La clase práctica en Almería demuestra que el futuro de la fiesta está asegurado

Tauromaquia

La clase práctica resultó un éxito de público aunque los alumnos están aún bastante verdes

Tarde muy calurosa que quizá impidió el lleno l Sólo se cortaron tres orejas

Exhibición de toreo de salón de la Escuela Taurina de Almería, en imágenes

Los alumnos de toreo preparados antes del inicio de la faena. / Javier Alonso
José Luis Laynez Bretones

24 de agosto 2024 - 23:42

La ficha

Plaza de toros de Almería

Presidencia: presidió el festejo el concejal Diego Cruz, con Ramón Magaña y Manuel Montoya de asesores.

Ganadería: 6 novillos de Martín Carrasco bien presentados y que dieron el juego esperado.

Novilleros: Martín Mendoza (Granada), palmas. Héctor Morales (Almería), palmas. Adrián Barón (Almería) ovación y vuelta Antonio Ortega (Almería) oreja. Neizan Espín (Albacete) 2 orejas. Pablo Sánchez (Almería) silencio.

Comentario: novillada en clase práctica como broche de oro a la Feria Taurina de 2024. Gran lleno en sombra y un tercio en sol, en tarde calurosísima. Público muy animoso pero demasiado chillón.

Desde el final de la pandemia, viene siendo el colofón final de un abono agosteño, que este 2024 ha constado de tres corridas de toros con una gran entrada y dos regulares. Bueno, pues la Clase Práctica, que es la que nos ocupa, tres cuartos de plaza... ciertamente, porque la entrada es gratuita. Pero por muy gratuita que fuera, si no hubiera afción a los toros en Almería, ya podían pagar incluso por ir, que los almerienses no irían. Se trata de saber aglutinar esa afición para años venideros y ofrecerle algún estímulo que funcione.

Siempre es ilusionante ver a tanto joven (casi niños en algún caso) pegado al mundo de los toros. Las distintas Escuelas Taurinas saben trtansmitir unos valores personales y taurinos a los jóvenes que a ellas se acercan y les muestran el camino para ser buenos torero el día de mañana... y buenas personas desde ya mismo. Cuatro almerienses (dicen que es una de las Escuelas que mejor funcionan de España; enhorabuena, Ruiz Manuel), un granadino y un alabaceteño ocupan sus vacaciones escolares en asistir a otro tipo de clases que probablemente les gusten más que las académicas: clases de torear. 

Los alumnos de las escuelas taurinas antes del inicio de la clase práctica. / José Luis Laynez

Sirven también estas Escuelas para paliar la escasez de novilladas ya que apenas se dan en las plazas españolas. Tienen poco tirón en la taquilla y un empresario no arriesga su dinero ante tanta inseguridad, tanto en ciudades como en pueblos que antaño eran la cantera en la que se baqueteaban los jóvenes novilleros. Pero algo tendrán las Escuelas que no hay que pasar lista, ni poner falta injustificada, ni cerrar las puertas para que los alumnos no se escapen ni tocar timbres de entrada y salida... y no hay jefes de estudios ni castigos como sucede en las aulas de colegios e institutos. 

Uno de los momentos de la clase práctica. / Javier Alonso

La clase en sí, con seis alumnos solamente, fue como la mayoría de ellas: vboluntad e ilusión de unos jóvenes que aún está muy verdes, con revolcones y sustos que no pasaron de eso aunque alguno acabó maltrecho. Sólo tres orejas las que otorgó el presidente, DiegoCruz, aunque se pidieron más. ¡Suerte, muchachos, en vuestra difícil vocación de ser toreros! 

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