Paloma Caro: "Infravaloramos a la gente que no ha tenido una vida complicada"
La escritora madrileña Paloma Caro recoge en ‘Homenaje a tu silencio’ una historia inspirada en las mujeres de su familia entre las calles de Tetuán y Madrid, que plantea como un homenaje a las madres y abuelas, pero un homenaje de compresión, no un recuerdo vacío. La novela refleja que, por encima de las diferencias que puedan existir, es importante disfrutar de “una gran cultura” que une a Marruecos y España a lo largo de los siglos, dos países vecinos que, como sucede también con Argelia, tienen mucho que compartir. Homenaje a tu silencio es una novela profundamente emocional y evocadora que desentraña las memorias de Julia, una mujer marcada por los secretos familiares. La historia comienza con una conversación aparentemente trivial entre Julia y su tía Dalia, quien, sin proponérselo, desvela una verdad devastadora: Salvador, el hombre a quien siempre consideró su padre, no lo es. Esta revelación impacta en Julia como una bomba y la sumerge en un torbellino de recuerdos, preguntas y un viaje hacia la búsqueda de su identidad verdadera.

-Nos cuesta mucho aceptar que nuestros padres tuvieron un pasado.
-Totalmente. De hecho piensa, cuando somos jóvenes pensamos que la vida comienza cuando nosotros nacemos. No nos preguntamos si nuestro padre o madre pasaron por la niñez y la juventud. Rara vez nos preguntamos por cómo eran ellas en la primera parte de su vida. Por regla general no te interesa nada del pasado de nuestros padres. De tus abuelos sí, pero es por una razón, tienen mucho tiempo y hay veces que, quieras o no, te cuentan batallitas. A ellos se les consiente, pero y en cambio, que lo hagan tus padres te parece una cosa horrible que no te interesa lo más minimo
-En este caso, la protagonista es la madre, una mujer que podría haber tenido una vida interesante.
-No puedes imaginar que tu madre, en este caso la de la protagonista, hubiera podido tener una vida interesante. Siempre pensamos que la vida de nuestros padres antes de nacer nosotros han sido aburridísimas. Hay un momento en el libro en el que se lo dice a su madre: yo nunca querría ser como tú. Porque ella piensa que ella tiene una vida horrible y en cambio la suya va a ser apasionante. Eso se lo hemos dicho un poco todas las hijas a nuestra madre en un momento, De hecho ese momento lo pongo en la novela porque es que yo también lo dije.
-En Homenaje a tu silencio la protagonista conoce un secreto casi al principio del libro y a partir de aquí, se plantea la vida y la relación con su madre.
-A raiz de eso la protagonista Intenta justificar en algún modo o buscar la justificación de cómo era su madre, cómo era la relación de su madre con ella. Yo creo que lo primero que hace es recordar. Al principio, casi sin juzgar. Pero al final sigue mirando las cosas con otro cristal. Incluso sus propios recuerdos y se va juzgando a ella y a su madre. Claro, claro.
-La historia es un proceso.
-Julia, la protagonista, se plantea incluso quién es ella misma, porque después del notición que le da su tía nunca volverá a ser la que era. La novela en sí es una redención. Ella se lamenta de lo mal que se portó con su madre, lo poco que la comprendió y la quiso. Luego se perdona a sí misma. O sea, primero se culpa y luego se perdona.
-No con un carácter tan dramático como en Homenaje a tu silencio, pero es un poco lo que nos pasa a veces a las mujeres con nuestras madres.
-Al principio queremos mucho a nuestras madres, después no queremos ser como ella. Te parece horroroso, quizás más a las mujeres de una generación que vio como la anterior tenía menos libertades y la suya comenzaba a despegar. Además si te fijas, cuando tú eres más joven, tu héroe es tu padre porque es tu caballero andante, y tu madre es la que siempre te regaña o la mala o la que no no comprende el mundo. En cambio tu padre, sí. En un momento dado las mujeres somos muy injustas con nuestra propia madre. Totalmente. Luego llega el momento, creo que con el primer hijo en el que la relación con las madres es mejor. Y las que no tienen un hijo, cuando llegan simplemente a una mayoría de edad real, cuando empiezan a comprender pues lo que ha ha vivido su madre y por qué te decía algunas cosas que te parecían horribles y que sin embargo eran necesarias. Y entonces no es que dejes de respetar a tu padre, pero empiezas a ver cosas que antes no habías visto, que es la relación de pareja. Porque si no te interesaba la vida de tus padres, imaginate su vida de pareja.
-"Me gustan los hombres que tienen un futuro y las mujeres que tienen un pasado", decía Óscar Wilde.
-Todo el mundo tiene pasado, eso es lo primero. Es verdad que siempre nos parece más interesante la gente que ha tenido un pasado complicado. Y tiene un cierto sentido porque piensas que la gente aprende cuantos más traumas tiene. Aprendes a a caminar cayéndote y dándote golpes. Al final vas aprendiendo a través de esto que te pasa. Hay veces que infravaloramos a la gente que nos parece que no ha tenido vidas complicadas, que ha tenido una vida normal. Y pensamos además siempre que nuestros padres la han tenido así, pero no siempre. Así que también las personas viven vidas ocultas o vidas dobles que muchas veces no conocemos. Hay un mundo oculto maravilloso. Vamos, no sé si maravilloso pero desde luego apasionante.
