El parqué
Jaime Sicilia
Jornada de caídas
Iñaki Urdangarín ha abandonado este martes la Ciudad de la Justicia de Barcelona entre gritos de "chorizo" y pitidos y trompetazos de un grupo de funcionarios judiciales y otras personas que se han sumado a ellos. Tras comparecer en una vista celebrada a puerta cerrada a raíz de la demanda que presentó por vulneración de su derecho al honor con el fin de que se prohibiera la difusión de correos electrónicos que afecten a su intimidad, Urdangarín ha declarado durante una hora y media y ha salido del juzgado hacia las 11:15 horas con aspecto tranquilo.
Vestido con camisa azul claro, americana blanco roto y zapatos deportivos, el duque de Palma ha bajado desde el juzgado hasta la calle por una escalera interior, pero no ha podido evitar ser acompañado por las protestas de algunos funcionarios judiciales que han aprovechado este martes su comparecencia en los tribunales para expresar su rechazo a los recortes presupuestarios. Varias personas se han apostado también en la puerta de acceso y salida de la Ciudad de la Justicia con banderas republicanas que han agitado al paso del duque junto a ellas. El ex socio de Urdangarín, Diego Torres, también ha acudido este martes al juzgado, en una comparecencia en la que los dos antiguos socios se han visto por primera vez las caras en Barcelona desde que estalló el caso Nóos.
Urdangarín, que fue citado como testigo, ha llegado a los juzgados a las 08:49 horas de la mañana y, tras saludar con un "buenos días" a las decenas de periodistas, cámaras y fotógrafos congregados en la zona, se ha dirigido directamente a la puerta de la sala de vistas 117 de la Ciudad de la Justicia, en la que se ha llevado a cabo la sesión, convocada a las 10:00 horas. Posteriormente, a las 09:17 horas, ha llegado el ex socio, Diego Torres, acompañado por su abogado, Manuel González Peeters, quienes se han dirigido a la sala de vistas sin hacer ninguna declaración. Urdangarín ha llegado sin su abogado, únicamente custodiado por una comitiva de agentes de seguridad que iban de paisano, mientras decenas de periodistas aguardaban en las zonas valladas habilitadas de forma excepcional para llevar a cabo su trabajo.
En un auto notificado este lunes a las partes, la juez justificó su decisión de celebrar la vista a puerta cerrada con el objetivo de proteger el derecho a la intimidad de Iñaki Urdangarín, que fue quien reclamó al juzgado que se vetara la difusión de correos electrónicos que afectasen a su intimidad.
Según la juez, la vista, que ha despertado una gran expectación por la citación como testigos tanto del duque como de su exsocio Diego Torres, ambos imputados en el caso Nóos, "no tiene interés general y resulta intrascendente al interés público", ya que se trata de un trámite "meramente procesal". Tras la vista, la juez deberá ratificar o revocar esta medida cautelar de prohibir la difusión de los correos, acordada el pasado 15 de abril, ya que los demandados se opusieron a ella.
A lo largo de la instrucción del caso Nóos, Diego Torres ha presentado en el juzgado numerosos correos electrónicos atribuidos al duque de Palma, que se han ido incorporando al sumario y que, en algunas ocasiones, han sido publicados en la prensa. Urdangarín presentó en mayo pasado en el juzgado una demanda por vulneración del derecho al honor en el que solicitó una simbólica indemnización de un euro -más costas judiciales- a cada una de las partes contra las que dirigió el litigo, al tiempo que reclamó que se prohibiera la difusión de correos electrónicos que afectasen a su intimidad.
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