Almería salva por los precios una campaña hortofrutícola “atípica”

Balance 2021-2022

La temporada 2021-2022 cierra con una caída del 17,5% en producción hasta los 3,26 millones de toneladas y un aumento del 8,5% de su valor que alcanza los 2.387,2 millones de euros

Miguel Ángel Serrano, Adoración Blanque, Pascual Soler y Juan Garrido, en el balance de Asaja.
Miguel Ángel Serrano, Adoración Blanque, Pascual Soler y Juan Garrido, en el balance de Asaja. / C. F.

Almería/Las previsiones sobre la campaña hortofrutícola 2021-2022 que hacía Juan Carlos Pérez Mesa, doctor en Economía y profesor de la Universidad de Almería y responsable del Departamento de Estadística en Coexphal, esta primavera a este medio y que apuntaban a que Almería la salvaría, a pesar de los elevados costes de producción y gracias a unos precios también altos, van en línea con el balance final que ayer hacía la organización agraria Asaja Almería.

De acuerdo a los datos expuestos por parte de su presidenta provincial, Adoración Blanque, y que podrían variar ligeramente solo en el caso de la sandía, que continua en producción al aire libre en el levante almeriense restándole algo más de dos semanas, esta temporada cierra con un incremento del 1,2% en superficie, hasta las 32.700 hectáreas; una bajada del 1,4% en superficie en producción totalizando 49.463 hectáreas; un descenso del 17,5% en producción (en contraposición de la temporada anterior cuando subía un 9,3%), hasta los 3,26 millones de toneladas; y un aumento del 8,5% del valor de la producción comercializada, alcanzando los 2.387,2 millones de euros.

La que Blanque califica como “campaña atípica” concluye con una disminución de la producción en todos los productos analizados, principalmente por las condiciones meteorológicas e incidencias fitopatológicas, como puede ser el impacto de virosis; y con un aumento generalizado de los costes de producción de media un 30%, debido sobre todo al conflicto en Ucrania y la inflación; “de alguna manera esta campaña se ha salvado porque los precios en pizarra se han mantenido y han compensado el aumento de costes y bajada en el volumen de producción”, señala la presidenta de Asaja en la provincia almeriense.

En el caso del pimiento, se confirma como líder en producción tras arrebatar la primera posición al tomate hará unas tres campañas. De este modo, se incrementa la superficie a este cultivo un 2% hasta las 12.627 hectáreas, mientras el volumen de producción baja un 9,5% hasta las 896.487 toneladas, su precio medio un -6% hasta los 0,79 euros el kilo, alcanzando el valor total de la producción los 708 millones de euros, un 14% menos que en la campaña anterior.

En tomate la superficie abarca 8.297 hectáreas en el territorio almeriense, un 3% menos que en la temporada agrícola anterior. La producción también cae (-14%) hasta situarse el volumen recolectado en las 655.493 toneladas. El lado positivo: el precio medio y el valor total de la producción: 0,78 euros el kilo (+34%) y 511 millones de euros (+14%).

La superficie en pepino baja un 1% hasta las 4.911 hectáreas y su producción un lo hace en un 13% hasta las 515.696 toneladas; al igual que sucede con el tomate, el precio y valor total corrigen la situación, así el precio medio sube un 29% hasta los 0,61 euros y el valor de la producción alcanza los 314 millones de euros, un 12,4% más.

Por su parte la cosecha de calabacín es un 22% inferior a la campaña anterior, llegando a las 543.262 toneladas en los invernaderos almeriense, si bien la superficie destinada a este cultivo sube un 2% hasta ocupar 8.358 hectáreas. El precio medio sube un 41% y se sitúa en los 0,79 euros sumando el valor total de la producción 429 millones de euros, un +33%.

Crece en un 1,5% el territorio dedicado a la berenjena en un 1,5% y ya se llega a las 2.262 hectáreas, si bien la producción baja un 14% hasta las 248.868 toneladas. Su precio medio aumenta un 5,7% hasta los 0,62 euros, alcanzando los 154 millones el valor de la producción, un -4,9%, según los cálculos de Asaja.

La judía sigue siendo ya un cultivo residual y sigue bajando la apuesta por el mismo como indica la superficie destinada al mismo, que cae un 5% y ya solo son 95 hectáreas las que se explotan para judía en Almería. El volumen cosechado es de 2.090 toneladas, un -19%, mientras su precio medio sube un 1,1% hasta los 1,78 euros el kilo; si bien el valor total de la producción, debido a la gran caída del volumen recolectado, baja un 15% hasta los 3,7 millones de euros.

Respecto a los cultivos de primavera, ambos suben su precio medio y valor de producción, siendo cierto que el pasado año fue malo para estos productos. En el caso del melón, su precio medio se sitúa en los 0,7 euros, un +159%, y, en el de la sandía en los 0,64 euros, un +204%, siendo el valor de la producción de 64 millones (+60%) y de 200 millones (+77%), respectivamente. En ambos casos baja la superficie destinada a ellos y su producción, afectada, especialmente en el caso de la sandía, por los episodios de calima. Así la superficie de melón baja un 5% (hasta las 2.812 hectáreas) y la de sandía un 6% hasta las 10.130 hectáreas; por su parte la cosecha asciende a 92.796 toneladas (-38%) en el caso del melón, y a 314.042 toneladas (-41%) en sandía.

Cultivar una hectárea de tomate cuesta 23.178 euros más

“Esta campaña ha sido bastante buena para el tomate comparada con la anterior”, dice la presidenta de la organización a nivel provincial, Adoración Blanque. Y es que el precio en este producto ha logrado contrarrestar una subida de costes del 34,5%. El hecho de que haya habido menos producción de tomate en Europa ha repercutido en el valor de la oferta almeriense, cuyos productores, como indica Blanque, además, se están adaptando a las necesidades del mercado incrementando su producción ecológica y abordando especialidades.

Ese incremento del 34,5% en los costes de producción se traduce en que cultivar una hectárea de tomate esta campaña ha costado 23.178 euros más, pasando los gastos de 67.160 euros en la temporada 2020-2021 a los 90.338 euros en la última. Solo los gastos corrientes se han incrementado un 30,8%, disparándose, sobre todo, el gasto en energía, un +300,3% hasta los 5.237 euros por hectárea de tomate; en fitosanitarios (+106,7%) siendo el desembolso de 8.189 euros; fertilizantes (+77,4%) hasta los 7.647 euros; en estos gastos sigue siendo la mano de obra la que mayor peso tiene (un 54,35%) y que también se ha encarecido un 11,4% hasta los 33.255 euros. En el caso de los gastos de amortización, que ascienden a 19.951 euros por hectáreas, es la estructura de invernaderos la que más ha variado, con un aumento del 89,4% en la última campaña hasta alcanzar el gasto lo 8.728 euros por hectárea.

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