Pedro Sánchez tiene hasta el jueves para concretar el Gobierno de coalición con Unidas Podemos
El candidato es rechazado en esta primera votación, pero la abstención podemita adelanta un posible acuerdo
Sólo le votan los diputados socialistas y el regionalista cántabro
Pedro Sánchez deberá esperar, al menos, al jueves para ser investido presidente del Gobierno, pero aún no tiene los apoyos necesarios: cuenta con 48 horas para negociar con Unidas Podemos un Ejecutivo de coalición. Este es el nudo del diálogo: la participación, en cantidad y calidad de competencias, de Unidas Podemos en el Gobierno de coalición. "Ya sólo me queda guiñar con los dos ojos", se ha referido el candidato a la petición expresa de Compromís de que haga gestos a Unidas Podemos. La oferta del candidato ha sido explicitada en varias ocasiones en el Congreso: es un Gobierno de coalición con la fuerza izquierdista de Pablo Iglesias, aunque él no estará en el gabinete.
A favor de Sánchez sólo le votaron los diputados socialistas y el regionalista cántabro. Son 124 síes, muy lejos de los 176 requeridos en esta primera votación. Han votaron 346 diputados: 124 síes, 170 noes y 52 abstenciones. Los cuatro que no han votado son los independentistas presos. 41 podemitas se abstuvieron, lo que adelanta la posibilidad de un acuerdo para el jueves, cuando bastará con la mayoría simple. Irene Montero, que votó de modo telemático, lo hizo en contra, lo que indica que la abstención podemitas se ha tomado en el curso de la mañana por el avance entre negociaciones. También se ha abstenido los seis diputados del PNV y los cuatro de Bildu. Estas abstenciones se debe entender, según sus autores, como un espaldarazo a lo que resta de negociación.
El candidato se tomó esta primera derrota, prevista desde el lunes, con cierta deportividad: "Seré el primer presidente que ha perdido dos sesiones de investidura, no pierdo la esperanza". Se refería a esta votación y a la primera de la legislatura en la que Mariano Rajoy declinó el ofrecimiento del Rey.
Para que Sánchez obtenga la aprobación el jueves, necesita más síes que noes. Le bastará que voten a favor los 42 diputados de Unidas Podemos, junto al del diputado regionalista cántabro y el de Compromís, así como la abstención o voto afirmativo del PNV más ERC. El portavoz de los republicanos catalanes, Gabriel Rufián, le aseguró la abstención de los 13 independentistas si el PSOE cerraba el acuerdo con Unidas Podemos. Si fuese así, Sánchez saldría elegido presidente con un apoyo similar a con los que ganó la moción de censura: Unidas Podemos, la confluencia valenciana, y los nacionalistas e independentistas de PNV, ERC y Bildu. No le votará el partido de Puigdemont.
La vicepresidencia de Irene Montero
La sesión de investidura ha servido para vivir, en directo, el cara a cara entre los posibles socios, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Lo que le reprocha Iglesias es que le hayan ofrecido ministerios de escaso poder o unas elecciones repetidas en noviembre si no lo aceptasen. Ante ello, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha aclarado que el PSOE ofrece una vicepresidencia a Irene Montero, la número dos de Unidas Podemos. No la ha citado, pero lo ha revelado así: "Para ellos era muy importante que otra persona muy importante en su liderazgo estuviera en un rango muy importante del Gobierno, y eso fue aceptado, no ha habido vetos".
Aunque Unidas Podemos deja entrever que el acuerdo está lejos, lo cierto es que lo que se está negociando ya es la participación del partido de Iglesias en el Gobierno de coalición. Durante su intervención, el líder izquierdista lo dejó caer, al reprocharle a Sánchez que no le dejen tener "Hacienda, Trabajo, Igualdad, Vivienda y Transición Ecológica". Esta es, pues, la petición de Unidas Podemos: cinco ministerios, dos de ellos de mucho calado, y uno directamente de Estado, el de Hacienda. Los izquierdistas rechazan que Irene Montero sea la vicepresidenta de un departamento del que no cuelguen apenas poder. Lo que se rechaza es la vicepresidencia "decorativa", en palabras que comienzan a utilizar los podemitas.
El candidato socialista no ha querido citar los ministerios que ha ofrecido, pero ha dado algunas pistas al responder a Joan Baldoví, portavoz de Compromís. "Yo tengo otro modo de negociar, no digo las cosas en público, pero si alguien quiere pactar, no viene aquí y las tacha de decorativas", ha dicho Sánchez, para seguir: "Hoy he asumido que habrá Gobierno de coalición, entenderá que me he movido, y supongo que las competencias de Compromís en Valencia no son decorativas".
La propuesta, por tanto, a Unidas Podemos es la de un Gobierno a la valenciana, en la que Mónica Oltra es vicepresidenta del Ejecutivo del socialista Ximo Puig. El PSOE lo que se niega es a compartir los llamados ministerios de Estado con los podemitas: Economía, Hacienda, Justicia, Defensa, Exteriores, Interior, Sanidad y Educación.
Las 48 horas que restan hasta la votación del jueves, en la que bastaría una mayoría simple, ofrecen plazo de sobra para una negociación que se centra, en exclusiva, en los nombres, competencias y cantidad de presupuesto que manejará los ministros de Podemos.
Sánchez mantiene un duro rechazo a que Unidas Podemos cuente con demasiado poder en el Gobierno, y lo que ha hecho es reaccionar ante su militancia y la opinión pública con los mismos instrumentos. El PSOE ha convocado a su dirección ejecutiva para este miércoles, para que dé el visto bueno a un Gobierno de coalición y apruebe sus márgenes de reparto. Pero, además, el PSOE va a convocar a la militancia para preguntarle por el posible acuerdo de Gobierno conjunto con Unidas Podemos. Es como si la dirección socialista también se fuese preparando para una posible repetición electoral.
La reunión de la ejecutiva no estaba prevista, pero la dirección debe aprobar la coalición, ya que hasta ahora sólo había dado su aprobación para una negociación con Unidas Podemos.
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