"Admito mi propio cuñadismo"

Rubén Amón | Periodista

El periodista Rubén Amón.
El periodista Rubén Amón. / Asís Ayerbe
Juan de la Huerga

15 de diciembre 2024 - 05:30

EL HOMBRE ORQUESTA DE ATRESMEDIA. Con alma de periorista de prensa escrita (El Mundo, El País, ahora El Confidencial), Rubén Amón (Madrid, 1969) ha mutado en hombre orquesta de Atresmedia en estos últimos años: en Onda Cero, colabora de lunes a viernes desde hace una década en Más de uno y a final de semana presenta de madrugada La Cultureta; en Antena 3, participa en Espejo Público y en El Hormiguero. Y ha sacado tiempo para escribir Tenemos que hablar (Espasa), en defensa del arte de la conversación en estos tiempos de cháchara vacía.

–"Tenemos que hablar". En el 90% de los casos es el preámbulo para anunciar la ruptura con la pareja.

–Lo que pasa es que ahora rompemos por Whatsapp. La tecnología se ha convertido en una pantalla que nos permite eludir las decisiones adultas. La era de la hipercomunicación nos ha incomunicado y aislado.

–Una clave para hablar es saber escuchar, ¿es lo que falta ahora a menudo, no?

–Estamos en la época de los monólogos encadenados. Parece que mantenemos una conversación, pero no escuchamos ni estamos dispuestos a reconsiderar lo que pensamos.

–Aseguran que Churchill dijo, aunque cualquiera sabe, que "una buena conversación debe agotar el tema, no a los interlocutores"...

–Lo que no se le puede discutir a Churchill son sus capacidades oratorias. Todo lo contrario de cuanto sucede con nuestro parlamentarismo. La clase política da un pésimo ejemplo en los espacios de representación. Los tópicos y los clichés describen discursos huecos al servicio de la polarización.

–¿Quién considera que tiene la mejor conversación de España?

–Los toreros. La burbuja de la incorrección y la transgresión en la que viven les permiten distanciarse del prosaísmo y de la vulgaridad.

–Un profesor de Filosofía en el colegio decía que la felicidad para él era una grata charla en una mesa camilla compartiendo una botella de tinto.

–Es un planteamiento idóneo. La buena conversación no tiene propósito ni final. Discurre por sí misma. Y requiere un requisito principal, más allá de la educación o la tolerancia. Requiere guardar el móvil en la guantera. El móvil es como un revólver en la mesa. Intimida, condiciona, despista.

–Subo la apuesta y añado escuchar en un bar a cuatro viejos jugando al dominó.

–Porque los móviles no caben en una mesa de dominó.

–Las nuevas generaciones dicen que hablar por teléfono es invasivo, así que una larga tertulia de sobremesa debe parecerles el demonio.

–¿Por qué me llamas? He aquí la reacción habitual de un adolescente cuando se te ocurre utilizar el teléfono para su misión primigenia. Las tertulias de los chavales y de tantos adultos consiste en sentarse en una mesa y en ensimismarse con su móvil. Por eso me gustan esos locales donde puede leerse: "No tenemos wifi, intenten hablar entre ustedes".

–¿Cuándo ha sido la última vez que en un debate lo han convencido de lo contrario que usted pensaba? No creo que fuera Marhuenda...

–El tertuliano es infalible. Por eso se le paga tan poco.

La buena conversación requiere guardar el móvil en la guantera. Es como un revólver en la mesa"

–"Nunca citar a Hitler en vano" es una de sus reglas de oro en un debate. En breve incluimos a Trump en la norma.

–Los planteamientos maximalistas arruinan una conversación, las sabotean. Ni Sánchez es Stalin ni Abascal es Franco.

Enjoy the silence (Depeche Mode). ¿Hay que recuperar y disfrutar del silencio?

–El silencio es el mejor remedio contra la charlatanería y la única forma de escuchar a Dios.

–Atiza a los tertulianos todólogos, valga la redundancia. ¿Por qué se excluye de tan ilustre gremio?

–Me reconozco entre ellos y admito mi propio cuñadismo, pero procuro conservar el espíritu crítico y la integridad.

–Frente a la polarización de la Cope y la Ser, ¿es Onda Cero el último reducto del periodismo plural en España?

–Siento los colores, la camiseta, y me identifico en la cultura del alsinismo, pero también creo que la prensa, más frágil y vulnerable que nunca, ha perdido mucha credibilidad por adherirse a la polarización y el fanatismo.

–Dígame la verdad, ¿cuándo prepara sus siete preguntas y media en Más de uno? Porque no son horas...

–Podría decir que se me revelan en el duermevela, pero las escribo antes de acostarme. Hacerse preguntas es un camino de sabiduría. Nos lo enseñó Sócrates, el inventor de la dialéctica.

–Su hermano Abel fue baloncestista profesional. ¡¡¡Por fin un intelectual serio en la familia!!!

–El básket ha sido siempre un deporte de universitarios e ilustrados. Sabías que no te iba a retirar.

–Al hecho de que el posicionamiento de la izquierda radical y los separatistas contra los toros haya propiciado un auge de la Fiesta lo denomino "la paradoja del antitaurino".

–Porque la tauromaquia es transgresión y vanguardia.

–¿De no ser periodista, preferiría ser torero, director de orquesta o delantero centro del Atleti?

–Barítono especialista en Mozart y Verdi.

–Usted gasta americana con camiseta. No se le ocurrirá ir con esa facha a Las Ventas o La Maestranza...

–Me he puesto el terno el Domingo de Resurrección en Sevilla y me he sentido observado como si fuera desnudo.

–Ha sido corresponsal en París y Roma. A ver si me lo aclara: Macron y Meloni se llevan fatal, o eso dicen, pero… ¿no encarnan las últimas esperanzas contra los populismos en Europa?

–Europa reforma los extremismos, los suaviza, los relativiza, pero el proyecto comunitario nunca ha conocido tantos conspiradores: populistas, nacionalistas, putinistas encubiertos.

–¿Oficialmente cabemos ya a un podcast por cada español?

–La mejor definición del podcast se la he escuchado al maestro Juan Carlos Ortega: la radio de siempre... en diferido.

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