Acción, reacción... inserción contra la desesperanza en Almería
Empleo | Inserción laboral
La organización sin ánimo de lucro Acción Laboral está especializada en encontrar trabajo a personas mayores de 45 años o de difícil empleabilidad
La oficina de Acción Laboral en Almería recibirá este lunes un objeto que promete integrarse con naturalidad en el día a día de esta suerte de gabinete contra la desesperanza que, para llevarle la contraria a los pesimistas y a los derrotistas, no solo se propone cada día buscarle trabajo a personas que posiblemente no lo encontrarían jamás sin su ayuda, sino que además lo consiguen con meritoria frecuencia. Una campanilla. Como esas que tienen muchas unidades oncológicas, y que suenan con entusiasmo desatado cada vez que alguien le gana la batalla al cáncer. “La campana de la inserción, la llamaremos, y cuando alguno de nuestros usuarios consiga regresar al mundo laboral, sonará en toda la oficina”.
Quien habla es Beatriz Martín Alarcón, responsable territorial de operaciones en Almería de esta organización sin ánimo de lucro que ha contribuido a cambiarle la vida a numerosas personas gracias a la profesionalidad, implicación, tesón y conocimiento profundo del mercado laboral de sus orientadores, formadores y prospectores. Para empezar, a sus usuarios les cambian el ánimo, con una receta que mezcla la empatía con la activación. Y con una buena dosis de psicología, obviamente, tan o más importante que cualquier gestión que puedan realizar.
“Hay gente que te viene los primeros días prácticamente sin peinar, y con un pantalón de chándal. Pensando que para ellos ya es imposible volver a encontrar un empleo, ya sea por edad, por el tiempo que llevan parados o por cualquier razón. La mayoría están en un círculo vicioso del que cuesta mucho salir. Pero conforme empiezan a venir los siguientes días, se empiezan a meter en la formación, crean ese grupo de trabajo... todo eso es muy distinto a estar en tu casa todo el día, hundido porque no encuentras ese trabajo… Esa dinámica les cambia, ves cómo día a día empiezan a arreglarse y modifican totalmente su actitud”, explica la responsable territorial de esta entidad repartida por toda España y que cuenta ya con oficinas en todas las provincias andaluzas.
Accion Laboral trabaja en tres frentes: orientación, formación e inserción laboral. “Da igual qué programa llevemos, si tiene o no un objetivo de inserción, porque lo que nosotros siempre vamos a pretender es que las personas logren un trabajo, independientemente de en qué programa estén”. Se refiere Beatriz Martín a varios programas de administraciones públicas que se implementan a través de la organización, como el Andalucía Orienta, el Programa de Apoyo a las Mujeres en los Ámbitos Rural y Urbano o el ‘VUL’ o ‘Colectivos Vulnerables 2022’. Y luego están las personas, muchas, que les llegan a diario por aquello del boca a boca, porque lo que funciona se suele expandir con facilidad entre sus potenciales usuarios. Y la reputación de Acción Laboral es muy alta.
“Cada día llega más gente, tenemos muchísimos usuarios y se lo cuentan a otros. La gente nos viene directamente a la oficina para que les demos cita. Nosotros no estamos en la búsqueda de usuarios, nos llegan, y eso lógicamente es por el trabajo que hacemos, si no no vendría nadie”, asegura Beatriz. Y, enfatiza, “sobre todo los mayores de 45, que están en un momento de su vida en el que creen que no van a encontrar nada, o llevan mucho tiempo parados y eso es un inconveniente grande, porque a la hora de enviar un currículum, si les aparece que lleva cuatro años sin trabajar y encima es mayor, lo tienen más difícil, un círculo vicioso del que cuesta mucho salir”. Ahí es donde entra de lleno, y en lo que está especializada, Acción Laboral.
Intervienen “con formación, poniéndolo al día en todo lo que necesite según el puesto de trabajo, y además damos la cara por esa persona y convencemos a la empresa de que va a responder, no va a defraudar y va a hacer bien su trabajo. Muchas veces hay empresas que se echan para atrás al ver la edad, pero después de hablar con nosotros contratan y no se arrepienten”.
La importancia del prospector
Para tocar la campanita muchas veces es fundamental, y en eso “nos diferenciamos del resto de entidades”, apunta Martín, la figura del prospector, alguien que “va más allá del orientador”. El orientador, afirma, “te da las herramientas, pero el prospector te busca trabajo. ¿Cómo? Buscando en aquellas ofertas de empleo que están al alcance de todos (en redes, internet etc.), pero yendo más allá: según el perfil del usuario contactamos con empresas que puedan requerir de ese perfil”. Y además insisten. Muchas veces, añade, “esas ofertas de empleo surgen en el mismo momento en el que contactamos con las empresas, ofertas que ‘no existen’, pero se propicia que existan”.
