Vícar, un mar de invernaderos y el destino de la industria auxiliar en el corazón del Poniente

Expolevante 2022

Su situación privilegiada le permite atraer a numerosas empresas del sector

Uno de los invernaderos de Vícar, dedicados en su mayoría a hortalizas como tomates, pimientos, pepinos y berenjenas.
Uno de los invernaderos de Vícar, dedicados en su mayoría a hortalizas como tomates, pimientos, pepinos y berenjenas. / Diario De Almería

Hace más de medio siglo que Vícar se convirtió en el ejemplo para todo el mundo de lo que sería la nueva agricultura. En la finca Las Fresas se hizo la primera experiencia de riego por goteo de toda la Península Ibérica. Un sistema que revolucionaría la agricultura en Almería, convirtiendo esta zona en la huerta de Europa.

El milagro almeriense no se puede entender sin Vícar, un municipio eminentemente agrícola. Cuenta con casi 2.000 hectáreas de superficie invernada, lo que significa el 10% del total de la comarca del Poniente, y hoy por hoy es un verdadero referente a nivel europeo, y probablemente mundial, del desarrollo de la agricultura intensiva bajo plástico.

El crecimiento de la actividad agrícola la ha situado en la base de todo el sistema económico local, del mismo modo que en el resto de municipios de la comarca. De hecho, alrededor del 85% de las familias de Vícar viven directa o indirectamente del sector agrícola y es la agricultura la base sobre la que se explica el crecimiento de Vícar.

El crecimiento de Vícar en los últimos tres décadas años se explica, además de por el desarrollo del cultivo bajo plástico, por su privilegiada ubicación, en el corazón del Poniente Almeriense, que la ha convertido en el espacio ideal para la implantación de empresas comercializadoras vinculadas a la agricultura y de la industria auxiliar agrícola. Y es que Vícar cuenta con más de medio centenar de grandes y medianas empresas, un número importante de las cuales son líderes en su sector a nivel internacional las que han decidido fijar su actividad en el término municipal de Vícar, lo que ha permitido la creación de un importante tejido industrial muy dinámico y que sirve a su vez de reclamo para la ubicación en su suelo de otras empresas de sectores diferentes.

Mar de plástico en Vícar.
Mar de plástico en Vícar. / Diario de Almería

Vícar ha tenido también la habilidad de saber adelantarse al futuro y convertir la actividad agrícola de carácter familiar en un gran entramado empresarial que es hoy el auténtico motor económico del municipio. El alcalde, Antonio Bonilla, explica que “tenemos las zonas de cultivo más antiguas de todo el Poniente, de las 2.230 hectáreas disponibles apenas 200 no son bajo plástico”.

En Vícar se cultivan tomates, pimientos, pepinos y berenjenas, principalmente. Pero de sus invernaderos también salen calabacines, sandías y melones. Y es que el suelo y el clima se adapta perfectamente a todos estos cultivos, que se producen prácticamente todos los meses del año.

No solo invernaderos

En Vícar no solo hay actividad entorno a la producción de los invernaderos. Debido a su situación estratégica en la comarca del Poniente, es cada vez mayor el número de empresas de tercera gama que se implantan en el término municipal. El número de empresas comercializadoras, de transformación, envases y embalajes, construcción de invernaderos, maquinaria agrícola, abonos y fertilizantes, semillas, producción integrada, riego o sistemas de control ambiental va creciendo año tras año, convirtiendo a Vícar en ‘foco de atracción’ de la inversión agrícola.

El Ayuntamiento vicario ha mantenido siempre un apoyo decidido hacía la agricultura, con una colaboración permanente tanto con las empresas y muy especialmente con los agricultores y sus familias. “Estamos siempre atentos a cualquier información relevante en torno al sector, para poder trasladarla a nuestros agricultores y agricultoras para que puedan conocerla y sacar provecho de ellas, y prestándoles nuestro apoyo cuando la situación se ha vuelto complicada”, comenta Antonio Bonilla, defensor a ultranza de quienes considera los principales artífices de lo que hoy es Vícar como municipio, los agricultores.

Conscientes de la importancia esencial de la agricultura para la economía local, el Ayuntamiento de Vícar ha mantenido siempre vivo su compromiso con los agricultores en todos los aspectos y de un modo muy especial en un tema tan sensible como es el agua, un bien escaso y fundamental para nuestro campo. Por ello destina para el consumo urbano más de dos tercios de agua procedente de la Desaladora del Poniente, pese a tener pozos con agua de muy buena calidad para el consumo. “Consideramos que es una decisión acertada al entender que el agua subterránea debe de reservarse para el consumo agrícola, pues de este modo se abaratan los costes de producción de nuestros agricultores, que ya de por sí soportan unos costes muy elevados”, apunta el alcalde vicario.

Actualmente la agricultura de Vícar vive una situación muy similar al del resto de la comarca del Poniente, debido a las limitaciones derivadas de la pandemia. En estos momentos de emergencia sanitaria los agricultores han seguido produciendo para toda Europa, anteponiendo la alimentación de todos a su propia salud e incluso de sus bolsillos, vendiendo en ocasiones por debajo del coste de producción. Un ejemplo más de los muchos que a lo largo de estos años han venido demostrando. “Siempre hemos estado al lado de nuestros agricultores, y también en esta crisis, apoyando sus demandas, tanto en la rebaja fiscal como en el no menos importante sector de la flor cortada y plantas ornamentales, tal vez uno de los sectores más perjudicado por la COVID-19”, señala Bonilla. En este sentido, “hemos vivido una experiencia de responsabilidad colectiva digna de elogio. Los ciudadanos de Vícar han dado muestras de un comportamiento ejemplar, de una madurez responsable, que ha permitido que en Vícar haya habido poquísimos contagios y ni un solo caso en el sector agrícola, y eso que nos han estado mirando con lupa”.

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