas peregrinas de Almería son una virguería”
Almería está en la otra punta de España, si se toma como referencia la tumba del Apóstol Santiago, destino final de las flechas amarillas y las vierias que cada vez son más habituales en suelos y paredes de distintos municipios de la provincia. Hablar de Camino de Santiago, tradicionalmente ha llevado a pensar en zona norte, en Roncesvalles, Burgos, León, quizás la Vía de la Plata (de Mérida a Astorga), pero difícilmente un almeriense podía imaginarse que iba a haber una vereda por la provincia que llevara a los peregrinos en su discurrir hacia los huesos del Apóstol Santiago.
Miles son los romeros que cada año recorren los diferentes caminos que existen en España. Desde la década de los 80 a esta parte, esta aventura religiosa, espiritual, deportiva, familiar... (caben todas las definiciones, es algo muy personal) ha experimentado un gran boom, puesto que se trata de una forma de hacer turismo, en contacto con la naturaleza, con personas de todo el globo terráqueo y conociendo la España semiolvidada.
La provincia de Almería está en momento del despegue, cuando Fraga hizo conocido el término Xacobeo hace más de cuarenta años. De unos pocos ‘locos’ que atravesaban Benahadux, Santa Cruz de Marchena y Fiñana, a varios miles de peregrinos que han provocado que dos asociaciones hayan tenido que dotar de una interesante infraestructura los diferentes municipios almerienses para dar cobijo al peregrino a su paso por tierras almerienses.
Albergues, señalizaciones, mojones, arreglo de caminos, además de pequeños bares y hostalillos de la Almería de interior que se benefician de este tipo de turismo tan inusual en la provincia, pero que comienza a ganarse el cariño de la gente. El peregrino no es una mina de oro, no hace el desembolso de un turista europeo en Roquetas o Garrucha, pero sí que deja su pecunio en pueblos de la España Vaciada, para los que supone mucho servir dos o tres menús más al cabo del día.
De la misma manera, tradicionalmente el romero peregrino se aloja en albergues públicos y tanto la Asociación Jacobea ‘Camino Mozárabe’ de Santiago como la Asociación de Amigos del Camino en Almería, está en constante negociaciones con los ayuntamientos, para conseguir la cesión de viejas instalaciones, que puedan ser rehabilitadas como lugares para la pernoctación. Pero hay quien prefiere un sitio más cómodo y opta por pequeños hostales o el tradicional ‘Aquí hay camas’, que tienen algunos sitios de comida de los pueblos.
De la misma manera, tiendas de comestibles, de ropa de deporte, farmacias... se aprovechan de un turismo que está en auge en la provincia y que como bien dice Mercedes Murillo, presidenta de la Asociación Jacobea ‘Camino Mozárabe’, gracias a la peregrinación se ponen en el mapa pueblos almerienses que posiblemente algunos ciudadanos de la provincia ni saben situar en el mapa, como es el caso de Alsodux.
Almería cuenta con los caminos, uno dirección Granada y otro más reciente, dirección Murcia. El primero es el Mozárabe Mozárabeque saliendo de la Catedral, busca el Bajo Andarax para subir por los Catalanes, dirección la Comarca de Nacimiento. Viator, Pechina, Benahadux, Santa Fe, Terque, Alhabia, Alboloduy, Nacimiento, Abla, Fiñana... para dirigirse a Huéneja y de ahí buscar Córdoba, para conectar con la Vía de la Plata.
Hacia la costa levantina, se abre paso el Camino del Argar. Una ruta preciosa, con salida también en la Catedral, que atraviesa zonas más turísticas, como San José, Carboneras, Mojácar, Garrucha, Vera, Cuevas y por Huércal Overa se sale de la provincia. Por Murcia y Albacete, busca Madrid para coger la Vía de la Plata en Zamora. Éste es un Camino menos al uso, con unos paisajes y unas vistas increíbles, además de contar con más servicios que el Mozárabe.
Uno y otro sirven para vertebrar Almería, para unirla y darle vida a pequeños pueblos de la provincia, que también se enriquecen culturalmente de la aportación de peregrinos venidos de todas las partes del mundo. Almería empezó con un flujo de no más de seis o siete romeros al año, hoy roza los mil oficiales, más los que lo hagan por su cuenta sin avisar. Todos son bienvenidos y necesarios para que la España Vaciada siga combatiendo mal que bien el discurrir de los años.
Cuatro claves
Almería cuenta con el Mozárabe y el Argar. La provincia tiene dos rutas del Camino de Santiago: hacia Granada se expande el Camino Mozárabe y hacia Murcia, el Camino del Argar. El primero atraviesa el Bajo Andarax y la Comarca de Nacimiento, mientras que el segundo toda la costa levantina. Ambos salen de la catedral.
Peregrinos de todos los continentes. Tradicionalmente, el Camino de Santiago cuenta con muchísimos adeptos fuera de España, posiblemente más que dentro. Según datos de las dos asociaciones que hay en Almería, tanto el Mozárabe como el Argar lo han hecho peregrinos de los cinco continentes, con la expansión de la marca Almería que ello supone.
Buena señalización y albergues. Cada vez es más habitual ver en la ciudad de Almería y en los diferentes pueblos la clásica flecha amarilla, así como los mojones, que marcan la ruta del Camino. Además, los municipios se van equipando con albergues municipales, que permiten pasar la noche al peregrino por la voluntad.
Oportunidad para la ‘Almería Vaciada’. Principalmente los bares, hostales y mercados de comestibles de la zona de interior de Almería sacan provecho a este tránsito de peregrinos. No es una cuantía muy grande la que el romero deja a su paso, pero dos mil personas al cabo del año en Alsodux, Terque o Fiñana (la costa levantina es más turística), siempre es beneficioso.
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