Juanjo Ibáñez: "Los Niños Mutantes han muerto con las botas puestas"
El periodista y concejal granadino Juanjo Ibáñez publica 'Las noches de insomnio', una biografía de los Niños Mutantes que sale a la luz coincidiendo con la separación del grupo
Pregunta.¿Cómo surge la idea de escribir una biografía de los Niños Mutantes?
Respuesta.Puedo decir hasta el día, el 11 de diciembre de 2023. Fue el día que ellos anunciaron públicamente el fin de su proyecto. Esa misma noche, cuando llegué a casa casi en estado de shock, se lo comenté a mi mujer y ella me animó. Al día siguiente me encontré con el cantante, Juan Alberto, y el batería, Nani. Se lo planteé a ellos y me dijeron, literalmente, 'si tienes huevos'... Luego ya en enero me tomé un café con ellos y tiramos para adelante.
P.¿Son los Niños Mutantes los más longevos de su generación?
R.No sabría decir si son los últimos de su generación, pero de los últimos seguro.
P.Aprendí leyendo su libro que los Niños Mutantes no eran un grupo profesional, que sus componentes tenían sus trabajos...
R.El gran problema, el gran obstáculo en la vida de Niños Mutantes es cómo combinar la música con sus vidas profesionales. Es un grupo con una trayectoria muy larga, y el éxito masivo les llega ya talluditos, en 2010 con el disco Las noches de insomnio. Hasta ese momento, aunque alguno quisiera vivir de la música, el resto no estaba de acuerdo. Eso les da la gran libertad creativa que han tenido hasta el final, pero también les ha cansado y agotado muchísimo. Puedes idealizar determinados asuntos, pero es que ellos, llegaba un fin de semana y se iban de gira, llegaban un lunes del trabajo y se iban a ensayar. Es una vida bastante compleja, pero se les ha quedado eso en el tintero, la posibilidad de haber vivido al 100% de la música.
P.Eso no habría sido posible sin las familias, ¿no cree? Precioso es el capítulo que dedica a las mutantes.
R.Si no hubiera sido por ellas, el proyecto de Niños Mutantes no hubiera durado treinta años. Es verdad que todas llegan a las vidas de ellos con el proyecto en marcha. Todas se enamoran de cuatro músicos que tenían un proyecto y respetan eso. Ellos tenían que aportar en casa, esforzándose como padres o con las tareas en casa.
P.De su papel como padres da cuenta alguna nana que yo le he puesto a mi hijo...
R.Todos los hijos de los Mutantes tienen canciones y van apareciendo en la discografía tal como van naciendo. Una de las cualidades que tiene Niños Mutantes es que en sus letras van contándonos sus vidas, que a la vez son las nuestras porque vamos evolucionando con ellos. Son letras preciosas, pero que cuentan la vida cotidiana. Hay algo muy chulo en los conciertos, que es que son intergeneracionales. Estaban padres, hijos, gentes de todas las edades, porque a lo largo de estos treinta años hemos ido creciendo, madurando y montando nuestras familias a la vez que ellos.
P.Yo llegué a Niños Mutantes gracias a su versión de Como yo te amo, cuénteme cómo se les ocurrió hacer una versión tan distinta a la original.
