La Alacena de Laujar esconde los tesoros de la Alpujarra 'desconocida'
La tienda lleva una década vendiendo los productos artesanales del municipio y de otros de la zona · Su objetivo es dar a conocer lo mejor de su tradición y cultura a los turistas que llegan al municipio

"Darle al cliente lo que no encuentra en su lugar de origen". Es la máxima que rige el trabajo de la Alacena de Laujar, un establecimiento situado al final del pueblo donde se esconden algunos de los mayores tesoros culinarios y vitivinícolas de la zona. Su propietaria, María del Rosario Rodríguez Escámez, tiene claro "el valor de las raíces, costumbres y esencias" del pueblo que la ha visto nacer y crecer, y abandera sus productos con la mejor de las sonrisas y un cariño que sale a la luz en cada una de las explicaciones que da a los clientes.
Buena parte de las más de 50 referencias que se pueden encontrar en el establecimiento son de origen local. El resto, de pueblos aledaños enmarcados en la 'Alpujarra desconocida', la almeriense. En las estanterías se pueden encontrar aceite, miel, mermeladas, embutidos, quesos, dulces de la comarca o uno de sus productos estrella, los vinos de la zona. También apuestan por alimentos de temporada como las manzanas o las castañas. "Todo es artesanal y hay muchas cosas ecológicas", explica la gerente.
"En el pueblo casi todo el mundo hace sus matanzas y sus vinos así que nos enfocamos más a los turistas, que muchas veces no pueden conseguir este tipo de productos naturales cerca de casa".
Para darles un servicio integral, el negocio se convirtió también en Oficina de Turismo (forman parte de la Red andaluza) y en Punto de Información del Parque Sierra Nevada. Cada año atienden a entre 8.000 y 10.000 visitantes orientándoles a cerca de las posibilidades de ocio y cultura que ofrece el entorno de Laujar de Andarax.
"Vienen muchos senderistas y gente a pasar el fin de semana. Les decimos qué monumentos, puntos de interés, bodegas y negocios pueden visitar". Para poder explicar con conocimiento de causa los distintos aspectos de las rutas de senderismo, Rodríguez Escámez no dudó en realizar un curso de guía del Parque de Sierra Nevada específico sobre el tema. "Una de las rutas más bonitas esconde un secreto, el castaño de la Rosa, un árbol milenario", explica la gerente de la Alacena de Laujar.
Trabajadora incansable, acusa la crisis e intenta paliar sus efectos (una más que notable caída en las ventas superior al 50%), a golpe de innovación. "Hemos habilitado un espacio para cata. Tenemos productos como el requesón artesanal que es muy delicado y no puede transportarse fácilmente ya que sufre mucho los cambios de temperatura, así que ofrecemos una combinación perfecta para las tardes: el queso con un licor de higo chumbo, poco conocido y muy dulce".
Otras de sus propuestas culinarias son la degustación de jamón al corte, inéditas en el municipio, o las catas de vino.
En la tienda, un espacio diáfano de 150 metros cuadrados de superficie y de estilo rústico, se pueden encontrar, amén de los productos gastronómicos y vitivinícolas, otro tipo de artículos de artesanía como jarapas, alfombras, bolsos, piezas decorativas hechas con barro o esparto, entre otras."Nos amoldamos a lo que el cliente nos pide y si no tenemos algo lo buscamos".
El perfil de sus clientes es muy variado, desde jóvenes que van a casas rurales en grupo a familias o ancianos. Sin embargo, les une un mismo aspecto. "Están muy concienciados con lo que comen, leen las etiquetas con atención y tienen un nivel cultural alto". Esta forma de ser "exigente" es un estímulo para el propio negocio. "Precisamente nos ha hecho ser mejores y exigirnos siempre más a nosotros mismos".
El establecimiento laujareño se encuentra en Calle Hermanos Castañeda, 16. Más información en http://facebook.com/laalacena.delaujar.
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