-En la novela, además de ese tema antropológico de la relación madre e hija, hay también el reflejo de una época.
- Estamos todo el rato diciendo que no ha cambiado nada o que las cosas están fatal. No es verdad. Si es cierto que entre las protagonistas del libro, la vida de Emma entre finales de los años 50 y los 60 no era la misma que la de Julia. La España de los años 50 o 60 nes un mundo muy pequeño, donde para comprarte una revista de moda, era muy dificil. Solo podían ser las españolas. Sólo veías de fuera lo que te enseñaba el NODO, que ya era una visión sesgada. Más allá de la política, cuando muere Franco en el 75, España no es solo que cambie, si no que se abre al mundo al empezar a ser una democracia,. Todos los países aceptan a España y se sienten orgullosos de nosotros porque hemos cambiado a una democracia de una manera nada cruenta, que es una cosa estupenda.Y entonces el mundo cambia totalmente en los años 70. Los años 80 y los 90 son la explosión de la libertad. Las dos protagonistas de la novela viven el mayor cambio generacional que ha habido en los últimos 200 años en España.
-¿Por ejemplo?
-Recuerdo que en mi juventud, nos comprábamos pantalones vaqueros americanos, al principio, en la base de Torrejón, claro, o en Rota. Los conseguias a través de algún amigo que trabajara en la base o o de los decomisos. No podías comprar nada que no fuera español. Y, con la muerte de Franco, de pronto tenemos un mundo abierto absolutamente maravilloso y claro, tanto hombres como mujeres, ambian totalmente.
-Eso, en la moda, ¿y en la sexualidad?
-Sobre todo, el gran avance fue la aparición de la píldora, un elemento que también aparece en la novela. Fue la manera de poder tener una vida sexual libre y sana y que no tenga consecuencias indeseadas. En este caso, la introducción del tema en la novela es importante. Ella venía de otra cultura, es hija de miliatr y el choque es brutal. Tetuán, donde la madre vivía, era una ciudad muy controlada por los militares y por los funcionarios. Luego había colonos. Muchos españoles que fueron allí, no con mucho dinero, pero que hicieron negocios y buenos negocios.
-En todo el libro hay un personaje, Darío, que está siempre presente pero casi no aparece.
-És la apertura al mundo de Emma. Es ese príncipe azul que la va a sacar de aquel mundo pequeño. Que además viaja constantemente a Madrid y a Sevilla, y le trae medias, le lleva una tela, le lleva regalos. Y ella quiere ese mundo quiere irse a París, a Madrid, a Sevilla porque ella piensa que es allí donde va a tener mayores posibilidades.
-Hay mucho silencio.
- Algunos son impuestos y otros autoimpuestos. Hay una generación que se impuso el silencio como en un entendimiento de que se tenía que sacrificar para que la familia saliera adelante. Es cierto que una parte importante de él era impuesto desde el exterior. Y ahora voy a decir una cosa que no sé si es políticamente correcto. A ver, las mujeres en aquella época hacían una cosa estupenda, que es escuchar. Y hacían otra cosa buenísima que era, a través de todo tipo de encantos y todo tipo, digo encantos, y la cocina por ejemplo es uno de ellos, cuidado. O sea, sabían manipular, entre comillas, es decir, Mi madre siempre lo decía: más eh moscas se atrapan con miel que con vinagre. O sea, la mujer en aquella época hacía algo que estaba muy bien, como no podía hacerlo a las claras, lo que hacía era irse moviendo para conseguir lo que quería. De una manera mucho más sutil. Eso en mi generación todavía se conservó un poco porque fue la confluencia de las dos cosas. Teníamos la educación anterior pweo también hemos estudiado. Entonces, ha sido estupendo. Nosotras buscamos soluciones y muchas veces no son a las claras, son con un cierto ocultamiento de cuáles son los objetivos. Somos listas, muy listas. Entonces, a mí lo que me gustaría es que la gente tenga cada vez más formación. Pero que no pierda esa especie de inteligencia emocional de sus abuelas. Una amiga tuya entra por la puerta y sabes si está de bueno humor o de malo. Tú pregúntale a un hombre. No tiene ni idea. Hay que estudiar, hay que saber, hay que no sé qué, hay que luchar por ser estupenda, por llegar a donde tú quieras llegar, pero luego eres una mujer, no pierdas esa especie de inteligencia emocional que nosotras tenemos y que yo creo que ellos tienen menos. Esto es una cuestión antropológica porque no la han no la han desarrollado a lo largo de los años. Cuando tú durante siglos estás dentro de una habitación conviviendo con gente, observas y es más, cuando no te dejan hablar mucho observas más todavía. Luego somos mucho más listas, caramba, no lo perdamos.
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