La propia entidad también da trabajo
Acción Laboral predica con el ejemplo y contrata siempre que puede a personas que acuden para que la entidad les ayuda a encontrar un empleo y se quedan. Cuando tenemos que dar una formación, si tenemos usuarios de nuestra entidad que son docentes, tiramos directamente de ellos, no buscamos fuera si tenemos gente que cumple el perfil, y entonces empiezan a trabajar con nosotros”, explica Beatriz Martín. “Esas oportunidades las damos, y de hecho el perfil nuestro de oficina prácticamente todos son mayores de 45 (orientadores etc). Yo soy la que hago las contrataciones y yo abogo totalmente por la experiencia. Cuando llegan, muchos piensan que ya no van a encontrar nada, y nosotros les brindamos esa oportunidad laboral, es muy bonito que sientan que tienen su momento todavía, porque lo tienen”. La entidad igualmente ofrece formación privada y colabora en causas solidarias como la recogida de juguetes durante todo el año o de tapones, colaborando con colectivos de autismo. La oficina de Acción Laboral en Almería se encuentra en la Plaza Dalías, edificio Celulosa 3, segunda planta. Se puede contactar también con ellos por teléfono, en el número. 950 888360.
La organización enseña también a sus usuarios no sólo materias específicas que en muchos casos contribuyen a la reinvención de ese trabajador temporalmente desempleado, sino formas de actuar para rentabilizar al máximo los intentos de encontrar un trabajo por medios propios. “Hay mucha gente que nos dice que ha echado por lo menos 60 ofertas de empleo, pero a la hora de hacerlo hay que ser selectivos. Hay muchas veces que lo hacen aun sabiendo que les van a rechazar la oferta, y psicológicamente lo sienten como un rechazo, aunque ellos ya lo sabían. Sabes que no cumples los requisitos pero mandas la oferta, y así con muchas más. Eso contribuye a su desesperanza y nosotros les enseñamos a ser selectivos a la hora de enviar esas ofertas de empleo”.
Entre los muchos factores que inciden en que esta guerra contra la desesperanza obtenga éxitos, se encuentra el hecho de que cuentan con “una red de contactos muy grande: con otras entidades, con usuarios y empresas”, asegura Beatriz Martín, quien resalta que, también, “nos diferencia el ambiente familiar que creamos en nuestra oficina. Desde el momento en que una persona entra por la puerta de Acción Laboral se siente atendida. No tienen la sensación de “no sé si me van a ayudar” o “estoy molestando”. Al revés, los que vienen con nosotros se sienten encantados. Intentamos que pasen por el resto de programas para que se nutran de ellos, ya que trabajamos en red y esa persona acaba conociendo a toda la oficina”. De hecho, y eso que todavía no tienen la campanilla, “cuando alguien consigue un trabajo, toda la oficina se entera de ello, es un momento de gran alegría para todos nosotros, y eso no lo tienen en otros sitios”.
“Son como una familia para mí, una bendición”
El de Luciano Morata es un caso paradigmático de usuario que ha encontrado en Acción Laboral una ventana abierta de par en par a la esperanza y la normalización, cuando su situación de desempleo de larga duración lo mantenía agobiado y desesperado. Mayor de 45 años (tiene 54), este profesional de la hostelería cerró su negocio a consecuencia de la pandemia, y tras eso sufrió una segunda desgracia que casi le cuesta la vida, cuando se puso a trabajar en el campo y, en agosto de 2021, sufrió un golpe de calor que lo mantuvo ingresado y volvió a interrumpir su carrera laboral. Cuando acumulaba mes tras mes de desempleo conoció “por casualidad” a quienes desde entonces se conviertieron en sus mejores aliados. “Me dieron el teléfono, los llamé y me citaron, y a raíz de ahí comencé a ir casi cada día”, explica Luciano, a quien se le llena la boca cuando se refiere a esa “maravillosa experiencia”, un viaje realizado de la mano de “una gente estupenda, todos y cada uno de ellos”. Según resalta, su personal “es como una familia, te ayudan en todo lo que pueden y más, cualquier cosa que te haga falta”.
Luciano hizo dos cursos de formación en Acción Laboral, uno de Ventas y Comercio y otro de Limpieza de edificios y locales, y actualmente se encuentra inmerso en el tercero, sobre Ayuda a domicilio. Lo compagina con el empleo en este segundo ámbito de limpieza de edificios, por el momento a media jornada, que ha conseguido gracias a la intermediación de la organización. Casi dos meses lleva, y ahora aspira a que su contrato crezca hasta la jornada completa, mientras se sigue formando.
“Tanto Beatriz como todo el personal de la oficina son una ‘bendición de Dios’”, expresa gráficamente Luciano, consciente de que “con mi edad yo lo tengo muy complicado, y no sólo porque no te cojan, es que yo mismo soy consciente de que el nervio que yo tenía para la hostelería ya no lo tengo, mi forma de trabajar cuando era joven ya no la puedo tener, porque los años pesan en trabajos como ese, y es una realidad”, reconoce, al tiempo que asegura que “he echado muchos currículos y me han echado para atrás por la edad”.
Es por eso que Luciano comprendió desde el primer momento “y eso me lo supieron inculcar muy bien ellos”, que era necesario “reciclarme, poder optar a otros sectores, y me ofrecieron una serie de cursos, tanto online como presenciales”, apunta.
“No paran de echar currículos, y de citarte para hacer un seguimiento de tu situación”, afirma sobre la que se ha convertido “en una familia para mí”. Este usuario ha conocido además en primera persona esa tendencia de Acción Laboral a contratar los servicios de los propios usuarios para impartir a su vez las formaciones. “Varios de los compañeros que he tenido en los cursos están trabajando con ellos”. “Se desviven, y además con todas las personas, sin importar la cultura o el origen que tengan”, apostilla, al fin, Luciano Morata, muy agradecido a Acción Laboral.
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