Antonio Lorente, un empresario dispuesto a comerse el mundo

Grupo Lamarca inicia su expansión exterior a través de una red de franquicias Comercializará sólo producto nacional y arrancará con una tienda donde comer en Alemania, tras la apertura el jueves en Almería

Activo y dinámico, pero organizado. Así se define Antonio Lorente, gerente de Grupo Lamarca. Este emprendedor comenzaba su aventura empresarial con 19 años y hoy, con 38, ya cuenta con ocho establecimientos, ubicados en la capital almeriense, y una plantilla de 42 trabajadores fijos, a los que se suman, en periodos de más trabajo, una media de entre 20 y 30 empleados temporales.

El camino se hace al andar y esto parece tenerlo claro Lorente, "se trata de innovar, de detectar las carencias que hay en el mercado y atacar en esos nichos de mercado que existen". La compañía que dirige iniciaba este jueves un nuevo reto: un tipo de establecimiento que nace con objeto de expandirse a nivel internacional a través del modelo de franquicias. Tal y como expone Antonio Lorente, actualmente existen dos tendencias mundiales y estandarizadas: la tendencia por el low cost y por el producto de alta calidad; "esos dos conceptos los hemos unido y hemos creado la fórmula para que puedan ser posibles".

En la calle San Francisco de Asís ha reabierto un establecimiento en el que el cliente compra el producto que desee de un catálogo de 60 referencias, entre las que se encuentran embutidos, quesos y comida cocinada, y 113 vinos, todo marca España potenciando el producto almeriense, para consumirlos, si se desea, en el local a precio de tienda.

Para conseguir alta calidad y un precio más económico la fórmula empleada ha sido una inversión baja en el establecimiento y la necesidad de escasos recursos humanos, puesto que el producto llega manipulado desde su central, también en esta localidad, y uno es el que se sirve la comida en la mesa en caso de quedarse en el local. "En definitiva, cuando tú acudes a un establecimiento de la marca España lo que haces es buscar buen vino y jamón por ejemplo, lo único que lo compras en tienda y, en este caso te lo puedes comer ahí. El concepto mezcla la tienda y la degustación en tienda".

El nuevo establecimiento, con capacidad para 180 personas, dispone de una segunda planta en la que dispondrá de un restaurante capitaneado por Stefan Streifinger, con una larga experiencia también en Almería en establecimientos como La Chumbera o el Mediterráneo del Torreluz.

El local es el punto de partida de la red de franquicias que la compañía pretende crear y que iniciará con un establecimiento propio en septiembre en Nuremberg (Alemania); además, a partir de la próxima semana comenzará a recibir potenciales franquiciados de toda Europa para visualizar y comprobar el modo de trabajo.

Como detalla Lorente, éste, el de Almería, es el prototipo de franquicia , el 'laboratorio'. "Con este establecimiento hacemos realidad lo plasmado en la documentación. Aquí haremos los ajustes de tiempo y error de forma interna". Una vez que se compruebe el funcionamiento y se realicen aquellos ajustes que sean necesarios en este modelo, se dará el salto al negocio de las franquicias en Europa, con el respaldo de "la marca España", así como de la calidad y la garantía de sus productos. Es decir, aquel que esté interesado en montar este tipo de negocio en una ciudad europea, puede hacerlo "con una inversión de entre 300 y 600 euros el metro cuadrado". "Todos los productos que se vendan al cliente se procesarán en Almería y serán enviados desde aquí".

Este negocio no deja de lado el resto de establecimientos de la empresa. Según el gerente de Grupo Lamarca: "El objetivo está definido, no dejamos de lado lo que tenemos, de hecho creo que lo va enriquecer muchísimo porque va a haber una retroalimentación de mucha información". Aún así, Antonio Lorente reconoce que su foco está puesto en la franquicia.

Para el empresario, los negocios tienen su época, y el de la tapa es historia, "es un mal invento, nadie sale beneficiado. El cliente come mala calidad y prolifera la economía sumergida". Para el gerente de Grupo Lamarca el futuro está en la calidad y en un buen servicio, "a través de nuestra franquicia queremos vender nuestro know how y hacer saber lo que sabemos que hay que hacer y hacer saber lo que sabemos que no hay que hacer y los franquiciados no entren en algo que a nosotros ya nos ha pasado".

Antonio Lorente es madrugador. Todos los días se levanta a las 4:30 horas, ahí empieza su día, "dejo de estar activo cuando deja de ser interesante lo que hay". El empresario no es una persona que dedique tiempo a los medios de comunicación, "tampoco 'alterno', hago lo que realmente me llena que es estar con mis dos hijos, mi trabajo y el deporte. La soledad también me puede por lo que intento siempre estar creando cosas".

Pero todo no es un camino de rosas sin espinas, "todos los días tienes altibajos, cuando tienes un negocio convives con la pena y la gloria, tienes estadios de llegar a la cumbre y otros de hundirte, lo malo es que te acostumbras a vivir con eso, es tu día a día".

El gerente de la firma almeriense se confiesa soñador: "Una de las cosas por las que sufro es que no paro de pensar nunca y de imaginar. Tengo sueños e intento cumplirlos, sueño de noche para vivirlo de día en la vida, en el trabajo y en el deporte". Y es que todas las metas que se propone Lorente intenta alcanzarlas, y, como dice, no sólo en lo profesional, si no también en lo deportivo: "En este ámbito un día imaginé que podría cruzar España en bicicleta sin parar y lo hice, llegamos nueve a la meta, yo fue el séptimo, y no lo idealizas. Cuando me lo propuse lo que hice fue ver cómo se podía hacer y vi que era entrenando el sueño, la alimentación mientras pedaleaba... Todo se entrena". Para el año que viene prevé completar la gesta con el recorrido de 5.500 kilómetros en un mes en Estados Unidos.

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