77 años separan al candidato y alcalde más longevo de Almería de la aspirante más joven
Municipales en Almería
José Antonio Torres (97 años) preside la corporación de Chercos desde hace siete legislaturas y Rosario del Pino (20 años) se estrena el 28-M en política como cabeza de lista de Cs en Viator
23 alcaldes de Almería no repetirán como candidatos en las elecciones municipales
Setenta y siete años separan al candidato más longevo del país, José Antonio Torres Sáez (97 años), que es alcalde de Chercos bajo las siglas del PP desde que se jubilara como hace siete legislaturas y aspira a una octava en las municipales del próximo 28 de mayo, de la cabeza de lista más joven de la provincia, Rosario del Pino Sabio (20 años), que concurrirá con Ciudadanos en la localidad de Viator. La política no entiende de edades y en Almería, con independencia del resultado, nunca se ha había dado una brecha generacional tan abultada porque roza las ocho décadas. En las anteriores elecciones locales de 2019 y 2015, Torres Sáez se presentaba a su séptima y sexta reelección como el más veterano, siendo los alcaldables más novatos jóvenes veinteañeros de diferentes partidos como los socialistas Valentín Martín (24 años) en Fondón o Ana Cristina Viciana (25 años) en Rágol.
La edad ha bajado hasta los 20 con Rosario del Pino Sabio que se convirtió en la cabeza de lista de menor edad tras la renuncia por motivos personales de la que iba a ser la número 1 de la candidatura de Cs en Viator, Fátima Cortés El Ayatchi. La joven aspirante veinteañera es una profesional en el sector de la moda y la estética, pero también se está preparando para acceder en el futuro al funcionariado de prisiones. Rosario del Pino colabora con la asociación contra la violencia de género COVIGE y es una joven muy comprometida con los derechos de la mujer que viene participando activamente en encuentros y jornadas en su localidad y en la comarca del Bajo Andarax. Ahora quiere aportar su energía e ilusión a la política municipal y estará al frente de la lista de Ciudadanos en Viator que no concurrió en esta localidad en los anteriores comicios repartiéndose PSOE y PP las 13 actas de concejal del municipio.
Posiblemente sea la única de los aspirantes a las alcaldías de los ayuntamientos de la provincia que ha nacido en este siglo, si bien le acompañarían algunos más cuando se amplía la etiqueta a la generación Z o 'posmilenial' que también incluye a los que llegaron al mundo a finales de los años noventa. En el otro lado de la balanza figura el alcalde de Chercos que nació el 23 de julio de 1925. A sus 97 años ha sido testigo directo de tres cuartos del pasado siglo XX y del primero del XXI. Después de toda una vida profesional ligada a la Guardia Civil en destinos como Lérida, Bilbao, Sevilla, Albacete o Gerona, decidió volver a su pueblo natal cuando se jubiló en 1995 y desde entonces es alcalde siempre bajo las siglas del PP. La que acaba es su séptima legislatura y, pese a rondar el centenario, quiere seguir siendo regidor en la octava.
El enemigo en casa
Es el alcalde más longevo del país, de hecho ya lo era antes de su última reelección, pero nunca ha tenido un escenario electoral tan difícil como el que se avecina porque a los ya tradicionales partidos de la oposición se van a sumar al menos dos y con el agravante de que se ha encontrado al enemigo en casa. El marido de su sobrina, otro guardia civil jubilado que ha sido su concejal de Cultura durante los últimos cuatro años, renunciaba a su acta semanas antes de las elecciones para liderar la candidatura de Ciudadanos en el municipio. La deserción de Luis Francisco Barrado de la Viuda, que en los últimos comicios ocupó el número cuatro de la lista y en los de 2011 iba de tercero, puso de manifiesto una fractura y falta de sintonía en el equipo de gobierno de Torres Sáez a sólo unos meses de una nueva cita con las urnas. El PP logró cuatro escaños en las últimas municipales, dos el PSOE y uno para un partido independiente (IxC) en su primera concurrencia electoral.
El propio regidor es consciente de su avanzada edad, y de ciertas limitaciones que conlleva, pero no aprecia ninguna incompatibilidad y, de hecho, asegura que mantiene la ilusión. Ni la pandemia, ni una operación reciente, ni la traición de uno de sus concejales merman un ápice sus ganas de gobernar un pueblo enclavado en la Sierra de los Filabres en el que contrasta el paisaje desértico con los olivos y almendros que se intercalan en sus márgenes. “Me presento por amor a mi pueblo, por una cuestión de dignidad, para que Chercos siga siendo un municipio a al altura de otros más grandes de la comarca en el que no falta ningún servicio. Y lo hago sin subir los impuestos en los 28 años que llevo de alcalde y sin cobrar ni un sólo céntimo”. El alcalde presume del alto grado de formación que tienen los jóvenes en la actualidad y repite una consigna: “La libertad depende del conocimiento”. Es un “viciosillo” de los libros -confiesa- y recuerda que su primera actuación cuando fue elegido regidor fue abrir una biblioteca.
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