R.Tan distinta como que la hicieron suya. En la vida de Niños Mutantes hay dos grandes momentos: uno hasta Como yo te amo y otro después de Como yo te amo. Hasta entonces era un grupo muy normal en los noventa, que llevaba una trayectoria muy de pasito a pasito, de ir creciendo poco a poco, de pasar de salas de cien personas a salas de 300, con discos siempre dentro de la independencia pero para minorías. Tienen un momento de crisis en el que el proyecto peligra y ellos se encierran para grabar esas versiones. Se encuentran con un momento creativo muy importante y esa canción les pone en un mercado que ellos no habían tocado y que además les sorprende. Aunque hoy día es muy normal que todos los grupos hagan versiones de canciones, en los primeros dos mil no era tan frecuente, y era muy osado hacer versiones de canciones de Manuel Alejandro que habían interpretado perfiles como Rocío Jurado o Raphael, tan asbolutamente alejados de la escena del pop rock. Pero ellos tocan esa tecla y no son conscientes del progreso que tiene esa canción hasta que la tocan en un concierto en Zamora y se dan cuenta de que la gente se levanta de sus asientos y la viven muchísimo. Mucha gente los conoce a partir de entonces, empiezan a bichear y se enganchan a los discos antiguos. Y en paralelo surge Las noches de insomnio, que contiene la canción Errante, que es su gran pelotazo, y que a las dos semanas de salir y presentarse en la sala Galileo de Madrid, se dan cuenta de que la gente la tararea. Y eso les pasa porque Como yo te amo les abre las puertas del éxito. A partir de ahí ya empiezan a ser cabezas de cartel en festivales masivos, empiezan a ser gente mucho más conocida y empieza el fenómeno más masivo de Niños Mutantes.
P.¿Qué representa Niños Mutantes en la música española?
R.Para mí la coherencia, hasta el final. Deciden marcharse tras treinta años con un cansancio obvio, de las dinámicas de todos los grupos de composición, grabación, directos y promociones. Pero también porque hay una situación en el mercado que ni terminan de entender ni quieren compartir. No renuncian a esa independencia y a ese concepto que han tenido siempre de la música. Ahora es más importante tener decenas de miles de seguidores en redes sociales que la propia calidad de las canciones que toquen, las contrataciones en los festivales se llevan a cabo sin contar con los grupos, porque se venden las entradas antes de que se sepa quién actúa. Ellos son un grupo que, durante treinta años, han hecho casi siempre lo mismo, compuesto desde su independencia, trabajando sin concesiones y mostrándose en los directos de una manera muy desnuda, ofreciéndose como son. Y así se han ido. Han muerto con las botas puestas.
P.Me derriba usted el mito del nombre, con lo chulo que me parecía a mí...
R.Jajajaja... No les gustó nunca el nombre. Sale de una negociación entre Nani y Juan Alberto. Cuando ya les llegó el éxito no había marcha atrás, y afortunadamente, porque con ese nombre se han hecho un hueco en el panorama de la música nacional.
P.¿Qué tiene Granada? Que no paran de salir grupos a cuál mejor
R.Dicen que es el agua, pero al final lo que hay es un torrente de creatividad muy importante. Hay una posibilidad que a lo mejor no pasa en otros sitios, que es todos forman parte del mismo ecosistema. Niños Mutantes bebe de Lagartija Nick, que a su vez bebe de 091, que a su vez bebe de TNT... Siempre hay bandas que tienen muchos satélites, que tienen mucho talento y beben del mejor talento posible. Eso al final genera una especie de retroalimentación entre ellos, que les da un salto de calidad porque los elementos con los que se comparan son los mejores. Si quieres superar a Los Planetas, tienes que ser más bueno que ellos, u ofrecer algo que Los Planetas no tenga. Y otra cosa es que todos estos artistas, a excepción de Miguel Ríos, han seguido viviendo en Granada. No se han ido a Madrid o a Barcelona para desarrollar su carrera artística, por lo que ese ecosistema se retroalimenta y sirve de motivación.
P.Y algo de valentía, ¿no? Porque para hacer un disco como Omega hay que echarle valor
R.Efectivamente hay valentía, y hay gente como Antonio Arias, alma mater de los Lagartija Nick, que fue capaz de plantearle aquello a Enrique Morente, al que le picaba el gusanillo y se tiró al barro. Hay una ausencia de miedo y una capacidad creativa muy importante que permite que surjan ideas como esta, o como Los Planetas, que se han hecho con un hueco que ningún otro grupo ha conseguido.
P.Dígame su canción mutante preferida.
R.Hay una razón obvia por la que el libro se llama Las noches de insomnio. Para mí esa canción es muy importante por motivos personales. Pero soy más de los primeros Niños Mutantes, los de antes del éxito. Una que me gusta muchísimo es Ayer. Otra es Elévame. O Veneno-polen, que fue la primera canción que grabaron y me parece tremenda.
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