Talavante sale a hombros pero pudieron ser tres puertas grandes

Quede claro desde el principio que no le debo nada al empresario José María Garzón sino la simple gratitud por su amistad. Yo entro a los toros con mi pase de prensa y además, desde el año 1984, tengo dos abonos del Tendido 1 que pago religiosamente. Dicho esto, continúo. Duele por la tauromaquia en general y por el empresario que arriesga su dinero en particular ver las paupérrimas entradas que presenta la plaza si no hay un figurón en el cartel. Casi lleno el miércoles por Ponce y apenas media entrada jueves y viernes. En el Especial de Feria realicé una encuesta a una docena de aficionados y se mostraban satisfechos de los carteles. Entonces, ¿por qué ese desapego de una afición que hace un par de décadas llenaba hasta la bandera la plaza y ahora le da la espalda? Todos tendremos parte de culpa; pero quien arriesga (y pierde) su dinero es la empresaLances de Futuro.

Resulta desalentador oír aficionados que rajaban de Chopera, ahora de Garzón y en unos años, lo harán del que venga... si es que alguno se atreve a coger nuestra moribunda plaza. No me hablen de los precios, que por 45 euros se puede comprar un abono para los tres festejos; ni de carteles, que ha venido lo mejor del escalafón, quizá salvo De Justo; ni de fechas, que ya ha probado varias; eso sí, luego van a los toros de Roquetas que allí parecen tener más glamour... 

No soy yo quién para decir en qué debe gastarse cada uno su dinero; ni para etiquetar como ‘bueno’ o malo’ a ningún aficionado; pero corremos el riesgo de perder los toros en Almería o quedarnos apenas en un festejo de Feria, como sucede en los pueblos. Dicho esto con máximo respeto a los aficionados que van y que no van a los toros, sigamos. 

Este viernes tuvimos festejo mixto con un rejoneador, que no era el Hermoso de Mendoza que algunos esperaban ver, y dos toreros tan geniales como irregulares: Morante y Talavante, hasta riman y todo. La respuesta de la afición, como hemos dicho, regulín regulán. Algo más de media entrada, sin llegar a los tres cuartos. El cartel merecía más.

En el apartado artístico, tanto el rejoneador como los dos toreros estuvieron en su línea. Hermoso intentando seguir el estilo de su padre aunque sin lograrlo... de momento. También igual que a él, se le atraganta el rejón de muerte. Morante se sintió a gusto con ambos oponentes e intentó hacer sendas faenas de pases con ambas manos y adornos clásicos. Mató al segundo de pinchazo y estocada (oreja) pero la espada se le atragantó en el quinto tres pinchazos y estocada y fue ovacionado. Talavante, como es habitual en él, toreo firme, hierático, rectificando los pies del albero lo imprescindible y con vistosos adornos. Mató bien y recibió un apéndice del tercero y los dos del que cerró plaza.