Mar de nardos a la Patrona

Miles de almerienses despidieron ayer las fiestas con la procesión de la Santísima Virgen del Mar

Fue acompañada musicalmente por la Banda Municipal y la Banda Santa Cecilia de Sorbas

La Virgen del Mar en el momento de su salida del Santuario. / Fotografías: Rafael González
José A. García

28 de agosto 2017 - 09:07

La Feria de Almería llegó ayer domingo a su fin, de forma oficial, con la tradicional procesión votiva de la Santísima Virgen del Mar Coronada, Patrona de todos los almerienses. Este año la misma retrasó su salida media hora abriéndose las puertas del Convento de Santo Domingo de Guzmán a las ocho de la tarde. Tras la cruz parroquial que abría el cortejo y que fue escoltada por dos faroles, salieron las hermandades de la provincia, algunas de ellas llegadas de Cantoria, Tabernas o Canjáyar.

Tras estas, las hermandades de penitencia de la ciudad y de gloria salieron del templo por orden de antigüedad. Los Hermanos Mayores de estas corporaciones precedieron a la Archicofradía del Rosario, con la que la Hermandad de la Virgen del Mar comparte sede canónica, y la Hermandad de la Virgen de la Consolación de Tices (Ohanes). Un año más tampoco faltaron a su cita con la Madre de todos los almerienses las tres hermandades filiales de la Virgen del Mar. Concretamente, las de Madrid, Sevilla y Barcelona. Estas tampoco fallaron a su cita el pasado viernes con la Ofrenda Floral a la Patrona ni el sábado a la Eucaristía a la que también asistieron con sus insignias y estandartes.

En la Plaza Emilio Pérez, el obispo hizo una alocución en honor a la Patrona

El tramo infantil con los más pequeños de la corporación portando nardos se situó tras estas tres corporaciones. La Banda de Música Santa Cecilia de Sorbas también estuvo en esta procesión votiva un año más en la mitad del cortejo procesional. Interpretaron el Himno a la Virgen del Mar y 'Entre las Olas' en varios momentos del recorrido. El Guión Corporativo de la Hermandad de la Virgen del Mar de Almería abrió las largas filas de promesas que acompañaron a su Patrona. Las camareras de la corporación, Junta Directiva y presidencia con el Hermano Mayor Elías García al frente, precedieron al paso, al igual que el Prior Fray Antonio Bueno acompañado por la comunidad de Dominicos. El cuerpo de seis ciriales y los acólitos embriagaron de luz y olor al Trono de la Virgen del Mar que pasados unos minutos de las ocho y media de la tarde se puso en la calle a los sones del Himno, interpretado por la Banda mUnicipal de Música de Almería. Comandado por Eduardo De Vicente y Manuel Ceregido, la imagen reviró hacia General Tamayo donde le lanzaron una lluvia de pétalos a su paso. Tras el trono de la Madre de Almería se situó la comunidad religiosa de Almería con el Obispo Adolfo González Montes; el ayuntamiento de la ciudad, con el alcalde Ramón Fernández Pacheco y Diputación, con su presidente Gabriel Amat. Cerró el desfile la citada Banda Municipal de Música, dirigida por José Sola, que puso sus sones en forma de marchas cofrades tras la Virgen del Mar.

El cortejo procesional prosiguió por General Tamayo hacia el final de la calle, desembocando por la Avenida Federico García Lorca. La procesión discurrió por Javier Sanz hasta la Rambla Obispo Orberá para seguir poco después por Navarro Rodrigo. Allí, en el edificio de la Diputación, se detuvo el paso para que el presidente Gabriel Amat en representación de toda la Diputación le hiciese la ofrenda floral a la Madre de Almería. El trono reviró hacia el Paseo de Almería hasta que llegó a la Plaza Emilio Pérez. Allí fue la alocución del obispo, una vez más, con la Patrona dirigida hacia el mar. Concluido el discurso de González Montes la procesión comenzó su recorrido de vuelta por calle Gerona y Álvarez de Castro hasta llegar a la Plaza Virgen del Mar donde el trono hizo su entrada entre los vítores de los almerienses y los aplausos pasadas las once de la noche.

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